DEL RÍO, Texas— Los texanos que viven cerca de la frontera de Estados Unidos y México están cada vez más frustrados por el aumento de cruces ilegales, contrabando de personas, robo de vehículos, daños a la propiedad y las amenazas de los extranjeros ilegales que invaden sus hogares.
Los rancheros se ven obligados incluso a empuñar armas de fuego y realizar disparos de advertencia para expulsar de sus casas a grupos de extranjeros ilegales, generalmente hombres jóvenes. Los padres tienen miedo de dejar que sus hijos pequeños jueguen en los patios, mientras que los sheriffs se resignan a la idea de que alguien pueda recibir un disparo tarde o temprano.
Pensando que no recibirán ayuda del gobierno federal, los residentes están presionando para que se tomen medidas a nivel estatal y local.
Al menos 14 condados de Texas declararon zonas de catástrofes locales y algunos están empezando a perseguir a los extranjeros ilegales por intrusión de morada y otros delitos, aunque los recursos son tan limitados que el impacto será probablemente pequeño.
«La respuesta es enviarlos de vuelta», dijo el juez del condado de Val Verde, Lewis Owens, en un foro ciudadano fronterizo en Del Río, el 4 de junio, refiriéndose a los que cruzan la frontera ilegalmente.
«Devolverlos al punto de origen. Si hacemos eso, es un elemento disuasorio. Lo que tenemos que hacer es devolverlos», dijo el juez Owens.
Sin embargo «no tenemos ese poder», añadió a continuación.
John Zadrozny, director de seguridad nacional del America First Policy Institute (Instituto de Políticas Estados Unidos Primero), no estuvo de acuerdo.
«Texas es un estado soberano. No es un apéndice de Washington, D.C. Tiene derecho a defender a su pueblo y su frontera sin permiso», dijo Zadrozny.
El artículo 1, sección 10 de la Constitución dice, en parte: «Ningún Estado podrá, sin el Consentimiento del Congreso (…) entrar en Guerra, a menos que sea realmente invadido o se encuentre en un Peligro tan inminente que no admita demora».
Zadrozny dijo que las fuerzas del orden locales y las autoridades estatales «pueden enviar a estas personas al otro lado del río».
«Yo de hecho, les animaría a meter a un grupo de estos tipos en un barco, darles un par de sándwiches y enviarlos al otro lado del río y ver qué pasa. No habrá consecuencias», dijo. «Si alguien en Washington empieza a refunfuñar, que se atrevan a venir aquí y tener una conversación al respecto».
La Patrulla Fronteriza detuvo a más de 300,000 extranjeros ilegales que entraron en Texas desde México en los meses de febrero, marzo y abril, según las estadísticas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. Miles más evadieron la captura.
La autonomía de Texas
El juez del condado de Lavaca, Mark Myers, sugirió en una reunión comunitaria en Westache el 22 de abril que el gobernador debería activar la Guardia Nacional, así como una milicia de reserva.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, «puede promulgar un reclutamiento para levantar un ejército para sofocar esta invasión», dijo Myers. «Esto es una invasión. No importa lo que le digan, esto es una emergencia de seguridad y nosotros tenemos derecho a hacerlo según la Constitución de Texas y el Código de Gobierno de Texas».
El capítulo 431 del Código de Gobierno de Texas establece, en parte, que «la milicia de reserva no está sujeta al servicio militar activo, con la excepción de que el gobernador puede llamar al servicio a la porción de la milicia de reserva que sea necesaria durante el período requerido en caso de guerra, insurrección, invasión o prevención de invasión, supresión de disturbios, tumultos o ruptura de la paz o para ayudar a los funcionarios civiles a ejecutar la ley o servir el proceso”.
«Si nosotros no empezamos a hacer algo pronto, esto va a empezar a costar muchas vidas», dijo Myers. «Me gustaría que se hiciera algo al respecto antes de que perdamos nuestra nación».
El fiscal del condado de Kinney, Brent Smith, sugirió que Abbott debería presionar a México para que detenga la avalancha de cruces fronterizos ilegales amenazando con cerrar las carreteras de Texas a los puertos de entrada entre México y Texas.
«Él puede castigarlos agotando sus legítimos ingresos que ellos reciben a través de las fronteras mediante el comercio. Castigarlos lo suficiente como para que esto supere los ingresos ilegítimos», dijo Smith en Del Río el 4 de junio. «Si usted detiene la inmigración ilegal, yo las abriré. Si continúa, las cerraré. Si mejora, abriré otra».
Acción estatal
Abbott será el anfitrión de la cumbre de seguridad fronteriza en Del Río el 10 de junio, junto con funcionarios de la División de Gestión de Emergencias de Texas, el Departamento Militar de Texas y el Departamento de Seguridad Pública de Texas.
El gobernador emitió una declaración de desastre estatal el 1 de junio para destinar más recursos al control de la frontera y a la delincuencia que se va expandiendo, destacando a los 34 condados altamente afectados.
Abbot afirmó que la oleada fronteriza «plantea una amenaza continua e inminente de daños generalizados y graves, lesiones y pérdidas de vidas y bienes, incluidos daños a la propiedad, delitos contra la propiedad, tráfico de personas, delitos violentos, amenazas a la salud pública y una violación de la soberanía e integridad territorial, en determinados condados de Texas y para todas las agencias estatales afectadas por este desastre”.
El gobernador desplegó tropas estatales adicionales en las zonas fronterizas a mediados de marzo e informó de que, hasta el momento, estas detuvieron a más de 35,000 inmigrantes ilegales e incautaron más de 10,000 libras de drogas y más de 100 armas de fuego.
En su última declaración, Abbott criticó a la administración Biden por fallar a los texanos con sus «políticas de frontera abierta» que permitieron una «la escalada de violencia de los cárteles».
Abbott ordenó al Departamento de Seguridad Pública de Texas que «utilice los recursos disponibles para hacer cumplir todas las leyes federales y estatales aplicables para prevenir la actividad criminal a lo largo de la frontera, incluyendo la invasión criminal, el contrabando y el tráfico de personas, y para ayudar a los condados de Texas en sus esfuerzos para hacer frente a esas actividades criminales”.
Tanto el gobernador como la legislatura de Texas es criticada por no responder con la suficiente rapidez o recursos. El representante estatal de Texas, Bryan Slaton, quien habló en una reunión sobre la crisis fronteriza en el condado de Kinney el 22 de mayo, dijo que está presionando para que el gobernador ponga la seguridad fronteriza en la agenda de una sesión especial.
«Esto está afectando a todo, nuestras familias, nuestra economía, la seguridad general de nuestra comunidad», dijo Slaton. «La Constitución es suprema, y tenemos todo el derecho a cuidar de nuestra comunidad.
«Si sus funcionarios electos no van a ponerse de pie y luchar por lo que es correcto, tal vez Dios allane el camino para que usted intervenga y para que lo haga».
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