El senador James Lankford (R-Okla.) compartió su experiencia durante un recorrido por la frontera sur de Estados Unidos esta semana, lamentando la gravedad de la crisis causada por un aumento significativo de los cruces fronterizos ilegales, particularmente de menores no acompañados.
Lankford fue uno de los 19 senadores que visitaron la frontera entre Estados Unidos y México, y las instalaciones que albergan a los menores no acompañados para comprobar de primera mano la magnitud de la crisis de la inmigración ilegal. El senador de Oklahoma documentó lo que vio en varios videos y publicaciones en las redes sociales en un intento por arrojar algo de luz sobre la situación, dado que la administración no ha concedido fácilmente el acceso a los medios de comunicación.
«Esta es absolutamente una situación de frontera abierta», dijo Lankford en uno de sus videos. «Cualquiera que quiera entrar desde cualquier país del mundo, si camina por este puente aquí en McAllen, Texas, en el lado de México y llega aquí, y paga a los cárteles —para llegar a esta área para que los cárteles, le hagan pagar una cuota para venir aquí en el lado de México— entonces entran aquí, y todos son liberados.
«Así que no importa cuáles sean tus antecedentes, no importa quién seas, si vienes por este punto de aquí, vas a ser liberado. Así es como se ven realmente las fronteras abiertas. Por eso es un problema», añadió.
Lankford estaba describiendo un centro de procesamiento temporal en McAllen, Texas, situado a menos de una milla de la frontera entre Estados Unidos y México, donde los inmigrantes ilegales, en particular las unidades familiares, estaban entrando en Estados Unidos. Los migrantes, dijo, eran detenidos por los agentes de la Patrulla Fronteriza tras entrar en Estados Unidos y conducidos a una zona de retención temporal bajo un puente. Después de obtener información básica sobre los migrantes, las familias con niños de 6 años o menos reciben un Aviso de Comparecencia, y luego son transportadas a una estación de autobuses en el centro de McAllen, Texas, donde fueron liberadas.
Dijo que aunque el Aviso de Comparecencia requiere que los inmigrantes ilegales comparezcan ante el tribunal en una fecha posterior, algunas de las audiencias judiciales pueden no ocurrir hasta dentro de tres años.
«Sé por qué el presidente Biden no quiere que los medios de comunicación estén en la frontera sur: porque tenemos una frontera abierta», dijo a los periodistas durante una conferencia de prensa el viernes tras una visita a un centro de detención en Donna, Texas.
Epoch Times se ha puesto en contacto con el Departamento de Seguridad Nacional para una solicitud de comentarios.
El relato del senador sobre la frontera se produce al mismo tiempo que el legislador demócrata de Texas, el representante Henry Cuellar (D-Texas), expresó su preocupación esta semana por la liberación de 150 inmigrantes ilegales sin una futura fecha de juicio o cualquier aviso.
Cuellar dijo que fueron «liberados sin siquiera un Aviso de Comparecencia, lo cual es, en mi opinión, algo sin precedentes que vayas a liberar a alguien y esperar que se presente sin una fecha de juicio». Ninguna de las personas que fueron detenidas eran niños no acompañados, dijo.
Estados Unidos se enfrenta en las últimas semanas a una importante afluencia de inmigrantes ilegales, en particular de menores no acompañados, que han desbordado las instalaciones y los recursos fronterizos.
Aunque las familias y los adultos solos están siendo expulsados en la frontera, según dijo la semana pasada el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, la administración sigue aceptando a los menores no acompañados que llegan ilegalmente.
La Oficina de Administración de Personal (OPM) de EE. UU. emitió el jueves pasado un memorando dirigido a los jefes de los departamentos y agencias del ejecutivo en el que solicitaba ayuda temporal para reforzar los recursos de personal en la frontera.
Varias fotos recientes de los centros de detención proporcionadas por la CBP, algunos legisladores y organizaciones sin ánimo de lucro muestran a niños durmiendo en condiciones de hacinamiento sobre alfombras y, en algunos casos, en el suelo. Otras fotos muestran a niños muy pequeños durmiendo en colchonetas o jugando en un corralito.
Un agente de la patrulla fronteriza que habló con The Epoch Times bajo condición de anonimato describió las condiciones como antihigiénicas y propicias para las enfermedades, incluida la COVID-19.
«Cualquier enfermedad que haya allí, se mantiene allí como una placa de Petri. El olor es abrumador», dijo el agente, describiendo las condiciones en una instalación en el sur de Texas.
Algunos legisladores republicanos han argumentado que la creciente crisis es el resultado de la decisión del presidente Joe Biden de anular varias políticas de inmigración de la era Trump que permitieron frenar el flujo de cruces fronterizos ilegales. Esto incluía el Protocolo de Protección a Migrantes, piedra angular de su predecesor, que puso fin de forma efectiva a la problemática política de «captura y liberación», frenando de forma significativa el aumento de inmigrantes ilegales visto en la frontera sur en 2019.
En un retorno a las políticas de la era Obama que facilitan la «captura y liberación», la Administración Biden está volviendo a liberar a menores no acompañados en el país. Varios legisladores argumentan que la actuación de Biden se ha interpretado como una señal para que los posibles migrantes viajen a Estados Unidos.
La Administración Biden, por su parte, ha tratado de echar la culpa a la administración del expresidente Donald Trump, y Mayorkas dijo que el gobierno anterior había «desmantelado la forma ordenada, humana y eficiente de permitir a los niños hacer sus reclamaciones bajo la ley de Estados Unidos en su propio país».
El número de unidades familiares (19,246) y de menores no acompañados (9457) que cruzaron ilegalmente aumentó significativamente en febrero, en comparación con las 7294 unidades familiares y los 5585 menores no acompañados de enero, y las 4404 unidades familiares y los 4993 menores no acompañados de diciembre de 2020.
Del mismo modo, Estados Unidos también se enfrentó a un fuerte aumento de los cruces ilegales en febrero, con 100,441 cruces detectados, en comparación con los 78,442 de enero, los 74,018 de diciembre y los 72,111 de noviembre.
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