El Senado espera recibir fondos para el nuevo coronavirus en las próximas dos semanas, dijo el jueves el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.).
«Tengo fe en que el Comité [de Asignaciones] considerará cuidadosamente la suma correcta a apropiarse en este momento para asegurar que las necesidades de nuestra nación estén completamente financiadas. Espero que puedan trabajar de manera expedita para que el pleno del Senado sea capaz de tomar la legislación dentro de las próximas dos semanas», dijo en el pleno del Senado en Washington.
La Casa Blanca presentó una solicitud de emergencia de 2500 millones de dólares para reforzar los esfuerzos para prevenir la propagación comunitaria del virus en Estados Unidos. El Congreso interrogó a altos funcionarios de salud el miércoles sobre la solicitud y la preparación, o la falta de ella, para la posible propagación del virus (…). Algunos legisladores dijeron que la solicitud de financiación era inadecuada y querían que se comprometieran fondos adicionales para los esfuerzos contra el nuevo virus.
El presidente Donald Trump, hablando en una conferencia de prensa el miércoles por la noche, dijo que el gobierno podría terminar gastando más de lo solicitado.
«Algunos republicanos quieren que consigamos 4000 millones de dólares y algunos demócratas quieren que consigamos 8500 millones de dólares, y estaremos satisfechos sea lo que sea», dijo Trump.
El líder de la minoría del Senado Chuck Schumer (D-N.Y.) esbozó una propuesta de 8500 millones de dólares para financiar la respuesta de emergencia al virus, que ha infectado a 60 personas en Estados Unidos hasta ahora, principalmente a los que fueron evacuados de China o Japón.
McConnell criticó a su homólogo, diciendo que las conversaciones bipartitas deberían haber tenido lugar antes de que se hiciera pública una propuesta diferente a la de la administración.
«Me siento confiado de que al coronavirus no le importan las disputas partidistas o los ciclos de noticias políticas. Esta nueva enfermedad no va a presionar la pausa para que los miembros puedan participar en una indignación performativa que nos aleja más de los resultados en lugar de acercarnos», dijo.
McConnell dijo que hay pocas dudas de que el virus causará finalmente una interrupción en Estados Unidos, haciéndose eco de las advertencias de los funcionarios federales de salud.
Las primeras medidas de la administración Trump, incluyendo las restricciones de viajes hacia y desde China, ayudaron a «mitigar y retrasar la propagación del virus aquí en nuestro país», dijo.
«Pero una nación de casi cuatro millones de millas cuadradas y más de 300 millones de personas no puede ser herméticamente cerrada del resto del mundo. Parece que no hay duda de que el COVID-19 eventualmente causará algún grado de perturbación aquí.»
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-California), dijo que «hay vidas en juego» y que el Congreso debe asegurarse de que el gobierno tenga los recursos para combatir el virus. En su conferencia de prensa semanal en el Capitolio, dijo que el Congreso se está acercando a un acuerdo bipartidista sobre la financiación de la respuesta al virus.
Pelosi y Schumer dijeron en una declaración conjunta que los demócratas están preocupados de que Trump intente transferir parte de la financiación que el Congreso apruebe para otra cosa y están tratando de asegurarse de que eso no suceda. También quieren que el costo de una vacuna para el virus, si se desarrolla con éxito, se fije en una cierta cantidad. El Secretario de Salud y Servicios Humanos Alex Azar dijo a los legisladores el miércoles que tal movimiento sería difícil.
«No podemos controlar ese precio porque necesitamos que el sector privado invierta. La prioridad es conseguir vacunas y terapéutica. Los controles de precios no nos llevarán allí», dijo.
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