El gobernador de Texas Greg Abbott planea emitir una orden ejecutiva la próxima semana que incluirá una guía para las empresas sobre cómo reabrir, una fase clave para salir del cierre total en el que se encuentra el estado.
Como la mayoría de los estados de Estados Unidos, las recientes órdenes en Texas exigen que los residentes se queden en casa a menos que tengan que realizar los llamados viajes esenciales, en un intento de frenar la propagación del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus.
La nueva orden «se centrará en la protección de vidas mientras se restablecen las fuentes de sustento», dijo Abbott a los periodistas el viernes.
«Podemos y debemos hacer esto. Podemos hacer ambas cosas: ampliar y restaurar las formas de sustento que los tejanos quieren tener, ayudándolos a volver al trabajo. Hay una cosa sobre los tejanos, ellos disfrutan tanto del trabajo y sé que quieren volver a la vida laboral. Tenemos que articular también las estrategias sobre las formas en que podemos hacer esto de forma segura», añadió.
Los funcionarios estatales están en contacto con la Casa Blanca para asegurarse de que las nuevas directrices se ajusten a la guía de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, de los funcionarios de salud del Grupo de Trabajo sobre el Coronavirus de la Casa Blanca y de los funcionarios de economía como el Secretario del Tesoro Steven Mnuchin.
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Una gran cantidad de naciones europeas están empezando a reabrir y el presidente Donald Trump ha dicho repetidamente que espera que los Estados Unidos se reabra pronto. Los cierres prácticamente nacionales han hecho que millones de personas pierdan sus empleos y que surjan temores sobre los impactos relacionados, como una mayor tasa de suicidios y una menor esperanza de vida.
Los casos confirmados del virus del PCCh en Texas aumentaron a 11,449 el viernes, con 1532 hospitalizados y 221 muertos por la nueva enfermedad proveniente de China. Pero la tasa de crecimiento se ha ralentizado después de que se implementaran medidas de distanciamiento social el mes pasado, dijeron las autoridades, mientras que el porcentaje de casos que requieren atención hospitalaria se ha mantenido estable en alrededor del 10 por ciento de aquellos que dan positivo.
El número de pacientes recuperados en el estado aumentó a 1366, una de las cifras más altas de la nación.
Abbott se negó a dar todos los detalles sobre el plan, pero dijo que uno de los componentes será la realización de pruebas. Las autoridades federales han recomendado un enfoque basado en una doble evaluación, utilizando pruebas para ver quién tiene el virus y otras pruebas para ver quién tuvo el virus en el pasado, lo que indica una probable inmunidad.
«Operaremos estratégicamente. Queremos abrir, pero queremos hacerlo de forma segura, sabiendo que, si lo hacemos demasiado rápido, sin las estrategias adecuadas, solo nos llevará a un eventual cierre debido a otro brote de COVID-19», dijo Abbott, un republicano, a los periodistas.
«Todos tenemos el deseo de poner las cosas en marcha lo más rápido posible, pero también tenemos el deseo de asegurarnos de que se haga de forma segura».
Texas, según Abbott, «siempre ha sido líder en la economía».
«Lideraremos económicamente la respuesta a las repercusiones de COVID-19, pero lo haremos, comprensiblemente, de forma que protejamos las vidas y favorezcamos los medios de sustento de nuestros conciudadanos tejanos», dijo.
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