El invierno no es bueno para la próstata.
Parece extraño pensar que las estaciones pueden jugar un papel en la salud de la próstata, pero según un estudio de 2010, lo hacen. El trabajo señaló que el clima frío y seco está estrechamente relacionado con la incidencia de mala salud de la próstata.
Los investigadores del estudio, que fue publicado en el International Journal of Health Geographics, sugieren que puede tener algo que ver con «efectos meteorológicos sobre contaminantes orgánicos persistentes», a saber, pesticidas y otros subproductos industriales.
Pero podría ser más que eso.
Una de las principales recomendaciones para una próstata saludable es la actividad física. La mayoría de la gente no se mueve tanto en invierno; están adentro donde hace calor, y pueden estar un poco más seguros.
El frío invierno no solo mantiene a muchos confinados en el sofá, sino que también hace que sea muy difícil obtener suficiente vitamina D.
Pasar más tiempo en el interior, la luz solar limitada y abrigarse demasiado para hacer frente a los elementos puede conducir a caídas significativas en los niveles sanguíneos de vitamina D.
Existen asociaciones entre los niveles bajos de vitamina D y un mayor riesgo de mutaciones genéticas en la próstata.
Su dieta también puede cambiar durante el invierno, especialmente durante las vacaciones. Es común comer más alimentos grasos reconfortantes, que pueden contribuir a la inflamación y a la mala salud de la próstata. Los dulces de temporada y las bebidas azucaradas como el rompope tampoco ayudan.
Todos estos factores pueden hacer del invierno una temporada esencial para la salud de su próstata. Para tener un poco más de cuidado este invierno, considere lo siguiente:
No pase demasiado tiempo en el sofá. Levántese y camine por su casa durante al menos cinco minutos cada hora. Unos pocos viajes de ida y vuelta por el pasillo pueden marcar la diferencia.
Planifique el ejercicio. Incorpore actividad diaria a su rutina. Podría significar invertir en una cinta de correr, ropa para abrigarse o picos para las botas de nieve, pero se recomienda caminar un poco u otra forma de ejercicio físico durante al menos 30 minutos al día.
Trate de incluir la mayor cantidad posible de frutas y verduras frescas en su dieta. Limite los alimentos grasos y con alto contenido de azúcar a ocasiones especiales.
Complementar con vitamina D.
Devon Andre tiene una licenciatura en ciencias forenses de la Universidad de Windsor en Canadá y un título de Juris Doctor de la Universidad de Pittsburgh. Andre es periodista de BelMarraHealth, que publicó este artículo por primera vez.
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