Los niños vacunados y no vacunados de 5 a 11 años tenían la misma probabilidad de dar positivo por COVID-19 en los datos de las últimas semanas publicados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
La tasa de casos de COVID-19 detectados en niños de 5 a 11 años fue de aproximadamente 122 por cada 100,000 entre los no vacunados y más de 131 por 100,000 en los vacunados durante la semana que finalizó el 19 de febrero. En la semana anterior, la tasa fue de 248 y 244 para los no vacunados y los vacunados respectivamente.
El mes anterior, la tasa fue de casi 1800 por 100,000 en los no vacunados y más de 1340 por 100,000 en los vacunados durante la semana que finalizó el 15 de enero.
El CDC también rastrea las muertes por COVID-19 entre los vacunados y los no vacunados, pero omite los datos para las edades de 5 a 11 años «debido a los bajos números».
Los niños pequeños son los que tienen menos riesgo de contraer COVID-19 o de sufrir resultados graves. Sin embargo, en la semana que finalizó el 19 de febrero, los niños de 5 a 11 años tuvieron la mayor tasa de casos entre todos los grupos de edad vacunados, según los datos. La tasa más baja se registró entre las personas vacunadas de 65 a 79 años, con unos 86 casos por cada 100,000 personas.
El CDC no respondió de inmediato a una solicitud para que explicara la tasa de casos entre los niños de 5 a 11 años.
Los datos fueron proporcionados por 25 estados y otras jurisdicciones, dijeron los CDC.
Las vacunas contra el COVID-19 no previenen la infección, aunque los datos de los CDC y otras investigaciones indican que reducen el riesgo de infección y, en especial, de enfermedad grave. La protección que brindan disminuye con el tiempo, lo que lleva a los CDC a recomendar dosis de refuerzo. Sin embargo, los refuerzos no están autorizados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para niños menores de 12 años.
Entre los adultos, los datos muestran tasas de casos y muertes mucho más altas entre los no vacunados. Dependiendo del grupo de edad, la tasa de casos fue de 2 a 6 veces mayor para los no vacunados. La tasa de mortalidad fue de 2 a 15 veces mayor para los no vacunados.
El CDC mencionó una serie de advertencias sobre los datos.
“Las posibles diferencias en las pruebas, la inmunidad por una infección previa, la disminución de la inmunidad derivada de la vacuna o los comportamientos de prevención por edad y estado de vacunación podrían explicar, en parte, las diferencias en las tasas entre los grupos; las tendencias probablemente se vean afectadas por cambios temporales en las pruebas o informes”, dice la agencia en su sitio web.
La agencia también señala que una persona solo se considera vacunada 14 días después de «completar de manera verificable la serie primaria» de una vacuna contra el COVID-19 autorizada o aprobada por la FDA.
Algunas investigaciones indican que las personas son más propensas a contraer la COVID-19 durante los 14 días posteriores a la vacunación. Estos casos y las muertes se contabilizarían como no vacunados. Tras la recuperación, la inmunidad adquirida a través de la infección se contaría como debida a la vacuna en los datos.
Otro factor es la proliferación de la variante ómicron del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) que causa el COVID-19. Se ha demostrado que las vacunas ofrecen una eficacia reducida contra esta variante.
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