PASADENA, California—Un perro mestizo de pitbull llegó al refugio de Pasadena Humane cubierto de ceniza, con las almohadillas de sus patas ulceradas por caminar sobre restos de los incendios, y sus pulmones ahogados por el humo. Un buen samaritano encontró al perro tendido entre los escombros en Altadena, lo envolvió en una manta y lo llevó al refugio.
Todavía demasiado débil para caminar el sábado, Canela se reunió con su dueño, gracias a la cobertura de CNN sobre el acto de bondad. La mascota herida continúa recibiendo tratamiento médico y es uno de más de 400 animales que llegaron a las instalaciones de Pasadena desde que comenzaron los incendios forestales en el sur de California el martes pasado.
Las instalaciones de animales, veterinarios y organizaciones de rescate reciben y asisten a perros, caballos, burros, cabras, ovejas y otras criaturas desplazadas por los incendios en curso junto con sus dueños humanos.
La Sociedad Protectora de Animales comenzó a aceptar animales en calidad de refugio temporal mientras las familias evacuaban sus hogares. Pero las circunstancias evolucionaron, junto con el desastre en expansión, que dejó 24 personas muertas, quemado 39,000 acres (157,83 kilómetros cuadrados) y obligando a al menos 153,000 personas a abandonar sus hogares.
«Ahora vemos llegar más animales heridos», dijo Dia DuVernet, presidenta y directora ejecutiva de Pasadena Humane. «También estamos empezando a ver personas que trajeron a sus animales para lo que pensábamos que sería un refugio temporal, pero no tienen hogares a los que regresar, por lo que se está convirtiendo en una situación de refugio a largo plazo».
Algunos animales llevan las cicatrices de la terrible experiencia, como un Husky gravemente quemado con el pelaje chamuscado y las patas quemadas.
«Nadie vino aún a reclamarlo», dijo la veterinaria jefe de la sociedad protectora de animales, la Dra. Maria Pyrdek, y agregó que el perro muestra signos graduales de recuperación. «Ni siquiera levantaba la cabeza cuando llegó. Estaba completamente agotado».
La organización comenzó una nueva fase de respuesta al desastre, que incluye búsqueda, rescate y recuperación, según indicó DuVernet. Pasadena Humane prioriza el llamado para ayudar a los animales vivos en las zonas quemadas, incluidos ocho pavos reales heridos.
Un hombre en Altadena contactó a la Sociedad Protectora de Animales para obtener ayuda con el fin de llevar agua a vacas, ovejas y un toro que aún no lograban alcanzar porque el fuego destruyó un puente.
«Estamos planeando cómo podemos llevar una cantidad significativa de agua a través de este barranco y subir la colina, para que estos animales no mueran de deshidratación», dijo DuVernet.
A lo largo de la crisis, DuVernet dijo que la comunidad proporcionó suficientes donaciones como para llenar cinco camiones U-Haul.
Refugio de Caballos y Burros
En cercanías de Burbank, el Centro Ecuestre de Los Ángeles acogió alrededor de 400 animales, en su mayoría caballos, pero también algunos burros. Otros fueron traídos por propietarios que evacuaron sus hogares y algunos por las fuerzas del orden que los encontraron corriendo libremente.
El incendio de Eaton, en el lado este de Los Ángeles, afectó una región llena de amantes de los caballos.
«En estos barrios, la gente tiene caballos en sus patios traseros», dijo Leigh Anne Claywell, gerente general del centro ecuestre. «Es una zona ecuestre desde hace mucho tiempo. Aquí es donde nació el género Western de Hollywood, debido a los vaqueros y los ranchos que solían estar en esta área».
Algunos de los caballos evacuados parecían estresados cuando llegaron a su nuevo entorno, dijo Claywell, «pero en general, todos parecen haber encontrado una especie de rutina».
El sábado, docenas de voluntarios ayudaron a pasear y alimentar a los caballos y a limpiar los terrenos. El centro estaba lleno de donaciones de manzanas y zanahorias para los animales y pizza y sándwiches para los humanos. El humo era visible desde el incendio de Palisades al oeste y el incendio de Eaton al este.
En determinado momento, todos los establos del centro estaban llenos. Los espacios se abrieron cuando se levantaron algunas órdenes de evacuación y los propietarios pudieron recuperar a sus animales.
Karrie Saydah recogía a sus dos burros y dos caballos que trajo oportunamente a los establos del centro cuando se vio obligada a evacuar su hogar a las 3:45 a.m. del miércoles.
«Fue muy aterrador, como si hubiera un incendio en el cielo», dijo Saydah.
Saydah pidió prestado un remolque para caballos a un vecino y se dirigió a un sitio cerca del Rose Bowl, pero se enteró de que estaba lleno. Después de encontrar espacio para los caballos Zippy y Sonny en el centro ecuestre de Burbank, regresó por los burros Midge y Thelma.
El sábado, Saydah expresó su agradecimiento al personal y los voluntarios, y mencionó que sus animales probablemente extrañarían el generoso suministro de golosinas.
«Hay tanta ayuda y muy buena voluntad compartida», dijo Saydah.
Por Dawn Chmielewski y Lisa Richwine.
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