Un senador del estado de Arizona y varios votantes del condado de Mojave presentaron una demanda contra la secretaria de Estado y gobernadora electa Katie Hobbs y contra funcionarios del condado de Maricopa por las elecciones de mitad de periodo del 8 de noviembre, lo que provocó la reprimenda de un supervisor de Maricopa.
Respaldada por el Partido Republicano de Mojave, la demanda fue presentada por Borrelli ante el Tribunal Superior del condado de Mojave contra Hobbs, demócrata y máxima responsable electoral de Arizona, así como contra Stephen Richer, registrador de Maricopa, Bill Gates, presidente de la Junta de Supervisores de Maricopa, y otros miembros de la junta.
Su demanda tiene como objetivo «anular los resultados» de las elecciones a gobernador del 8 de noviembre en el condado de Maricopa, similar a un recurso legal presentado la semana pasada por la candidata republicana a la gobernación, Kari Lake.
«Debido a múltiples fallos sistémicos en la celebración de las elecciones en el condado de Maricopa, Arizona… la fuerza del voto de los residentes en el condado de Mojave, Arizona, se diluyó y se violaron sus derechos constitucionales», dice en parte la demanda.
Además de Borrelli, varios votantes anónimos del condado de Mojave se unieron a la demanda. La demanda incluía a «Jane y John Doe, et al» como demandantes junto al senador estatal.
Respuesta
El supervisor del condado de Maricopa, el demócrata Steve Gallardo, criticó en Twitter el martes por la mañana la presentación de la demanda por parte del senador estatal republicano Sonny Borrelli. Acusó a Borrelli de «utilizar nuestro sistema judicial para continuar con los esfuerzos frívolos y ridículos para socavar nuestra democracia».
La demanda, añadió, está «malgastando el dinero de los contribuyentes y el tiempo de los tribunales en una conspiración infundada», según su mensaje en Twitter. «El demandante y sus abogados deben rendir cuentas».
The Epoch Times se ha puesto en contacto con el condado de Maricopa y la oficina de Hobbs para hacer comentarios. Ni la oficina de Hobbs ni el condado de Maricopa han respondido públicamente.
En respuesta a la demanda de Lake, que también busca anular la elección a gobernador del estado, el equipo de Hobbs sugirió que sería desechada.
«Kari Lake necesita atención como un pez necesita agua, y expertos independientes y funcionarios electorales locales de ambos partidos han dejado claro que esta fue una elección segura y justa», dijo un comunicado de la campaña de Hobbs. «Los residentes de Arizona hicieron oír su voz y eligieron a Katie Hobbs como su gobernadora. Ninguna demanda molesta va a cambiar eso, y seguimos enfocados en prepararnos para comenzar a trabajar en el primer día de la administración de Katie Hobbs el próximo año”.
Un portavoz del condado de Maricopa dijo a Reuters que el sistema judicial es el lugar adecuado para las impugnaciones relacionadas con las elecciones después de que Lake presentara su demanda el 9 de diciembre.
Fields Moseley, el portavoz, dijo a Reuters esta semana que el condado de Maricopa, el más poblado de Arizona, «espera compartir hechos sobre la administración de las Elecciones Generales de 2022 y nuestro trabajo para asegurar que cada votante legal tuviera la oportunidad de emitir su voto».
Certificación
Después de las elecciones intermedias del 8 de noviembre, los funcionarios del condado de Mohave retrasaron la certificación de sus resultados electorales y expresaron incertidumbre sobre los resultados del condado de Maricopa. Hicieron referencia a reportes de problemas con las impresoras de papeletas en docenas de colegios electorales de Maricopa, que fueron confirmados por Gates y Richer durante una conferencia de prensa; los dos funcionarios de Maricopa, sin embargo, dijeron que no se privó de sus derechos a algún votante y que el problema de las impresoras se había resuelto más tarde ese mismo día.
Según los funcionarios de Maricopa, unos 70 de los 223 centros de votación del condado tuvieron problemas el 8 de noviembre y afirmaron que unas 16,000 papeletas no pudieron colocarse en las máquinas de tabulación. En ese momento dijeron a los votantes que depositaran sus papeletas en los buzones.
Eso provocó una reprimenda por parte de la oficina del Fiscal General del Estado, que envió una carta exigiendo información sobre los problemas relacionados con el día de las elecciones.
Pero los supervisores de Mojave votaron finalmente a favor de certificar las elecciones a finales de noviembre después de que su presidente, Ron Gould, afirmara que no tenía «otra opción» que votar a favor de la certificación o sería «arrestado y acusado de un delito grave».
«No creo que eso fuera lo que los fundadores tenían en mente cuando utilizaron el proceso democrático para elegir a nuestros líderes», dijo mientras emitía su voto.
Otra miembro de la Junta de Mojave, Hildy Anguis, dijo que se enfrentaba a acciones legales similares si no votaba a favor de la certificación.
«Creo que no certificar estas elecciones nunca fue nuestra intención. Sin duda, privaría de derechos a los votantes del condado de Mohave y perjudicaría a nuestros candidatos que trabajaron tan duro para ser elegidos», dijo.
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