El líder separatista catalán, Carles Puigdemont, partió rumbo a Bélgica evadiendo a la policía española tras intervenir en un mitin en Barcelona a pesar de la orden de arresto que pesa sobre él.
Jordi Turull, secretario general del partido independentista pro catalán, Junts per Catalunya (Junts), que significa «Juntos por Cataluña», dijo a la radio RAC1 que no sabía si Puigdemont ya había llegado a Waterloo, donde vive en un exilio autoimpuesto desde que lideró un intento fallido de secesión de la región en 2017.
La breve aparición de Puigdemont en su país natal y su posterior huida enfureció a los opositores conservadores, ya molestos por el acuerdo de amnistía del primer ministro socialista Pedro Sánchez para los secesionistas, a cambio de su apoyo a su gobierno en minoría.
Sin embargo, la apuesta de Sánchez podría no salirle bien, ya que el Sr. Turull dice que su partido está reconsiderando su apoyo, porque la Corte Suprema determinó que la ley de amnistía no se aplicaba a Puigdemont y otros dos acusados de malversación.
En su opinión, el respaldo de Junts tendría «un recorrido muy estrecho o nulo» a menos que el Gobierno de Madrid presione para que se aplique la ley de amnistía a todos los imputados.
«La situación cambió mucho por el contexto y los parámetros que hicieron posible nuestro acuerdo, y hay que ver si tiene sentido», dijo el Sr. Turull.
La acusación contra Puigdemont está relacionada con un referéndum de independencia de 2017 que fue considerado ilegal por Madrid.
El líder separatista argumenta que la votación fue legítima y, en consecuencia, los cargos que siguieron no tienen fundamento.
En la capital, el gobierno de Sánchez ha guardado silencio sobre el tema y ha declinado responder a los comentarios del líder de Junts y a las críticas de la oposición.
El consejero de presidencia, Félix Bolaños, declaró a los periodistas que la operación estaba en manos de la policía catalana, los Mossos d’Esquadra.
«Ellos son el cuerpo policial encargado de ejecutar las órdenes de la Corte Suprema», dijo el Sr. Bolaños.
Ceremonia
El Sr. Turull, que fue indultado en 2021 tras pasar tres años entre rejas, por rebelión, sedición y malversación por el intento de secesión, dijo que Puigdemont tenía previsto asistir a una votación en el Parlamento de Cataluña para confirmar al socialista Salvador Illa como nuevo líder del Gobierno regional.
«No venía para ser detenido en España, sino a ejercer sus derechos políticos», añadió Turull.
Sin embargo, las preocupaciones por la seguridad hicieron que Puigdemont se subiera a un coche y se marchara a toda velocidad con poca antelación, en lugar de caminar desde el mitin hasta el Parlamento catalán, como estaba previsto.
Turull dijo que Puigdemont creía que no se le permitiría entrar en el Parlamento, y añadió que el líder exiliado no había querido dar a los medios de comunicación la oportunidad de tomar fotografías de su detención.
El abogado de Puigdemont, Gonzalo Boye, también dijo a la radio RAC1 que Puigdemont había salido de España y dijo que haría una declaración pública «en los próximos días».
El líder separatista ha dedicado su carrera al objetivo de décadas de separar Cataluña de España y crear una nueva nación en la Península Ibérica.
Sin embargo, el estridente planteamiento independentista de Puigdemont a lo largo de los años no solo le ha acarreado conflictos políticos con Madrid, sino que también ha desatado la división entre los separatistas dentro de Cataluña.
Cuestionamientos a la policía
Los Mossos d’Esquadra y la administración de Madrid se enfrentan a preguntas sobre cómo no detuvieron a uno de los fugitivos más reconocidos de España cuando estaba a la vista en suelo español.
El viernes, el juez de la Corte Suprema, que dirige la investigación contra Puigdemont por su papel en el intento de secesión de 2017, pidió a los Mossos que explicaran su fracaso.
El juez Pablo Llarena también pidió explicaciones al ministerio del Interior nacional, incluyendo cualquier orden de vigilar las fronteras.
El jueves, Alberto Núñez Feijóo, el líder del Partido Popular que es la principal oposición al gobierno de coalición de izquierda de España, calificó el regreso y la fuga de Puigdemont como una «humillación insoportable», que ha causado un «daño imperdonable a la imagen de España».
Con información de Reuters.
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