El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, citó al gobierno de Hong Kong por sus recientes acciones que limitaron las libertades básicas de la ciudad.
«La democracia, el respeto a las libertades fundamentales y la responsabilidad del gobierno ante el pueblo son los mejores caminos para la estabilidad en Hong Kong, no los esfuerzos draconianos para limitar la libre expresión, retrasar las elecciones y restringir los viajes», escribió Pompeo el 8 de septiembre en su cuenta de Twitter.
La preocupación de Pompeo surge después de que el pasado fin de semana la policía de Hong Kong arrestara al menos a 289 residentes en las manifestaciones contra la decisión de la dirigente de Hong Kong de aplazar un año las elecciones de la legislatura de la ciudad. Las elecciones estaban programadas originalmente para tener lugar el domingo.
Entre los arrestados el domingo había una niña de 12 años. Su madre declaró que ella no estaba manifestando y que solo salió a comprar artículos de papelería. Los vídeos de la policía encima de la niña en el suelo reavivaron las protestas por la violencia policial.
#HongKong police and a child. Shame. https://t.co/ramjdRPQqO
— Urmas Paet (@Urmaspaet) September 6, 2020
La dirigente de Hong Kong, Carrie Lam, suspendió las elecciones en julio por la preocupación de que las reuniones de votantes aumentaran la propagación del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), conocido comúnmente como el nuevo coronavirus. Los críticos argumentan que Lam suspendió las elecciones por temor a que la oposición probablemente apuntara una victoria en contra los partidarios de Beijing.
Una victoria de la oposición sería un voto de desconfianza a las políticas de Beijing en Hong Kong, en particular la controvertida ley de seguridad nacional que entró en vigor el 1 de julio.
A principios de este mes, siete expertos independientes en derechos humanos de las Naciones Unidas escribieron una carta de 14 páginas a Beijing, expresando su preocupación de que la ley de seguridad «carece de precisión en aspectos clave [e] infringe ciertos derechos fundamentales».
Ellos también expresaron inquietudes por el hecho de que «una serie de actividades legítimas» serían redefinidas como secesión, delito que se castiga con cadena perpetua en virtud de la nueva ley.
En las últimas cinco semanas, la policía de Hong Kong arrestó a varios activistas prodemocracia de la ciudad, entre ellos los legisladores del Partido Demócrata, Lam Cheuk-ting y Ted Hui, así como el conocido director de medios de comunicación locales, Jimmy Lai, y la popular activista estudiantil Agnes Chow.
El 23 de agosto, 12 hongkoneses que estaban en un bote fueron arrestados por las autoridades de China continental luego que fueran interceptados frente a la costa de la provincia de Guangdong, en el sur de China. Los medios de comunicación de Hong Kong informaron que ellos se dirigían a Taiwán para solicitar asilo político.
También el martes, la policía de Hong Kong anunció en su página de Facebook que 10016 personas fueron arrestadas desde el inicio del movimiento prodemocracia en junio del año pasado hasta el 6 de septiembre. Entre los arrestados, 2210 recibieron cargos por crímenes como «revueltas» y «reunión ilegal».
El manejo de Lam de las protestas prodemocracia y el brote epidémico del virus del PCCh fue mal recibido por los residentes. En la última encuesta del Hong Kong Public Opinion Research Institute, cuando se entrevistó a 1007 personas entre el 31 de agosto y el 4 de septiembre, su índice de aprobación se situó en el 28,1 por ciento, por debajo del 44,7 de mayo de 2019.
Legisladores de Estados Unidos y Europa expresaron su preocupación por los recientes acontecimientos en Hong Kong.
La política alemana, Nicola Beer, quien también es miembro del Parlamento Europeo, escribió en su cuenta de Twitter que el aplazamiento de las elecciones de Hong Kong es «inaceptable, antidemocrático e ilegal».
El diputado británico, Stephen Kinnock, pidió al gobierno británico que realice una investigación independiente sobre la «brutalidad policial [de Hong Kong]», tras la detención de la niña de 12 años.
«La gente de #HongKong está enviando un claro mensaje a la China comunista», escribió el senador estadounidense Rick Scott (R-Fla.) en su Twitter, tras las protestas del domingo en Hong Kong.
«Ninguna nueva ley de seguridad corrupta silenciará su hambre de democracia, derechos humanos y libertad», añadió Scott.
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