Las autoridades de una de las mayores ciudades de California tienen previsto exigir en breve la vacunación contra COVID-19 a niños de hasta 5 años.
Las órdenes sanitarias de San Francisco impuestas en agosto exigen una prueba de vacunación contra COVID-19 para entrar en restaurantes, gimnasios y otros establecimientos.
Las órdenes solo se aplican a los mayores de 12 años. Pero con la autorización de uso de emergencia (EUA) de la vacuna de Pfizer para los que tienen entre 5 y 11 años, se ampliarán después de un «tiempo limitado», dijo la Dra. Susan Philip, responsable de salud de la ciudad y el condado de San Francisco, en un acto municipal el 2 de noviembre.
«Definitivamente queremos esperar y asegurarnos de que los niños tengan la oportunidad de vacunarse, por lo que eso ocurrirá no antes de unas ocho semanas después de que la vacuna esté disponible para los niños», dijo Philip.
«Así que habrá un tiempo limitado en el que no habrá esos requisitos, es nuestro plan, pero en algún momento, los niños de 5 a 11 años también tendrán que mostrar una prueba de vacunación para acceder a esos mismos entornos», añadió.
El gobernador de California anunció el mes pasado una orden de vacunación contra COVID-19 para los niños en edad escolar. Pero esa orden no entra en vigor para los niños a menos que la vacuna haya sido aprobada para su grupo de edad.
Las órdenes de San Francisco obligan a las personas a presentar una prueba de vacunación, sin posibilidad de exclusión, para asistir a eventos en interiores con más de 1000 invitados y para entrar en cualquier restaurante, gimnasio y bar.
La ciudad fue la primera en Estados Unidos en exigir esta verificación de vacunas y ahora está a punto de convertirse en la primera en imponer requisitos a los niños pequeños, aunque los expertos han expresado su preocupación por la obligatoriedad de la vacunación para este grupo de edad.
«Creo que sería un error en este momento, hasta que tengamos más información sobre la seguridad», dijo el Dr. Cody Meissner, jefe de la División de Enfermedades Infecciosas Pediátricas de la Facultad de Medicina de la Universidad Tufts, durante una reunión celebrada la semana pasada.
Solo se disponía de datos de seguridad de unos 3500 participantes en un ensayo que examinaba la vacuna de Pfizer en niños de 5 a 11 años. Pero la mayoría de los datos procedían de aproximadamente la mitad de ese grupo, y de solo tres meses después de la vacunación. La otra parte solo fue monitoreada durante dos semanas.
Meissner y otros miembros de un panel asesor de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) votaron finalmente para aconsejar a la agencia que autorizara la vacuna de Pfizer para el grupo de edad y, después de que la agencia asumiera la recomendación, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomendaron el 2 de noviembre la vacuna para prácticamente todos los niños del grupo en el país.
El Dr. Peter Marks, funcionario de la FDA, afirmó durante la reunión que es probable que la autorización no conduzca a la obligatoriedad de la vacuna.
«Aunque es posible que se establezcan órdenes, supongo que, en general, no se han hecho órdenes con autorizaciones de uso de emergencia», dijo, y añadió que había ciertos gobernadores que habían dicho que no ordenarían las vacunas a menos que recibieran la aprobación reglamentaria.
La aprobación de las vacunas por parte de la FDA implica un umbral más alto que la autorización.
Los oradores del público instaron a los funcionarios a no autorizar la vacuna, en parte porque les preocupaba que sus hijos se vieran obligados a vacunarse, incluso si ya habían tenido COVID-19 anteriormente.
Christina Dietrich, representante de Mamás de Delaware que se Oponen a las Órdenes, propuso al panel asesor de los CDC que declararan explícitamente que no se debería obligar a los niños a recibir la vacuna de Pfizer.
«De lo contrario, su aprobación se utilizará para promulgar órdenes injustificadas por una EUA», dijo en una reunión esta semana.
Pero los miembros de ambos paneles intentaron en gran medida eximirse de los requisitos que se preveían.
«Nuestro propósito hoy como … comité no es discutir o considerar órdenes», dijo la semana pasada el Dr. Ofer Levy, director del Programa de Vacunas de Precisión del Hospital Infantil de Boston, y miembro del panel asesor de la FDA.
«Los miembros del ACIP no tienen nada que ver con estas determinaciones sobre las órdenes o lo que ocurre una vez que se hace esta recomendación», dijo el martes el Dr. Oliver Brooks, director médico de Watts Healthcare Corporation y miembro del panel asesor de los CDC.
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