La ansiedad actúa como una campana de advertencia de nuestro subconsciente de que algo está mal.
La ansiedad puede estar tratando de advertirnos de un problema o una amenaza que debe abordarse a futuro. O puede ser una sensación incómoda que se desarrolla cuando no vivimos según nuestros valores y avanzamos hacia objetivos importantes de la vida.
Cuando ignoramos las advertencias, la «alarma» solo se hará más fuerte.
Las personas generalmente sienten que la ansiedad es muy incómoda. Puede causar molestias mentales y físicas, incluidos dolores de cabeza, dolor de estómago y dolor de pecho y espalda. Puede dificultar la concentración, dejar la mente en blanco o generar preocupaciones incontrolables.
La ansiedad debe ser incómoda porque su objetivo es motivarnos a hacer algo o arreglar lo que sea que lo esté causando.
Cómo responden las personas a la ansiedad
Algunas personas desarrollan un patrón de tratar de escapar de la incomodidad, al evitar en primer lugar las cosas que causan ansiedad. Muchos de los malos hábitos y comportamientos son simplemente un intento de evitar sentirse ansioso o distraerse de pensar o hacer cosas que nos ponen ansiosos. Esto lleva a la procrastinación, y la procrastinación lleva a … lo has adivinado, ¡más ansiedad!
Aquí hay un ejemplo de mi cliente Marci. Ella se quejó de la dificultad para dormir y despertarse con frecuencia con sentimientos de pánico, así como dificultad respiratoria crónica y opresión en el pecho.
Mucha gente le dijo a Marci que hacer más ejercicio reduciría su ansiedad, por lo que obtuvo una membresía en el gimnasio y se comprometió a ir cuatro veces por semana. Sin embargo, ir al gimnasio se convirtió en una presión adicional que aumentaba su ansiedad cada vez que lo pensaba. Se dio cuenta que estaba viendo más de sus episodios favoritos en Netflix en lugar de ir al gimnasio, y después tenía más dificultades para dormir y más ansiedad. La procrastinación no es la única razón para la ansiedad, pero es muy común, y a menudo van de la mano.
Algunas personas responden al aumento de la ansiedad tratando de hacer la mayor cantidad de cosas lo más rápido posible. Saltan de tarea en tarea, pero apresurarse a través de las cosas generalmente no produce buenos resultados. Otras personas responden con perfeccionismo, tratando de obtener todos los detalles correctos, pero perdiendo el panorama solo por ver los árboles. A menudo usan el tiempo y el esfuerzo de manera ineficaz.
Una gran parte de la ansiedad a menudo proviene de no tener una idea clara de lo que la está causando. Sigue siendo vago, y su mente siempre está tratando en el fondo de darle sentido. O bien, tiene cosas que intenta recordar o hacer, pero no las tiene escritas o priorizadas, por lo que su mente está ocupada tratando de recordar los detalles.
Hacer un plan
Tienes que derrotar al monstruo haciendo un plan cuidadoso. Aquí hay un proceso que funciona bien para mis clientes que se quejan de sentirse abrumados y ansiosos y que recurren a la distracción, la procrastinación, las prisas o el perfeccionismo. El proceso lleva algo de tiempo, pero a menudo trae alivio.
1. Comience escribiendo las cosas que le preocupan. Divídalas en cosas sobre las que pueda hacer algo y sobre las que no tenga control.
2. Mirando aquellos sobre los que no tiene control, tache aquellos que es muy poco probable que sucedan. Ya no necesita preocuparse por ellos. Tenga fe en que podrá soportarlo si ocurre algo que esté en lista. Dígase a sí mismo que no tiene más remedio que aceptar lo que no puede controlar.
3. Haga una lista de las cosas sobre las que puede hacer algo y priorice cada una de ellas, otorgando a cada una, una puntuación entre 1 y 10, siendo 10 la prioridad más alta. Luego, etiquete cada uno como un proyecto o una tarea colocando una P o una T al lado. Las tareas se pueden hacer en un solo paso, generalmente en cinco minutos a unas pocas horas. Los proyectos deben dividirse en múltiples tareas. Hacer una cita para hacer sus impuestos es una tarea. Limpiar y organizar el garaje es un proyecto. Hablando de citas, asegúrese de tener un calendario listo para registrar citas o tareas que deben realizarse en una fecha determinada.
4. En una hoja de papel, separada en dos columnas, escriba las tareas y proyectos con una prioridad de al menos 8. Las tareas con una prioridad de 8 a 10 son su lista de tareas pendientes. Mantenga el pedazo de papel con las tareas de menor prioridad para consultar después de haber completado sus tareas pendientes.
5. Los proyectos importantes deben dividirse en tareas más pequeñas. Dé a cada tarea su propio puntaje de prioridad y agregue las tareas de mayor prioridad a su lista de tareas pendientes. Este proceso solo funcionará para proyectos relativamente simples. Los proyectos más complejos requieren un proceso de planificación más exhaustivo, pero esta es una buena manera de comenzar con algunas cosas más complicadas que usted sigue posponiendo.
6. Deje de procrastinar y comience a hacer sus tareas desde la más alta prioridad hacia abajo.
Michael Courter es un terapeuta y consejero que cree en el poder del crecimiento personal, reparando las relaciones y siguiendo sus sueños. Su pagina web es CourterCounsel.com
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