Cuatro senadores republicanos han pedido al Partido Comunista Chino (PCCh) que deje de difundir desinformación sobre los orígenes del brote de coronavirus y se una a la comunidad internacional para combatir la pandemia mundial.
«La falsa información que están difundiendo los funcionarios del PCCh, así como los profesionales médicos vinculados al PCCh y los medios de comunicación controlados por el Estado, es irresponsable y peligrosa para la salud pública mundial», dice una declaración conjunta del 16 de marzo de los senadores Jim Risch (R-Idaho), John Barrasso (R-Wyo.), Marco Rubio (R-Fla.) y Cory Gardner (R-Colo.).
La semana pasada, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian, promovió la teoría de la conspiración de que el virus se originó en los Estados Unidos y fue llevado por el Ejército de los EE.UU. a la ciudad central china de Wuhan, donde surgieron los primeros casos de infección.
«¿Cuándo surgió el paciente cero en los Estados Unidos? ¿Cuántas personas están infectadas? ¿Cuáles son los nombres de los hospitales?», escribió Zhao en una serie de tuits, añadiendo que los Estados Unidos «nos deben [sic] una explicación». El mensaje fue compartido por varias cuentas de embajadas chinas, incluidas las de Chad, Pakistán y Camerún.
Los senadores dijeron que la información fiable, ya sea del gobierno de los Estados Unidos, de expertos en salud o de otros canales, es crucial para proteger al público de la amenaza del virus.
«Los ciudadanos —no solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo— merecen una información clara y precisa mientras enfrentamos juntos esta pandemia», dijeron.
En otro de los tuits de Zhao, también promovido por otros embajadores chinos, pidió a sus seguidores que «leyeran y volvieran a tuitear» un artículo en el que se lee «El coronavirus de China: una novedad impactante. ¿El virus se originó en los Estados Unidos?»
Zhao dijo que el artículo era «muy importante para todos y cada uno de nosotros». Algunos verificadores de hechos han señalado a Global Research, donde se publicó el artículo, como un sitio web que promueve teorías de la conspiración.
El secretario Mike Pompeo había mantenido una llamada con el alto diplomático chino Yang Jiechi sobre los «extraños rumores» del régimen chino. El 13 de marzo, el Departamento de Estado también llamó a consultas al embajador chino en los EE.UU. por el tuit de Zhao.
Las autoridades chinas señalaron inicialmente un mercado de animales vivos y mariscos en Wuhan como posible origen del brote. Sin embargo, en las últimas semanas, los funcionarios chinos y los medios de comunicación estatales han estado tratando de dar la impresión de que el virus no era originario de China.
Tal cambio en la narrativa china es una señal de que «Beijing está tratando de evitar la responsabilidad del brote», dijo anteriormente un portavoz del Departamento de Estado.
Zhang Wenhong, un destacado experto en enfermedades infecciosas de Shanghai, también se mostró en desacuerdo con la idea de que el virus fuera importado de fuera de China.
De ser así, «los infectados habrían surgido en varias ciudades chinas alrededor del mismo tiempo», en lugar de aparecer por primera vez en Wuhan, dijo Zhang al diario estatal China Daily en una entrevista en febrero. Esos comentarios fueron posteriormente eliminados de la entrevista.
Los senadores estadounidenses también señalaron cómo el régimen chino silenció a los médicos y periodistas durante el inicio del brote para encubrir la gravedad de la situación, y cómo «pasaron varias semanas antes de que se permitiera a la Organización Mundial de la Salud entrar en China».
«Estos pasos en falso contribuyeron a la grave situación a la que se enfrenta hoy en día todo el mundo», dijeron.
«La desinformación del PCCh muestra que el partido siempre priorizará su propia reputación por encima del bien de la comunidad internacional. Eso no es liderazgo mundial».
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