Menos de dos semanas después de la aprobación condicional de China de la vacuna COVID-19 de Sinopharm, el presidente y un director de la compañía farmacéutica estatal renunciaron repentinamente el mismo día por «razones personales». La inesperada noticia provocó especulaciones públicas y dudas sobre la calidad de la vacuna fabricada en China.
El 12 de enero, Sinopharm Group Co. emitió dos anuncios consecutivos, declarando que Li Zhiming, presidente de Sinopharm Holding Corporation, y Li Hui, director y gerente general de Sinopharm Group Pharmaceutical Co., una subsidiaria, renunciaron debido a «razones personales».
El anuncio también declaró que las renuncias tendrán efecto inmediato. El consejo de administración eligió a Yu Qingming como presidente en funciones el mismo día. Desde noviembre de 2018, Yu ha servido como director ejecutivo y secretario general del comité del Partido Comunista Chino (PCCh) dentro de la empresa. Anteriormente, trabajó como secretario para los funcionarios del PCCh de la Administración Nacional de Productos Médicos.
Además, el anuncio declaró que aunque Li Hui posee el 54.72 por ciento de las acciones de Sinopharm, su participación en las acciones no tendrá un efecto adverso significativo en las operaciones de la compañía, y no impactará en la junta directiva.
Según la información pública del sitio web oficial de la empresa, existen seis empresas que aparecen bajo su nombre.
La noticia de las renuncias simultáneas hizo que las acciones de Sinopharm fluctuaran. Los precios de las acciones cerraron en 42.96 yuanes (unos 6.64 dólares), con una caída del 5.17 por ciento, el 13 de enero.
Como la vacuna Sinopharm se está administrando urgentemente en toda China en medio de la reciente oleada de brotes de COVID-19, la repentina renuncia de los ejecutivos provocó mucha especulación pública.
Un internauta chino expresó su desconfianza y preocupación: «¿Renuncia por razones personales? Estoy temblando….»
Otro internauta expresó sus sospechas: «Tan pronto como la vacuna fue lanzada, dos altos funcionarios… se fueron. ¡Debe haber algo enorme detrás de esto!»
El comentarista de asuntos chinos Hua Po dijo a The Epoch Times que cree que las vacunas fabricadas en China tienen una mala reputación y esto podría tener algo que ver con la repentina reestructuración de la directiva de Sinopharm.
«No he escuchado de ningún oficial chino que haya tomado la iniciativa de vacunarse con las vacunas chinas. Muchos chinos dicen que solo se pondrán las vacunas chinas después de que todos los funcionarios del gobierno se las hayan puesto. Ahora todo se trata de la compañía china y la credibilidad de su vacuna», dijo Hua.
Sinopharm no proporcionó ningún detalle de los datos de sus ensayos clínicos, ni reveló el tamaño de su muestreo para las pruebas.
Otra vacuna COVID-19, desarrollada por el fabricante de medicamentos con sede en Beijing, Sinovac Biotech, también está bajo escrutinio. El reciente ensayo de CoronaVac en Brasil reportó solamente un 50.4 por ciento de efectividad, lo suficiente para pasar el umbral del 50 por ciento establecido por la Organización Mundial de la Salud para la aprobación regulatoria. Fue mucho más bajo que las declaraciones iniciales que se anunciaron la semana pasada, las cuales pretendían una tasa de eficacia del 78 por ciento.
Hua recuerda que hubo confusión pública sobre cómo se administraría la vacuna de Sinopharm. Después de que la vacuna fue lanzada, el PCCh declaró oficialmente que la vacuna se administraría a los chinos de forma gratuita. Sin embargo, en menos de una semana, a la gente se le estaba cobrando por la vacuna y esto provocó indignación en todo el país. Entonces los funcionarios anunciaron que subvencionarían las vacunas para que la gente no tuviera que pagar de su bolsillo para ser inoculada.
Hua cree que hay una lucha de poder que se está desarrollando actualmente dentro del PCCh, y Sinopharm, que es una empresa estatal, es parte de ella. Dijo que los funcionarios están siendo removidos de sus cargos en el marco de la campaña anticorrupción del líder del PCCh, Xi Jinping. Y las renuncias repentinas en Sinopharm parecen estar relacionadas con esto.
«Hay otra ronda de depuración anticorrupción en este momento. Hace dos días, tres altos funcionarios a nivel ministerial en Beijing y Liaoning fueron despedidos. Todos los funcionarios del PCCh son corruptos», dijo.
Con información de Luo Ya.
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