El Representante Carlos Giménez (R-Fl) está encendiendo las alarmas por el intento de un grupo de ciudadanos chinos de infiltrarse ilegalmente en Estados Unidos.
El representante está exigiendo más información sobre 17 ciudadanos chinos que fueron detenidos en Cayo Largo, Florida, la semana pasada y sobre sus motivaciones para introducirse en Estados Unidos.
Aunque es la primera vez que sucede algo así en su distrito, dijo a través de X, antes llamado Twitter, que la creciente presencia del Partido Comunista Chino (PCCh) en Cuba podría abrir una nueva ruta para la trata de personas.
Giménez recordó que el régimen comunista chino se coordinó con el de Cuba para construir una base de espionaje a solo 90 millas de las costa estadounidense y señaló que actualmente Beijing está construyendo muchos proyectos de infraestructura en las Bahamas.
“Esto demuestra que el Partido Comunista Chino (PCCh) está creciendo en nuestra parte del mundo”, aseguró el representante.
Giménez señaló los informes sobre un centenar de supuestos turistas chinos que han estado fotografiando sitios sensibles en territorio estadounidense en los últimos años, que podrían estar realizando tareas de espionaje. El congresista culpó de esto a las políticas de “fronteras abiertas” de la administración Biden, según un artículo de DailyMail.
Por su parte, el Representante Mark Green hizo eco de estas declaraciones diciendo que el PCCh ha estado trabajando activamente para derribar a Estados Unidos y que en este momento, la amenaza del comunismo “es la mayor desde el final de la Guerra Fría”.
Hace unos días, se informó también del incremento de migrantes chinos que intentan llegar a Estados Unidos a través de la selva del Darien, en Panamá. Según los informes, los chinos ocupan el cuarto lugar entre los grupos de migrantes que intentan atravesar la peligrosa ruta, luego de los venezolanos, ecuatorianos y haitianos.
Muchos chinos intentan escapar de la represión del régimen comunista y la difícil situación económica en su país.
Estados Unidos tiene ya antecedentes de ciudadanos chinos que han ingresado a territorio americano como espías del régimen comunista infiltrándose a través de diferentes instituciones, incluyendo organismos gubernamentales. Incluso a principios de este año, el gobierno estadounidense derribó un globo chino que habría estado realizando operaciones de espionaje.
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