El gobierno sudafricano levantó la mayoría de las restricciones en el país, ya que los funcionarios declaran que «pueden haber pasado el punto máximo de la cuarta ola» de COVID-19.
Las restricciones se eliminaron «en función de la trayectoria de la pandemia, los niveles de vacunación en el país y la capacidad disponible en el sector sanitario», dice la declaración del gobierno de Mondli Gungubele, ministro sudafricano de la presidencia.
«Todos los indicadores sugieren que el país puede haber superado el máximo del cuarto brote a nivel nacional», se lee en la declaración, citando una disminución de nuevos casos y hospitalizaciones en la mayoría de las provincias.
El Departamento de Salud del país informó de un descenso a 29.7 nuevos casos detectados en la semana que terminó el 25 de diciembre. Esta cifra contrasta con el número de casos encontrados en la semana anterior, que fue de 127,753.
El gobierno eliminará el toque de queda que se aplicaba desde la medianoche hasta las 4 de la mañana y suavizará los límites de las reuniones.
«Las reuniones se limitan a un máximo de 1000 personas en el interior y a un máximo de 2000 personas en el exterior», dice una declaración de la reunión especial del gabinete celebrada el jueves.
«Cuando el lugar de celebración es demasiado pequeño para acoger a este número con un distanciamiento social adecuado, no se podrá utilizar más del 50 por ciento de la capacidad del lugar. Todas las demás restricciones se mantienen».
El gobierno también dictaminó que los locales de venta de alcohol con licencia para operar más allá de las 11 de la noche pueden volver a las condiciones de la licencia completa.
Las mascarillas siguen siendo obligatorias en los espacios públicos y las personas pueden ser acusadas de un delito penal si no llevan una mascarilla cuando se les exige.
Sudáfrica se encuentra ahora en el nivel más bajo de alerta de COVID-19, de un total de cinco niveles.
El país anunció que había detectado una nueva variante a finales de noviembre y a continuación la Organización Mundial de la Salud (OMS) la denominó «ómicron».
Los científicos holandeses afirman que la variante ómicron había estado circulando en Países Bajos antes de su detección en Sudáfrica el 24 de noviembre. En concreto, dos muestras de pacientes tomadas en Países Bajos los días 19 y 23 de noviembre contenían la variante, según el instituto de salud holandés RIVM.
Pese a que la nueva variante ómicron se ha extendido rápida y ampliamente por todo el mundo, en su mayoría está produciendo síntomas leves con pocos registros de muertes relacionadas a la misma cepa.
«Aunque la variante ómicron es altamente transmisible, se han registrado menores tasas de hospitalización que en brotes anteriores», según el gobierno de Sudáfrica.
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