El Senado de los Estados Unidos votó el miércoles por un estrecho margen para bloquear la orden de vacunación contra el COVID-19 del presidente Joe Biden para el sector privado.
En una votación de 52 a 48, principalmente en líneas partidistas, el Senado votó para aprobar una resolución de desaprobación (pdf) de la regla presentada por la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), que es supervisada por el Departamento de Trabajo.
Los 50 republicanos en la cámara alta se unieron al senador Mike Braun (R-Ind.) y al líder de la minoría del Senado Mitch McConnell (R-Ky.) para desafiar la medida bajo la Ley de Revisión del Congreso (CRA), que permite al Congreso revisar y, si es necesario, revocar las nuevas regulaciones implementadas por oficinas federales como la OSHA.
Dos demócratas, los senadores Joe Manchin III de West Virginia y Jon Tester de Montana, se unieron a los republicanos en la votación para revocar la orden de vacunación.
Dirigiéndose al pleno del Senado antes de la votación, el Senador Bill Hagerty (R-Tenn.) expuso su razonamiento para votar en contra de la orden.
“La orden de vacunación de Biden, como tantas otras políticas de la izquierda, tiene que ver con el poder, controlar más aspectos de la vida de los estadounidenses y, al hacerlo, erosionar la autonomía personal de los estadounidenses”, dijo Hagerty.
Una corte de apelaciones de EE. UU. rechazó el 12 de noviembre una impugnación de la administración Biden y reafirmó su decisión de suspender la orden general de vacunas de la OSHA, que requería que las empresas con 100 empleados o más se aseguraran de que los trabajadores estén vacunados contra COVID-19 antes del 4 de enero de 2022, o hacerse la prueba semanalmente y usar mascarilla.
El mes pasado, la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de EE. UU. en Nueva Orleans declaró en una opinión que la orden de la OSHA es «asombrosamente demasiado amplio» y le ordenó que «no tome medidas para implementar o hacer cumplir la orden hasta que se dicte una nueva orden judicial».
La corte había emitido previamente una suspensión temporal de la orden el 6 de noviembre, pendiente de litigio.
La orden fue introducida en septiembre por Biden, quien le dijo a la nación que “nuestra paciencia se está agotando” con los millones de estadounidenses que han optado por no vacunarse contra el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Para implementar la orden, Biden pidió a la OSHA que declarara una norma temporal de emergencia. En el pasado, dichos estándares se han utilizado para proteger a los empleados contra productos químicos peligrosos u otras toxinas similares.
La OSHA dijo en una declaración a The Epoch Times en ese momento que la norma temporal de emergencia «aseguraría que la fuerza laboral [de una empresa] esté completamente vacunada o requiera que cualquier trabajador que permanezca sin vacunar tuviera un resultado negativo en la prueba al menos una vez a la semana antes de venir a trabajar».
En total, la orden de Biden se extendería a aproximadamente 100 millones de estadounidenses, casi un tercio de todos los ciudadanos estadounidenses.
En la decisión de la corte federal de apelaciones el 12 de noviembre, declaró que la orden de vacunación de la administración Biden «plantea serias preocupaciones constitucionales» y «probablemente excede la autoridad del gobierno federal».
LA OSHA anunció poco después una decisión de suspender su implementación y ejecución.
Según el procedimiento de la CRA, si se anula una regla, las administraciones federales tienen prohibido emitir la misma regla o una regla sustancialmente similar.
La Casa Blanca ha seguido impulsando la retórica de que los estadounidenses no vacunados son los culpables de ralentizar la recuperación económica de la nación.
La Casa Blanca no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios de The Epoch Times. Sin embargo, los funcionarios de la administración de Biden han dicho que el presidente vetaría tal resolución si llega a su escritorio.
Con información de Joseph Lord.
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