Propuesta de reforma judicial en México divide a los ministros de la Suprema Corte

Por Eduardo Tzompa
30 de junio de 2024 8:01 PM Actualizado: 30 de junio de 2024 8:01 PM

Los Diálogos Nacionales para la Reforma del Poder Judicial que convoca el Congreso de la Unión iniciaron esta semana con posturas a favor y en contra de la iniciativa que busca elegir a los ministros y jueces por voto popular.

El jueves 27 de junio inició en la Cámara de Diputados el primero de nueve foros de los diálogos nacionales sobre la reforma al Poder Judicial con el tema «¿Qué Poder Judicial tenemos? ¿Qué Poder Judicial queremos?», con el fin de ampliar la discusión sobre dicha iniciativa.

La iniciativa de reforma al Poder Judicial contempla elegir a los jueces por voto popular, reducir el número de cargos y disminuir el sueldo de ciertos puestos. Al inicio del foro, el coordinador de diputados del PAN, Jorge Romero, aseguró que su bancada está de acuerdo con ciertos aspectos de la reforma propuesta, pero rechaza la idea de elegir a jueces y magistrados por voto popular.

«Si encontramos ese punto medio donde se respete la capacitad técnica, jurídica, la independencia, la autonomía indispensable constitucional que debe tener otro poder, que es el Poder Judicial, entonces podremos construir un proyecto en común», expresó.

Por su parte, el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado, Ricardo Monreal Ávila, aseguró que su partido Morena tiene la disposición de escuchar, pero recordó que el pasado 2 de junio obtuvieron en las urnas el respaldo de la mayoría de los votantes.

«Advertimos al país y a la población que venimos acompañados de una gran legitimidad. El pueblo nos otorgó el poder reformador de la Constitución, el pueblo nos otorgó el tener constituyente permanente (…) no vamos a desoír el mandato popular», señaló.

Magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en la Ciudad de México, México. (EFE/Alex Cruz/Archivo)

La celebración de este primer foro derivó en la división de posturas entre los ministros mexicanos debido a que mientras algunos coincidieron en cambios escalonados otros mostraron su total rechazo.

En su turno, el ministro de la Suprema Corte, Jorge Mario Pardo Rebolledo, admitió estar en desacuerdo con la elección de jueces por votación directa de la ciudadanía, pero pidió que los cambios se ejecuten de forma gradual.

«Me parece que la implementación de ese cambio trascendental como se propone. Es decir, sustituir en un solo momento a más de 1600 personas juzgadoras federales, además de la totalidad de ministros y ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, generaría un desajuste importante en el funcionamiento e integración de los órganos impartidores de justicia federales», expresó.

«Me permito hacer la sugerencia en el sentido de que esa sustitución pudiera hacerse de manera gradual, escalonada, atendiendo a las vacantes que naturalmente se van presentando», agregó.

Una de las defensoras de la reforma al Poder Judicial fue la ministra Lenia Batres, quien en su discurso señaló lo que ella considera que son los puntos débiles de la justicia en México.

“Hoy las puertas del Poder Judicial están abiertas al tráfico de influencias, y cerradas al pueblo de México. El Poder Judicial es independiente de la ciudadanía, no de los poderes fácticos”, dijo.

“Para nuestra población, la justicia en México es cara, elitista, desgastante, humillante, lenta, inaccesible, inentendible, abusiva, misógina, racista, clasista, corrupta, parcial… En una palabra, es injusta”, destacó.

En contraste, la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, señaló que la justicia no es un monopolio del Poder Judicial.

“La justicia no es sólo una cuestión de leyes y tribunales. La justicia es una cuestión de derechos humanos, de equidad, de ética y de dignidad que involucra a todas las autoridades de los distintos niveles de gobierno. Resulta esencial decirlo con toda claridad: la justicia en México no es un monopolio del Poder Judicial”, dijo.

“Seamos críticos de la justicia en México. La realidad no nos permite otra actitud. Pero apliquemos la crítica en la que se encuentre en el centro de ésta las necesidades de las víctimas y de las y los usuarios del sistema de justicia en general. Critiquemos partiendo de la verdad, de los datos ciertos, de las cifras correctas valoradas en su contexto. Critiquemos con honestidad. Critiquemos con responsabilidad de Estado”, solicitó Piña.

En ese sentido, el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá consideró que la reforma politizará los procesos de selección de jueces dejando de lado la carrera judicial y el mérito de las personas juzgadoras.

“Se deja de lado la carrera judicial, se deja de lado el mérito, se deja de lado la experiencia, estamos politizando los nombramientos, la ciudadanía va a elegir en las urnas, pero los candidatos van a pasar por un filtro político”, dijo.

“La ciudadanía vota usualmente por propuestas, pero no evalúa resultados. Por eso debemos de preguntarnos: ¿qué papel queremos que cumpla en la función judicial el voto popular? ¿Queremos una campaña judicial que venda promesas a futuro o preferimos otra que nos permita definitivamente evaluar el desempeño pretérito?”, agregó.

Alcántara Carrancá dijo que el voto popular debería ser usado para evaluar el desempeño y la permanencia de las personas juzgadoras, pero no para reemplazar los concursos de la carrera judicial que permiten acceder al cargo mediante el mérito.

La presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, ha dicho que la reforma tiene como propósito liberar al Poder Judicial de la corrupción y el amiguismo, por lo que descartó que causé inestabilidad en el país. La reforma podría aprobarse en septiembre, cuando Morena ocupe una mayoría en el Congreso.

Siga a Eduardo Tzompa en X: @JEduardoTzompa


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