Los mensajes de texto del Servicio Secreto de EE. UU. enviados el día en que se produjo la irrupción en el Capitolio de EE. UU. fueron borrados, según informó esta semana un organismo de control.
Una serie de mensajes de texto del 5 y 6 de enero de 2021 «fueron borrados como parte de un programa de sustitución de dispositivos», dijo Joseph Cuffari, inspector general del Departamento de Seguridad Nacional, a los legisladores en una carta del 13 de julio obtenida por The Epoch Times.
El Departamento, o DHS, es la agencia matriz del Servicio Secreto.
Las supresiones se hicieron después de que la oficina de Cuffari (OIG) solicitara los registros como parte de su evaluación de los acontecimientos en el Capitolio el 6 de enero de 2021, según Cuffari, una persona nombrada por Trump.
Anthony Guglielmi, jefe de comunicaciones del Servicio Secreto, dijo en un comunicado que «la insinuación de que el Servicio Secreto borró maliciosamente los mensajes de texto tras una solicitud es falsa».
Según Guglielmi, en enero de 2021 el servicio comenzó a restablecer los teléfonos móviles a los valores de fábrica como parte de una migración del sistema previamente planificada. En el proceso, se perdieron los datos de algunos teléfonos.
«La OIG del DHS solicitó las comunicaciones electrónicas por primera vez el 26 de febrero de 2021, después de que la migración estuviera muy avanzada. El Servicio Secreto notificó a la OIG del DHS la pérdida de datos de algunos teléfonos, pero confirmó a la OIG que ninguno de los textos que buscaba se había perdido en la migración», dijo el portavoz.
Cuffari dijo que el personal de todo el DHS dijo a los inspectores de su oficina que no podían proporcionar los registros directamente a la OIG sin una revisión por parte de los abogados del gobierno. Esto ha provocado un retraso de semanas en la obtención de los registros por parte del organismo de control «y ha creado confusión sobre si se han presentado todos los registros», dijo.
Guglielmi rebatió esta acusación, afirmando que el Servicio Secreto ha cooperado plenamente.
El DHS no respondió a una solicitud de comentarios.
«Profundamente preocupados»
La carta de Cuffari se dirigió a los presidentes y miembros de mayor rango de los comités de seguridad nacional de la Cámara de Representantes y del Senado.
«Estoy profundamente preocupado por la carta que he recibido del inspector general del DHS, en la que se documentan los retrasos del Departamento en la presentación de materiales al inspector general y la supresión de registros tras las peticiones del inspector general. Es esencial que el Departamento sea transparente con su inspector general, con el Congreso y con el público estadounidense», declaró a The Epoch Times el senador Rob Portman (R-Ohio), miembro principal de la Comisión de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado, en una declaración enviada por correo electrónico.
El senador Gary Peters (D-Mich.), que preside el panel, y el representante John Katko (D-N.Y.), el principal republicano del comité de la Cámara de Representantes, no respondieron a las solicitudes de comentarios.
El representante Bennie Thompson (D-Miss.), presidente de la comisión de la Cámara de Representantes y del comité especial que investiga la filtración del 6 de enero, se negó a hacer comentarios inmediatamente.
Hutchinson
La revelación sobre los mensajes borrados se produce después de que Cassidy Hutchinson, una exasesora de la Casa Blanca, testificara ante Thompson y otros miembros del comité especial.
Hutchinson dijo que, según un agente del Servicio Secreto con el que habló, el entonces presidente Donald Trump se abalanzó sobre un agente y luego sobre el volante del coche que conducía un agente el 6 de enero.
El esfuerzo se debió a que Trump estaba frustrado porque el Servicio Secreto se negó a permitirle unirse a sus partidarios en la protesta en el Capitolio porque la zona no había sido asegurada, alegó la exayudante de Mark Meadows.
El exjefe de gabinete de Trump, Mick Mulvaney, que precedió a Meadows, dijo que le creía a Hutchinson, pero otros pusieron en duda la afirmación.
La historia «es ‘enfermiza’ y fraudulenta, muy parecida a la del propio Comité No Selecto», dijo Trump en un posteo en Truth Social.
El Servicio Secreto aún no ha comentado públicamente las afirmaciones.
La historia de segunda mano, entre otras que contó Hutchinson, no habría sido permitida en un tribunal real, dijo el abogado Wally Zimolong a The Epoch Times.
«Es el clásico testimonio de oídas», dijo.
Con información de Joseph Lord y Beth Brelje.
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