Un par de senadores estadounidenses presentaron el 16 de abril un proyecto de ley bipartidista destinado a reforzar las leyes nacionales de recursos comerciales y a proteger a los trabajadores estadounidenses de lo que denominaron «prácticas comerciales desleales» de China.
Los senadores Rob Portman (R-Ohio) y Sherrod Brown (D-Ohio) presentaron la Ley de Eliminación de las Distorsiones del Mercado Global para Proteger los Empleos Estadounidenses, afirmando en un comunicado de prensa que el fortalecimiento de las leyes estadounidenses garantizará que sigan siendo «herramientas eficaces» para luchar contra las prácticas comerciales de Beijing.
Protegerá a los trabajadores estadounidenses en sectores que son importantes para el estado de Ohio, dijeron Portman y Brown.
El proyecto de ley establecería un nuevo concepto de «investigaciones sucesivas» para mejorar la eficacia del sistema de recursos comerciales de Estados Unidos a la hora de responder a los «infractores reincidentes y a los tramposos en serie», ayudando a nivelar las condiciones de los trabajadores estadounidenses, dijeron los senadores.
También ayudaría a bloquear el exceso de capacidad siderúrgica que deja a los trabajadores y a las empresas del estado en desventaja competitiva, dijeron.
En la última década, el régimen comunista de China ha creado grandes empresas estatales en varias industrias como el aluminio, el acero y los paneles solares a través de fuertes subsidios gubernamentales.
El expresidente Donald Trump, en un intento por hacer frente a las prácticas comerciales desleales de China, impuso aranceles a una larga lista de importaciones chinas, incluyendo el aluminio y el acero, lo que desencadenó la «guerra comercial» entre Estados Unidos y China.
Ambas partes firmaron un acuerdo comercial de primera fase en enero de 2020, que obliga a China a comprar 200,000 millones de dólares adicionales en bienes y servicios estadounidenses durante 2020 y 2021, en comparación con los niveles de 2017. Sin embargo, un informe publicado en febrero de este año descubrió que China solo ha comprado el 57 por ciento de lo prometido en el marco del acuerdo.
«Durante décadas, las prácticas comerciales desleales de China han costado innumerables puestos de trabajo en Estados Unidos y han perjudicado a nuestra economía», dijo Portman en Twitter al anunciar la legislación. «Es hora de que nos enfrentemos a China tomando medidas para proteger los puestos de trabajo en sectores que son importantes para Ohio y para toda la nación».
El senador republicano dijo que el proyecto de ley reforzará las leyes antidumping y de derechos compensatorios estadounidenses para desafiar las prácticas comerciales de China y proteger a los trabajadores estadounidenses.
«En ningún lugar es más evidente el desprecio de China por el libre mercado que en la crisis de sobrecapacidad del acero. Hace veinte años, China producía el 18 por ciento del suministro mundial de acero. Ahora es aproximadamente el 50 por ciento», dijo Portman.
«Hoy es el acero, pero mañana podrían ser los vehículos eléctricos o los semiconductores. Este exceso de capacidad es el resultado de las decisiones deliberadas de China de subvencionar sus industrias y degradar el libre mercado en busca del dominio del mercado mundial, todo ello a costa de los empleos estadounidenses», añadió.
Brown dijo en un comunicado que los «tramposos del comercio» han cerrado plantas en todo Ohio, han dejado a los residentes sin trabajo y han distorsionado los mercados.
«Esta legislación bipartidista reforzará nuestras leyes de remedios comerciales, dejará claro que Estados Unidos tiene las herramientas para luchar contra estas prácticas dañinas y ayudará a mantener a los trabajadores de Ohio en sus puestos de trabajo», dijo.
La legislación propuesta ha sido elogiada por Kevin Dempsey, presidente y CEO del American Iron and Steel Institute (AISI). Dempsey ha dicho que es un impulso en la dirección correcta para promover una competencia más justa para la industria estadounidense, y que dará a los estadounidenses la confianza de que su gobierno «tiene todas las herramientas disponibles para luchar por la igualdad de condiciones para cada trabajador estadounidense».
Frank Fang contribuyó a la elaboración de este artículo.
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