Mi maestra Zen, Susan, le dijo recientemente a un grupo de alumnos al final de un retiro de meditación Zen: «Ahora todos somos monásticos».
En esta pandemia, estamos en una era de aislamiento, de retiro. También estamos en una era de gran incertidumbre.
Esto puede ser algo terrible y llevarnos a la soledad y la distracción, o puede ser un momento de práctica, reflexión y profundización.
Podemos elegir vernos a nosotros mismos como monjes profundizando en la quietud de un monasterio.
Es nuestra elección.
Si se queda en casa estos días, puede ser un momento de interminables distracciones en Internet, o puede abrirse a la oportunidad de usar la hermosa soledad para meditar, leer, escribir, contemplar y escribir un diario. Puede ser un momento de práctica.
Si siente la ansiedad del momento, puede ser un punto de casi colapso y frenesí, o puede ser un tiempo para calmarse y estar quieto. Haga una práctica consciente con cualquier sentimiento que surja.
Puede ir a los últimos memes y videos virales (¡que son divertidos!), o puede buscar un texto y estudiarlo.
Puede quedar atrapado en la frustración de cómo los demás están actuando durante esta crisis, o puede practicar la apertura con compasión, con meditaciones de compasión.
Esta es una gran oportunidad para profundizar en la atención plena y la práctica, para aprender a enfrentar la incertidumbre y los miedos que surgen en nosotros, y para conectar con la humanidad que atraviesa esto en lugar de desconectarse de ella.
Todos somos monásticos ahora, ¿cómo usaremos este tiempo?
Leo Babauta es autor de seis libros, escritor de Zen Habits, un blog con más de 2 millones de suscriptores y creador de varios programas en línea para ayudarlo a dominar sus hábitos. Visite ZenHabits.net
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