Un grupo de senadores estadounidenses pide al presidente Joe Biden que ponga en marcha una norma que obliga a las instituciones académicas estadounidenses a revelar sus relaciones con los Institutos Confucio (IC) financiados por Beijing, una propuesta de la era Trump que fue desechada discretamente por Biden el mes pasado.
«Tenemos preocupaciones significativas con respecto a las acciones nefastas del PCCh [Partido Comunista Chino] y le instamos a seguir sus compromisos para favorecer los intereses del pueblo estadounidense mientras respondemos colectivamente al desafío que plantea el PCCh», escribieron los senadores republicanos Marco Rubio (R-Fla.), Mitt Romney (R-Utah), Chuck Grassley (R-Iowa) y Rob Portman (R-Ohio) en una carta (pdf) a Biden el 23 de febrero.
El 31 de diciembre de 2020, la Administración Trump presentó una propuesta, denominada «Establecimiento del requisito para que las escuelas certificadas por el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio revelen los acuerdos con los Institutos y Aulas Confucio», que buscaba garantizar que las universidades y las escuelas K-12 que están certificadas para acoger programas de intercambio revelen sus vínculos financieros con los IC y sus afiliadas Aulas Confucio.
Sin embargo, el gobierno de Biden desechó discretamente esa propuesta el 26 de enero, según la Oficina de Información y Asuntos Regulatorios (OIRA, por sus siglas en inglés) que es una división de la oficina de presupuesto de la Casa Blanca.
Los IC se anuncian como lugares para aprender mandarín, estudiar la cultura china y conseguir una beca. Están financiados y dotados de personal por Hanban, una organización sin ánimo de lucro que dice ser no gubernamental, pero que está directamente controlada por el PCCh, según un informe del subcomité de investigaciones del Comité de Seguridad Nacional del Senado (pdf).
Los institutos fueron objeto de un intenso examen por parte de funcionarios estadounidenses durante la Administración Trump por la preocupación de que difundan propaganda china, restrinjan la libertad académica y faciliten el espionaje en las aulas estadounidenses.
«Creemos que es críticamente importante comprender mejor y reducir la influencia del PCCh en el pueblo estadounidense, incluso a través de Hanban, su brazo propagandístico que dirige los Institutos Confucio a través del Ministerio de Educación de la RPC», añadieron los senadores. «La norma propuesta es un paso necesario en ese esfuerzo y aportaría la necesaria transparencia de los Institutos Confucio».
Los senadores instaron a Biden a «proteger a los estudiantes de nuestra nación aplicando la transparencia». Citaron un informe del Comité de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales que destaca el objetivo a largo plazo del régimen chino de «ejercer influencia política sobre las élites estadounidenses» a través del sistema educativo de Estados Unidos.
En la actualidad, los IC operan en al menos 60 universidades y unas 500 Aulas Confucio en escuelas primarias y secundarias de todo el país.
«La financiación de los Institutos Confucio viene con condiciones que pueden comprometer la libertad académica (…) Los profesores chinos firman contratos con el gobierno chino en los que se comprometen a no dañar los intereses nacionales de China», dijeron los senadores. «Tales limitaciones intentan exportar la censura china del debate político e impiden la discusión de temas potencialmente sensibles desde el punto de vista político».
Ha habido una reacción mundial contra los IC del PCCh, sobre todo en Australia, Canadá y Reino Unido. En 2013, la Universidad McMaster de Canadá se convirtió en la primera universidad de Norteamérica en cerrar su Instituto Confucio.
La National Association of Scholars, un grupo de defensa de la educación, informó que hasta el 17 de febrero, 64 Institutos Confucio han cerrado o están en proceso de cerrar.
La Casa Blanca no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios de The Epoch Times.
Con información de Frank Fang.
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