Shein publicó su informe 2023 sobre sostenibilidad e impacto social el 22 de agosto, confirmando la preocupación de los legisladores estadounidenses por las violaciones laborales de los proveedores chinos de Shein.
Durante las auditorías, la empresa descubrió dos casos de trabajo infantil, definido como cualquier persona menor de 15 años, o por debajo de la edad mínima para trabajar en la región o país local. En China, la edad mínima es de 16 años.
El informe señala que Shein suspendió los contratos con los fabricantes y que «ambos casos se resolvieron rápidamente», tras lo cual reanudó su trabajo con ellos. Según la empresa, esto supuso un descenso con respecto a 2022, cuando el 0.3% de sus auditorías descubrieron infracciones en materia de trabajo infantil.
«De acuerdo con la política del SRS vigente en aquel momento, se concedió a los proveedores infractores un plazo de 30 días para subsanar sus infracciones», dice el informe. «Ambos casos se resolvieron rápidamente, y entre las medidas correctoras se incluyeron la rescisión de contratos con empleados menores de edad, el pago de los salarios pendientes, la organización de revisiones médicas y la repatriación a los padres o tutores legales en caso necesario».
Shein afirma que la normativa en este ámbito se reforzo exigiendo a los fabricantes que comprueben la identificación y mantengan registros al seleccionar a las nuevas personas que contraten. También actualizó su política para dar de baja en el futuro a los proveedores que infrinjan la normativa sobre trabajo infantil o forzado.
El informe no identificó casos de trabajo forzado. La empresa había descubierto trabajo forzado en el 0.1% de las auditorías realizadas en 2022.
También detectó infracciones salariales, como pagar por debajo del salario mínimo local o retrasar los pagos, en el 0.5% de las auditorías realizadas en China. Según el informe, todos los casos se subsanaron en 30 días.
La empresa recurrió principalmente a agencias de verificación externas para realizar una auditoría en 3990 centros de proveedores y subcontratistas en China, otorgando a cada uno una calificación de la A a la E. Tiene más de 16,000 empleados en todo el mundo y trabaja con unos 5800 fabricantes contratados, según el informe.
En 2023, Shein rescindió contratos con tres proveedores por no subsanar las infracciones de su política, con uno por recibir dos calificaciones de suspenso consecutivas y con otro por negarse a someterse a una auditoría. La mayoría (51%) de los proveedores recibieron una calificación C, aunque el informe no detalla los criterios para los niveles de calificación.
Shein es signataria del Pacto Mundial de las Naciones Unidas y está obligada a respetar la legislación laboral internacional que prohíbe el trabajo forzado e infantil. El año pasado, la empresa incluyó en sus contratos cláusulas más específicas para prohibir el trabajo forzado, como la prohibición de que los proveedores cobren tarifas de contratación o exijan a los trabajadores que entreguen su documento de identidad.
«Hemos apoyado a nuestros proveedores con formación para abordar los riesgos de cumplimiento en sus operaciones, al tiempo que hemos dado el paso firme pero necesario de poner fin a las relaciones laborales cuando estaba justificado», escribió Sky Xu, CEO de Shein, en una nota previa al informe.
Shein tiene como objetivo alcanzar las emisiones netas cero para 2050, adoptar iniciativas internas adicionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, utilizar fuentes de energía renovables y tener una cadena de suministro textil totalmente circular también para 2050.
Según el informe, en 2023 el 72% de la electricidad de Shein procedía de fuentes renovables, frente al 68% de 2022. Esto no tiene en cuenta a los proveedores y subcontratistas, pero el informe afirma que las nuevas iniciativas tendrán como objetivo ayudar a los proveedores a ser más eficientes energéticamente.
En asociación con el Apparel Impact Institute, Shein introdujo proyectos de reducción de residuos de energía y agua en 28 centros de proveedores, que se calcula que ahorrarán 14046 MWh de electricidad y 46,000 toneladas métricas de emisiones de carbono al año.
Según el informe, las emisiones de carbono de Shein pasaron de 9.17 millones de toneladas métricas en 2022 a 16.68 millones de toneladas métricas en 2023, lo que refleja el crecimiento de la empresa.
Shein, que describe su modelo de negocio como «a la carta», creció rápidamente en el mercado estadounidense de la moda rápida desde que entró en 2016. De marzo de 2020 a marzo de 2022, más que duplicó su cuota de mercado del 18% al 40%, según Statista, y sigue siendo el sitio web más visitado en la categoría de moda y ropa en Estados Unidos, según Similar Web.
Preocupación por las infracciones laborales
Los legisladores estadounidenses han expresado en repetidas ocasiones su preocupación por las violaciones laborales en las empresas chinas que venden productos a los consumidores estadounidenses, ya que se sabe que el Partido Comunista Chino (PCCh) utiliza campos de trabajos forzados. En los últimos meses, se han confirmado varios casos de trabajos forzados en China.
En 2022 entró en vigor la Ley de Prevención de Trabajo Forzado Uigur (UFLPA, por sus siglas en inglés), que prohíbe la importación de productos sometidos a trabajos forzados. El nombre de la ley hace referencia a la persecución del PCCh de la minoría étnica uigur en Xinjiang, que se sabe que implica trabajos forzados.
La región de Xinjiang representa el 87% de la producción de algodón de China, según un informe federal de 2022. Un estudio reciente descubrió que el algodón de Xinjiang se utilizó en el 19 por ciento de las importaciones estadounidenses, por encima del 16 por ciento encontrado en una encuesta de terceros en 2022.
Grupos bipartidistas de legisladores han pedido repetidamente a Shein que haga más para garantizar que no se está beneficiando de los proyectos de trabajos forzados del PCCh. Empresas como Shein y Temu han señalado que la UFLPA no se aplica a sus importaciones porque los paquetes enviados desde China a los consumidores tienen un valor individual inferior a 800 dólares y no están sujetos a inspección en la frontera.
El pasado mes de noviembre, Shein solicitó una oferta pública inicial en Estados Unidos, lo que suscito nuevas peticiones de los legisladores, que exigen que el minorista electrónico demuestre que no se beneficia del trabajo esclavo si quiere cotizar en la bolsa estadounidense.
En junio, Shein solicitó una oferta pública inicial en Londres de forma confidencial, y el senador Marco Rubio (R-Fla.), que presentó la UFLPA, instó a los legisladores británicos a investigar a la empresa antes de permitirle salir a bolsa.
Las autoridades británicas han coincidido con las preocupaciones de los legisladores estadounidenses.
«Para ser absolutamente claro, si alguna empresa tuviera trabajo forzado en su cadena de suministro, no debería hacer negocios en el Reino Unido en absoluto, no debería ser una cuestión de dónde cotiza», dijo a Times Radio el secretario de Negocios británico, Jonathan Reynolds.
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