El Senado mexicano aprueba poner a la Guardia Nacional bajo control militar

Por Chris Summers
26 de septiembre de 2024 11:27 AM Actualizado: 26 de septiembre de 2024 1:54 PM

El Senado mexicano aprobó el miércoles una reforma constitucional impulsada por el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, para que la Guardia Nacional pase a formar parte de las Fuerzas Armadas.

La Guardia Nacional, dirigida por civiles, no se creó hasta 2019, absorbiendo unidades de la policía federal, naval y militar.

Los críticos de la legislación afirman que otorgaría a los militares demasiado poder sobre la ley y el orden en México. Mientras que sus partidarios dicen que responde a la realidad que enfrenta el país en su lucha contra la delincuencia.

La iniciativa de reforma precisa que además de la adscripción a la Secretaría de la Defensa Nacional, el personal de la guardia sería de origen militar pero con formación policial y tendrá facultades para ejecutar tareas de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública.

Asimismo, la Guardia Nacional tendrá facultades para investigar delitos mediante acciones coordinadas con el Ministerio Público y las distintas policías.

Con la reforma, el o la titular del ejecutivo podrá disponer del Ejército, la Armada y de la Fuerza Aérea para apoyar en labores de seguridad pública. También designará a la comandancia de la Guardia Nacional.

A diferencia de Estados Unidos, la Guardia Nacional mexicana no es una reserva del ejército estatal y su principal función ha sido hacer cumplir la política migratoria, especialmente en la frontera con Guatemala.

López Obrador fue elegido presidente en 2018 y durante su mandato ha puesto a los militares en control de varias áreas que antes eran dirigidas por civiles, incluyendo los derechos de aduana y la operación aeroportuaria.

Anteriormente había impulsado una ley para poner a la Guardia Nacional bajo control militar, pero la Suprema Corte de México anuló la ley.

Tras las elecciones del pasado 2 de junio, donde el partido del presidente, Morena, obtuvo una mayoría calificada en el Congreso se optó por impulsar esta reforma a la Constitución.

Tras debatir durante toda la noche, el partido Morena y sus aliados de coalición superaron una oposición que se había basado en las preocupaciones expresadas por organizaciones de derechos humanos y las Naciones Unidas.

Morena niega que el cambio vaya a militarizar México e insiste en que hará que la Guardia Nacional se convierta en una fuerza de seguridad más eficaz.

En las primeras horas del miércoles, el Senado aprobó las reformas constitucionales a la Guardia Nacional por 86 votos a favor y 42 en contra, apenas alcanzando la mayoría de dos tercios requerida.

Luis Donaldo Colosio, senador de 39 años del partido opositor Movimiento Ciudadano, dijo que las reformas normalizarían la idea de que solo los militares pueden restaurar la paz y la ley y el orden en México.

«No es la paz de la justicia», dijo el senador.

El padre de Colosio, Luis Donaldo Colosio Murrieta, fue un candidato presidencial que fue asesinado en un mitin electoral en Tijuana en 1994, un incidente que sigue nublado por el misterio y las teorías de conspiración.

Mientras que el senador del Partido del Trabajo, Alberto Anaya Gutiérrez, consideró que la participación de los policías civiles no ha sido suficiente para abordar la inseguridad por lo que es necesario que participen las fuerzas armadas del país.

La medida había sido aprobada antes por la Cámara Baja del Congreso, controlada por el partido Morena de López Obrador.

La votación fue el segundo gran éxito en pocas semanas para López Obrador, que en octubre dará el relevo a su sucesora, Claudia Sheinbaum.

Hasta este jueves, 13 congresos estatales la avalaron y se necesitarán 4 más para que el presidente pueda promulgar la reforma a la Constitución.

Polémica reforma judicial

El 11 de septiembre, el Senado aprobó la controvertida reforma judicial que obligarían a 7000 jueces a someterse al voto popular.

Francisca Pou Giménez, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo a The Epoch Times en ese momento que la reforma judicial pondría a México en el mismo camino que Venezuela, donde dijo que el poder judicial estaba «subordinado» al partido gobernante, con un «daño profundo y duradero a la democracia».

Para la reformas judicial, López Obrador se había quedado a un voto del número requerido hasta que Miguel Ángel Yunes Márquez, senador del Partido Acción Nacional (PAN), cerró filas con Morena.

El jefe nacional del PAN, Marko Cortés, afirmó que Yunes Márquez y su padre habían acordado un «pacto de impunidad». En julio se emitió una orden de aprehensión contra Yunes Márquez, por presunta falsificación de documentos y fraude relacionados con su candidatura.

En la votación del miércoles en la Guardia Nacional, Yunes Márquez volvió a votar con la coalición oficialista encabezada por Morena y el Partido Acción Nacional dijo ese mismo día que ya no cuentan con ese voto opositor.

Yunes Márquez asumió como titular de la secretaría de la Comisión de Justicia del Senado que le pertenece a Morena. Sin embargo, el senador aclaró que aunque asumió este cargo no significa que pertenezca a esa bancada.

Un miembro de la Guardia Nacional Mexicana en un puesto de control cerca de una protesta por la liberación de un grupo de víctimas de secuestro en Chiapa de Corzo, estado de Chiapas, México, el 29 de junio de 2023. (Raúl Mendoza/AFP vía Getty Images)
Un miembro de la Guardia Nacional Mexicana en un puesto de control cerca de una protesta por la liberación de un grupo de víctimas de secuestro en Chiapa de Corzo, estado de Chiapas, México, el 29 de junio de 2023. (Raúl Mendoza/AFP vía Getty Images)

La Guardia Nacional depende actualmente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, pero ahora estará controlada por la Secretaría de la Defensa Nacional, que también supervisa al Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea.

Ante la preocupación por la corrupción en la policía, los militares mexicanos han desempeñado un papel cada vez más crucial en la guerra contra los cárteles de la droga de México.

En 2016 las fuerzas especiales navales de México jugaron un papel clave en la Operación Cisne Negro, la captura del jefe del cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán, más conocido como «El Chapo».

Morena había sido un férreo opositor de que los militares se hicieran cargo de la seguridad pública y cuando eran oposición realizaron protestas en 2017 contra la ley de seguridad del expresidente priista, Enrique Peña Nieto.

«Por el terror que tiene este desgobierno criminal, [es] que el pueblo ya se está levantando, y por otro lado del terror que ha generado con la inseguridad, planteándole a la gente que el único camino es el de la violencia», declaró el ahora presidente del Senado por el partido Morena, Gerardo Fernández Noroña, según recogió la periodista independiente Laura Bruges.

«¿Cómo va a hacer el único camino que el Ejército esté en las calles? Cuando el Ejército lleva 11 años en las calles y se ha empeorado la situación. Ese no es camino, al Ejército le vale [improperio] los derechos humanos, asesina a mansalva, si le dicen que tire a alguien, tira, han asesinado a ciudadanos en retenes militares, a familias, en Tlahuac barrieron ahí con todo el mundo porque así funcionan. Ellos no son para labores de seguridad pública».

Con información de Eduardo Tzompa, Associated Press y Reuters.


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