La mejora de las capacidades de vigilancia permitió a la administración estadounidense identificar el globo espía chino que atravesó el país la semana pasada y detectar vuelos similares durante los años de Trump, según el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
Desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo, Estados Unidos «mejoró nuestra vigilancia de nuestro espacio aéreo territorial, mejoramos nuestra capacidad para poder detectar cosas que la Administración Trump no pudo detectar», dijo en un evento el 6 de febrero organizado por la Coalición de Liderazgo Global de Estados Unidos.
Como resultado, dijo, «pudimos volver atrás y observar los patrones históricos» y descubrir «múltiples casos» durante la Administración Trump en los que globos de vigilancia chinos atravesaron el espacio aéreo y el territorio estadounidenses.
Durante el fin de semana, el expresidente Donald Trump y múltiples altos funcionarios estadounidenses durante su administración han dicho que nunca fueron informados sobre la entrada de globos chinos en el espacio aéreo estadounidense.
En una conferencia de prensa posterior, el general de la Fuerza Aérea Glen VanHerck, comandante del Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte, se basó en las declaraciones de Sullivan, admitiendo que el Pentágono tenía una «laguna de conocimiento» que permitió que las incursiones anteriores de globos chinos no fueran detectadas.
En una rueda de prensa celebrada el lunes, John Kirby, coordinador del Consejo de Seguridad Nacional, confirmó que globos similares al derribado el sábado cerca de la costa de Carolina del Sur habían transitado por el espacio aéreo estadounidense tres veces durante la anterior Administración y una desde que Biden asumió el cargo.
«Nos hemos puesto en contacto con funcionarios clave de la administración anterior y les hemos ofrecido sesiones informativas sobre los análisis forenses que hemos realizado y les hemos expresado nuestra disposición a explicarles lo que hemos averiguado», declaró Kirby.
En una conferencia de prensa posterior, el general de la Fuerza Aérea Glen VanHerck, comandante del Mando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica, se sumó a las declaraciones de Sullivan, admitiendo que el Pentágono tenía una «laguna de conocimiento» que permitió que anteriores incursiones chinas con globos no fueran detectadas.
«Programa de supervivencia»
El valor de inteligencia del globo espía chino derribado «no debe subestimarse», dijo a los periodistas.
Kirby dijo que las autoridades han sido capaces de recuperar algunos restos de la superficie del mar, pero las condiciones meteorológicas impidieron los esfuerzos de recuperación bajo el mar del campo de escombros, que se estima que es de unos 15 campos de fútbol por 15 campos de fútbol cuadrados. El sábado, un caza F-22 disparó un misil térmico que derribó el globo cuando volaba a seis millas de la costa de Carolina del Sur.
En un principio, el Presidente Joe Biden había ordenado el derribo del globo inmediatamente después de que los servicios de inteligencia le informaran al respecto el 31 de enero, pero cambió de opinión ante la firme recomendación de altos mandos militares que adujeron preocupaciones por la seguridad pública debido al gran campo de escombros que crearía una operación de este tipo.
El incidente no era la primera vez que Washington protestaba con Beijing por programas militares chinos cerca del espacio aéreo estadounidense, dijo Kirby, sin dar detalles sobre incidentes concretos.
«La Fuerza Aérea del PLA [Ejército Popular de Liberación] ha realizado una operación aérea, a menudo cerca del espacio aéreo del que somos responsables, y hemos dejado muy claro en repetidas ocasiones que nos tomamos en serio esa soberanía», dijo Kirby.
«Así que no quiero sugerir que nos quedamos callados sobre la cuestión del espacio aéreo soberano. Eso no es cierto. Hemos sido muy claros, en privado y en público, con los chinos al respecto».
Kirby describió el programa militar chino como un «programa de supervivencia» y un «programa de registro» para Beijing.
Todo este programa de China «no es un programa nuevo, es algo en lo que han estado trabajando durante muchos años, y que han intentado mejorar, tanto en términos de comunicación de rango de capacidad», dijo. «Este es un programa de registro para ellos que, obviamente, dado el hecho de que todavía están volando, siguen creyendo que hay un beneficio de seguridad nacional a eso».
Kirby no quiso responder a preguntas sobre qué información de inteligencia podía proporcionar el globo a las autoridades chinas, además de imágenes de satélite de emplazamientos militares sensibles, y si el globo suministraba información a Beijing en tiempo real.
Relaciones Estados Unidos-China
Según el funcionario de la Casa Blanca, el globo tiene capacidad para acelerar y descender, girar y merodear, y está equipado con hélices y un timón que le permiten cambiar de dirección. Utiliza sobre todo la corriente en chorro para desplazarse, aunque tiene una capacidad limitada para maniobrar dentro de ella.
El periodo de una semana, desde el descubrimiento del globo el 28 de enero hasta el derribo, brindó a las autoridades «una magnífica oportunidad» para estudiar las capacidades y los límites del globo, una comprensión que solo mejorará después de que las autoridades estudien las piezas que recuperen del mar, dijo Kirby.
«Creemos que hemos mitigado la capacidad de inteligencia del globo, al mismo tiempo que hemos aumentado y mejorado nuestra capacidad de recoger inteligencia e información de él».
Dijo que no tienen intención de devolver a las autoridades chinas lo que hayan recuperado del campo de escombros.
Kirby contestó sin remordimientos cuando se le preguntó si Beijing les pidió que no derribaran el globo.
«Hicimos exactamente lo que dijeron que querían que hiciéramos: nos ocupamos del asunto con calma y profesionalidad», afirmó.
El incidente del globo provocó que el secretario de Estado, Antony Blinken, pospusiera su reunión del viernes con sus homólogos chinos en Beijing, que, según Kirby, pretendía restaurar parte del daño de las relaciones entre Estados Unidos y China «como resultado de su reacción exagerada cuando la presidenta [Nancy] Pelosi fue a Taiwán» el pasado agosto.
«Este incidente del globo no ha hecho nada para ayudar a mejorar la relación bilateral entre Estados Unidos y China», dijo, pero reiteró que «nada ha cambiado» sobre la opinión de la administración de que «no vemos conflicto con China».
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