El presidente de la Comisión Judicial del Senado, Lindsey Graham (R-S.C.), señaló el martes que tiene la intención de hacer de la reforma del Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISC, o tribunal FISA) la máxima prioridad para la Comisión Judicial del Senado en 2020.
«Muy complacido de ver que el tribunal de FISA condena la Ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera (FISA)», dijo Graham en una declaración.
Añadió: «Como presidente de la Comisión Judicial, trabajaré con mis colegas republicanos y demócratas para reformar la FISA de una manera que proteja mejor las libertades civiles; al mismo tiempo que mantenemos nuestra capacidad de supervisar la vigilancia extranjera dirigida contra nuestros intereses económicos y de seguridad nacional. La reforma de la FISA será una prioridad para la Comisión Judicial en 2020».
La declaración de Graham se produce poco después de que la juez Rosemary Collyer, magistrada y presidente del tribunal FISA, enviara el mismo día una carta al FBI criticándolo por engañar al tribunal sobre el proceso de solicitud de vigilancia. La carta también le dijo al FBI que tiene hasta el 10 de enero para encontrar una solución.
El inspector general del Departamento de Justicia, Michael Horowitz, publicó un informe (pdf) el 9 de diciembre que encontró 17 «inexactitudes y omisiones significativas» en la solicitud y las renovaciones de la orden FISA que el FBI usó para espiar a Carter Page, un voluntario a corto plazo para la campaña Trump que se encargó de las elecciones presidenciales de 2016. A finales de octubre de 2016, el FBI había obtenido una orden FISA y la había renovado tres veces para vigilar a Page por un total de doce meses.
Horowitz señaló en su informe que el FBI, en su solicitud de orden FISA, sugirió que Page era un «agente de Rusia» y omitió otros detalles que eran inconsistentes con esa teoría.
«Tal y como describe minuciosamente el informe del inspector general Horowitz, el proceso FISA falsificó pruebas y retuvo pruebas exculpatorias para obtener una orden contra el Sr. Page en numerosas ocasiones», dijo Graham en su declaración.
Las solicitudes de orden de detención del FBI se basaban casi por completo en un expediente sin corroborar compilado por el exespía británico Christopher Steele, que fue contratado por la empresa de investigación de la oposición Fusion GPS y financiado por la campaña presidencial de Hillary Clinton y el Comité Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés). Steele compiló el expediente utilizando fuentes de segunda y tercera mano con vínculos con el Kremlin.
Altos funcionarios del FBI y el DOJ firmaron las órdenes de detención de FISA a pesar de las pruebas que apuntaban a que el expediente no estaba verificado y a que Steele estaba predispuesto en contra de Trump antes de las elecciones presidenciales de 2016. La solicitud FISA omitió el hecho de que la campaña de Clinton financió el expediente, así como detalles exculpatorios de la ayuda de Page al FBI.
Las afirmaciones del expediente Steele finalmente se convirtieron en la base para la narrativa de la trama Trump-Rusia difundida por algunos medios de comunicación, políticos anti-Trump y funcionarios de la administración Obama. Pero ninguna de las 103 acusaciones clave contenidas en el expediente Steele fue verificada durante la investigación de 22 meses del ex abogado especial Robert Mueller.
Page dijo la semana pasada que reanudará demandas que planea presentar contra el gobierno de Estados Unidos hasta llegar a la Corte Suprema. Hablando con la presentadora de Fox Business, María Bartiromo, dijo: «Creo que hay mucho más por hacer. Vamos a llevar esto a la Corte Suprema, es nuestro plan ahora mismo. Hay mucho más seguimiento».
El tribunal FISA está integrado por 11 jueces que firman órdenes de detención relacionadas con la seguridad nacional y la recopilación de información. Dicho tribunal «contempla las solicitudes presentadas por el Gobierno de los Estados Unidos para la aprobación de la vigilancia electrónica, el registro físico y otras acciones de investigación con fines de inteligencia extranjera», según una descripción que figura en el sitio web del tribunal.
Graham dijo la semana pasada que el tribunal FISA podría tener que ser eliminado si no hay una reforma fundamental.
«Tengo serias preocupaciones sobre si el tribunal FISA puede continuar a menos que haya una reforma fundamental», dijo el 11 de diciembre durante una audiencia de la Comisión Judicial del Senado. «Después de su informe, creo que necesitamos reescribir las reglas de cómo iniciar una investigación de contrainteligencia y los controles y contrapesos que necesitamos. Señor Horowitz, para que podamos hacer justicia a su informe, tenemos que hacer algo más que intentar dar sombra a este informe de una forma u otra. Tenemos que abordar el problema subyacente. El sistema y las manos de unas cuantas personas malas pueden hacer mucho daño».
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