DEL RIO, Texas. Los agentes de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. que fueron acusados falsamente de azotar a inmigrantes ilegales en la frontera entre EE.UU. y México han visto como sus carreras fueron “arruinadas” por el presidente Joe Biden, le dijo a The Epoch Times el jefe del sindicato de la agencia.
“Este presidente arruinó sus carreras”, dijo Brandon Judd, presidente del sindicato nacional de la Patrulla Fronteriza.
Una gran cantidad de medios de comunicación en el otoño de 2021 afirmaron que agentes de la Patrulla Fronteriza a caballo azotaron a extranjeros haitianos que ingresaban a Estados Unidos cruzando el Río Grande en Del Río, Texas. Posteriormente, los medios se retractaron de las afirmaciones.
Varios funcionarios gubernamentales, incluido Biden, usaron un lenguaje similar.
Biden les dijo a los periodistas que observó a los agentes “atar con correas” a los inmigrantes y calificó lo ocurrido como “indignante”.
“Te lo prometo, esa gente pagará. Lo harán, ahora se está llevando a cabo una investigación y habrá consecuencias. Habrá consecuencias. Es una vergüenza. Pero más allá de la vergüenza, es peligroso; Es incorrecto. Envía el mensaje equivocado a todo el mundo. Envía el mensaje equivocado en casa. Simplemente no es lo que somos”, dijo el demócrata en ese momento.
Sin embargo, una revisión interna publicada el 8 de julio dijo que «no había evidencia» de que los agentes «golpearan a ninguna persona, intencionalmente o de otra manera». Además, los fiscales estadounidenses se negaron a acusar a ninguno de los agentes involucrados, reveló la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
“El presidente los acusó de un hecho delictivo. No se ha disculpado por eso”, le dijo Judd a The Epoch Times.
Dijo que no espera que Biden o la vicepresidenta Kamala Harris, quien dijo que estaba “indignada” por el trato a los inmigrantes ilegales, se disculpen.
La Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios.
Los agentes fueron puestos rápidamente en funciones administrativas después de la amplia cobertura del incidente del 19 de septiembre de 2021. En ese momento, hasta 30,000 inmigrantes ilegales, en su mayoría haitianos, habían ingresado a Estados Unidos y habían creado un campamento improvisado debajo de un puente internacional mientras esperaban ser procesados por la Patrulla Fronteriza. A medida que las condiciones se deterioraban, aumentaban los rumores de disturbios.
Cuatro agentes enfrentan cargos disciplinarios, dijo el comisionado de la CBP, Chris Magnus, (un funcionario designado por Biden) a los periodistas durante una sesión informativa el 8 de julio. Según el informe, eso incluye a un agente que actuó de manera poco profesional al gritarle a un inmigrante ilegal y casi entrar en contacto con un niño pequeño en la rampa que sale del río.
En múltiples ocasiones, los agentes montados “usaron la fuerza o la amenaza de la fuerza para llevar a los migrantes de regreso al Río Grande, a pesar de que estaban dentro de los límites territoriales de Estados Unidos”, indicó el informe.
“No vamos a discutir hoy los detalles de las propuestas disciplinarias. Pero cuando sea apropiado hacerlo, haremos públicas las acciones disciplinarias finales de acuerdo con los derechos de privacidad de los empleados individuales”, le dijo Magnus a los periodistas.
El sindicato de la Patrulla Fronteriza representa a tres agentes; la cuarta persona que enfrenta medidas disciplinarias es un supervisor, según Judd.
Dijo que le preocupa que los investigadores “no tuvieran más remedio que encontrar algún tipo de falla” dada la rápida condena de Biden, Harris y el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
“Y la falla que encontraron es una de las más débiles que he visto en mis 25 años de carrera. Al ver acusaciones disciplinarias una y otra vez, nunca había visto una acusación más endeble”, dijo Judd.
Dijo que la situación ha sido “absolutamente desmoralizadora” para los agentes porque los agentes involucrados estaban realizando una operación legítima de aplicación de la ley.
Un agente de la Patrulla Fronteriza en el sector de Del Río, que habló bajo condición de anonimato por temor a las repercusiones, le dijo a The Epoch Times que los agentes sobre el terreno fueron puestos por la dirección para que fracasaran en una «situación sin salida» debido a la falta de personal y de capacidad para manejar eficazmente la avalancha de extranjeros ilegales que entraban en Estados Unidos el día en cuestión.
“Con respecto a la patrulla a caballo, sabemos lo que pasó. Los agentes saben lo que pasó. El liderazgo sabe lo que pasó. Y en lugar de respaldar a sus agentes por hacer lo mejor que podían con lo poco que tenían, nuestros líderes ‘el lunes por la mañana salieron como mariscales de campo’ de sus cómodas oficinas y se fueron de pesca, buscando razones para meter a los agentes en problemas para apaciguar a los de esta administración”, dijo el agente. “Nuestros líderes tienen que dejar de decir ‘El honor es lo primero’ y empezar a vivir ‘El honor como lo primero’”.
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