Uno de los 13 hombres arrestados y acusados por presuntamente ayudar a tramar el secuestro de la gobernadora de Michigan había sido indultado en otro estado el año pasado.
El gobernador de Delaware, el demócrata John Carney, indultó en abril de 2019 a Barry Croft, de 44 años.
Carney indultó a Croft por siete cargos, incluyendo posesión de un arma de fuego durante la perpetración de un delito, robo de más de 500 dólares y agresión en tercer grado. Los cargos se originaron en incidentes de la década de 1990.
Según los documentos del indulto, Croft cumplió «la libertad condicional y/o la obligación financiera para estos casos».
Croft compareció ante la Junta de Indultos del estado el 13 de diciembre de 2018. El estado no se opuso al indulto.
La junta recomendó que se emitiera el indulto «en base a la falta de oposición del estado y la necesidad de un indulto por cuestiones de empleo».
La vicegobernadora Bethany Hall-Long, una demócrata que preside la Junta de Indultos, dijo en una declaración al Delaware News-Journal que la junta consideraba varios factores al decidir si recomendar un indulto al gobernador, incluyendo la naturaleza del incidente y el impacto en el empleo y la vivienda.
«Todos esos factores fueron considerados en esta recomendación», dijo.
Otros funcionarios estatales defendieron la decisión.
«La administración anterior no se opuso a esta solicitud porque los antecedentes penales de Croft tenían más de 20 años y a todos los involucrados les pareció que sus delitos estaban en su pasado y que se había encauzado por el camino correcto», dijo Mat Marshall, portavoz de la fiscal general demócrata Kathy Jennings, a The Associated Press.
«No hace falta decir que nadie, ni el Departamento de Justicia ni la Junta de Indultos bipartidista, habrían apoyado un indulto de haber sabido lo que deparaba el futuro».
«Los cargos presentados en Michigan son inquietantes y todos los acusados en este complot deben ser procesados con todo el peso de la ley. Esta es también otra señal de advertencia sobre la creciente amenaza de violencia y radicalización en nuestra política», añadió Jonathan Starkey, un portavoz de Carney, en una declaración a medios de comunicación.
Croft está acusado de conspirar con otros hombres, incluyendo miembros de una milicia llamada Wolverine Watchmen, para secuestrar a la gobernadora de Michigan, la demócrata Gretchen Whitmer, en su casa de vacaciones.
Croft fue uno de los primeros participantes y se reunió con otros 14 en Dublin, Ohio, para hablar sobre el establecimiento de una nueva sociedad. Varias personas propusieron tomar medidas violentas, incluso contra el gobierno de Michigan y Whitmer, que según ellos estaban violando la Constitución de Estados Unidos.
Croft participó en ejercicios de entrenamiento, incluyendo simulacros de combate, según los documentos de la corte. También participó en una operación de vigilancia nocturna de la casa de Whitmer en septiembre.
Croft fue acusado de conspiración y podría ser condenado a cadena perpetua.
Un abogado de oficio que figura como abogado de Croft no respondió a una solicitud de comentarios.
La detención de Croft se ordenó durante una audiencia del 8 de octubre. Está previsto que comparezca en una audiencia virtual el 13 de octubre.
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