Ningún producto alimenticio será retirado o de alguna manera removido de las tiendas de comestibles, incluso si las personas involucradas en la producción dan positivo en la prueba de COVID-19, dijo un funcionario del gobierno.
«Soy consciente de que algunas plantas de procesamiento cerraron cuando los empleados dieron positivo en la prueba de COVID-19. Sin embargo, debido a la forma en que se transmite el virus, no creemos que sea necesario retirar o quitar del mercado los productos alimenticios si una persona que trabaja en una granja o en una instalación de producción de alimentos da positivo en la prueba de COVID-19», dijo Frank Yiannas, comisionado adjunto de política alimentaria y respuesta de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), en una entrevista publicada en el sitio web de la agencia.
Ningún producto alimenticio ha sido retirado por la FDA debido a la nueva enfermedad durante esta pandemia.
«Quiero asegurarles que el suministro de alimentos de EE.UU. sigue siendo seguro tanto para las personas como para los animales. NO hay evidencia de que los alimentos o los envases de alimentos estén asociados con la transmisión de COVID-19», agregó Yiannas.
«El virus que causa COVID-19 ocasiona enfermedades respiratorias y es mucho más probable que se propague a través de la transmisión de persona a persona».
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La Autoridad Europea de Seguridad de Alimentos y Normas Alimentarias de Australia y Nueva Zelanda también dicen que no hay pruebas de que la infección por COVID-9 se propague a través de los alimentos o los empaques de los mismos.
COVID-19, la nueva enfermedad que está infectando a la población en Estados Unidos, es causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), un nuevo coronavirus que surgió en China continental el año pasado.
Los brotes del virus en las plantas de manufactura y procesamiento de alimentos han forzado limitaciones y algunos cierres. Smithfield Foods, el mayor procesador de carne de cerdo del mundo, cerró un matadero de cerdos en Dakota del Sur, una planta de procesamiento de carne en Wisconsin y una instalación de procesamiento de jamón en Missouri. Tyson, JBS, y Frito-Lay también han cerrado instalaciones de producción después de que los trabajadores resultaron positivo en las pruebas.
Los centros de producción están repartidos por todo el país, señaló Yiannas, y añadió: «Si una instalación cierra, hay otras instalaciones que elaboran el mismo tipo de producto, que pueden ayudar a cubrir la demanda».
La FDA ha reducido drásticamente las inspecciones de rutina tanto en granjas como en instalaciones de elaboración de alimentos, así como en empresas en otros países que exportan alimentos a Estados Unidos. La agencia está haciendo un pequeño número de inspecciones consideradas «de misión crítica».
Los trabajadores en las fábricas e industrias de procesamiento que no están cerrando, están usando equipo de protección y aplicando medidas de distanciamiento social. Las tiendas de comestibles han aumentado las medidas de sanitización, han reducido las horas de trabajo y han levantado muros de plexiglás para separar a los trabajadores de los clientes.
Transmisión
Los expertos están de acuerdo con los funcionarios federales, en que no hay pruebas en este momento de que COVID-19 o SARS-CoV-2, otro nombre para el virus del PCCh, se transmita a través de alimentos o empaques de alimentos.
«A diferencia de los virus gastrointestinales (GI) transmitidos por los alimentos, como el norovirus y la hepatitis A, que a menudo enferman a las personas a través de alimentos contaminados, el SARS-CoV-2, que causa COVID-19, es un virus que causa enfermedades respiratorias y no intoxicación por alimentos, y no se sabe que la exposición a este virus a través de los alimentos sea una vía de transmisión», dijo Angela Shaw, especialista estatal en seguridad alimentaria y profesora asociada del Departamento de Ciencias Alimentarias y Nutrición Humana de la Universidad Estatal de Iowa, en una entrada de un blog, el 31 de marzo.
Incluso si el virus se propaga a través de los alimentos, se mataría si se cocina a temperaturas mínimas de cocción especificadas por el gobierno federal, según el Instituto de Seguridad Alimentaria de la Universidad de Cornell. El Dr. Abinash Virk, especialista en enfermedades infecciosas de la Clínica Mayo, dijo que el virus dura en objetos, como los alimentos, de uno a tres días.
«El mayor riesgo de contraer el virus de los alimentos sería si se tocan los alimentos que han estado expuestos y luego se tocan la cara», dijo. «En ese sentido, es mejor lavarse las manos antes y después de manipular alimentos y lavar las frutas y verduras sin pelar antes de comerlas».
Los expertos recomiendan lavarse las manos o utilizar un desinfectante de manos antes de entrar en una tienda de comestibles o en un mercado de alimentos, tratar de mantenerse al menos a 6 pies de distancia de otros compradores, desinfectar las manijas de los carritos y cestas de compras antes de utilizarlos, evitar tocar los productos que no se necesitan y utilizar una máscara mientras se hace la compra.
El sistema alimentario se sostiene
Mientras los compradores ven que algunas tiendas se quedan sin algunos productos, el sistema alimentario se está sosteniendo, según los funcionarios.
Sonny Perdue, el secretario de agricultura, dijo a los periodistas esta semana que los estantes vacíos que se ven en algunas tiendas «son un problema de demanda, no de oferta».
Algunos restaurantes cerraron y otros pasaron a ofrecer únicamente servicios de comida para llevar y de entrega a domicilio, en medio de los cierres casi nacionales, lo que provocó un desequilibrio en la cadena de suministro y el desperdicio de alimentos. Los granjeros que suministraban productos lácteos, carne y productos agrícolas a restaurantes, hoteles y escuelas han tenido que reducir la cosecha y, en algunos casos, tirar los productos que se estaban estropeando.
Con las fuentes habituales de comidas restringidas o cerradas, cada vez más gente está comprando víveres y preparando la comida en casa. Los problemas giran en torno a dos cadenas de suministro diferentes, una para las tiendas de comestibles y otra para los restaurantes y otros negocios comerciales.
Yiannas, el funcionario de la Administración de Alimentos y Medicamentos, dijo que ha visto escasez temporal en su tienda de comestibles local de pasta, harina y algunos productos enlatados, y utilizó el ejemplo de los restaurantes y panaderías que utilizan bolsas de 20 kilos de harina mientras que los consumidores suelen comprar bolsas de 2 kilos.
«Usted podría pensar en ello como una interestatal cuando está fluyendo bien y usted tiene un accidente en algún punto, hace que retroceda. Y eso es lo que está sucediendo en la cadena de suministro de alimentos. Pero estamos trabajando en ello», dijo Perdue.
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