Trasplante de pulmón en China para paciente con virus evoca crímenes con órganos del PCCh

El intento de mostrar el progreso contra el virus aborda inadvertidamente el tema de la sustracción forzada de órganos

Por The Epoch Times
25 de marzo de 2020 8:10 PM Actualizado: 01 de abril de 2020 12:29 PM

Los medios oficiales de China informaron el 29 de febrero sobre un exitoso trasplante doble de pulmón para un paciente con el virus del PCCh.

«El primer trasplante doble de pulmón del mundo por  infección con COVID-19 tuvo éxito en China», informó Global Times de manera entusiasta, con reportes que también aparecen en inglés en Xinhuanet y China Daily, entre otros medios estatales.

En relación a la información proporcionada sobre la cirugía, el historial y el pronóstico del paciente y los cirujanos, un hecho expone inadvertidamente la maldad del PCCh:

«Los pulmones trasplantados fueron donados por un paciente no local después de una muerte cerebral y transportados a Wuxi por tren de alta velocidad, en siete horas», reportó el Global Times.

¿Cómo es posible que un donante con muerte cerebral y con todas las características adecuadas, como el tipo de sangre y de tejido, estuviera disponible justo antes de que se realizara la cirugía en el paciente con el virus del PCCh?

Y el donante ¿estaba realmente con muerte cerebral?

Trasplantes a pedido solo en China

Para muchos, si no la mayoría de los trasplantes de órganos en China hoy en día, estos órganos se extraen de «donantes» vivos y no voluntarios, que además suelen ser personas con creencias no autorizadas por el régimen, como los practicantes de Falun Gong y los uigures.

Investigadores internacionales han observado la rapidez casi imposible con que se obtienen los órganos en China de manera regular:

«En los países con capacidades avanzadas de atención de la salud y sistemas de donación de órganos bien organizados, los pacientes suelen esperar muchos meses o incluso años para que se disponga de un órgano de un donante», señala endtransplantabuse.org.

«Sin embargo, en China, donde la donación de órganos es culturalmente un tabú y todavía no existe un sistema eficaz de donación de órganos, los pacientes pueden encontrar órganos compatibles siempre que los necesiten, lo que sugiere que hay un gran número de fuentes de órganos fácilmente disponibles que esperan ser compatibles con los pacientes».

EndTransplantAbuse.org contiene una actualización de dos libros de investigación escritos sobre la sustracción de órganos: «Bloody Harvest», de los autores David Kilgour y David Matas; y «The Slaughter», de Ethan Gutmann.

El Tribunal de China, un tribunal independiente que se ocupa de la sustracción forzada de órganos en China, de presos de conciencia, celebró audiencias probatorias en Londres en 2018 y 2019.

El informe final del Tribunal se publicó el 1 de marzo de 2020 y en él se señaló, entre otras conclusiones, que «la extracción forzosa de órganos ha tenido lugar en múltiples lugares de la República Popular China y en múltiples ocasiones durante un período de al menos 20 años y continúa hasta la fecha».

El Tribunal observó acerca de la dificultad de encontrar rápidamente órganos para un receptor específico:

«Incluso en países con programas de trasplante bien establecidos y bien publicitados (…) En términos generales, los tiempos de espera para los órganos pueden ser de meses o años. Por ejemplo, el tiempo medio de espera para un trasplante de hígado en el Reino Unido es de 135 días para los adultos (…) Para los corazones, la espera se describe como meses o años y para los pulmones la espera es aún mayor».

The Epoch Times ha informado ampliamente sobre la cosecha de órganos del PCCh desde principios de 2006. El reportero de Epoch Times Matthew Robertson ganó un premio nacional de la Sociedad de Periodistas Profesionales por una serie de artículos que escribió exponiendo la sustracción de órganos en 2012.

Robertson, que actualmente es estudiante de doctorado en la Universidad Nacional Australiana de Canberra, presentó pruebas al Tribunal de China. También contribuyó recientemente con un informe para la Fundación Conmemorativa de las Víctimas del Comunismo, titulado «Adquisición de órganos y ejecución extrajudicial en China: Una revisión de las pruebas».

¿Quién realmente es el donante?

El Tribunal de China señaló que los practicantes de Falun Gong —también conocido como Falun Dafa— probablemente representan la gran mayoría de las víctimas de la sustracción de órganos:

«En la práctica a largo plazo en la República Popular China de la sustracción forzada de órganos, fueron en efecto los practicantes de Falun Gong los que se utilizaron como fuente —probablemente la principal fuente— para la extracción forzosa de órganos».

Falun Gong es una práctica tradicional china de meditación y ejercicios cuyos practicantes estudian e intentan vivir según los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. En China creció hasta tener más de 100 millones de practicantes en 1999, cuando el PCCh inició una campaña de persecución sistemática con tortura, propaganda difamatoria, pérdidas financieras y muerte de innumerables practicantes.

Puede que nunca sepamos la identidad del donante «con muerte cerebral» que proporcionó los pulmones al paciente del virus del PCCh el 29 de febrero, pero podemos hacer inferencias sobre ese donante, dadas las realidades de los tiempos de espera de los órganos en los países con los sistemas de donación más sofisticados; dadas las pruebas acumuladas que demuestran que la extracción forzosa de órganos de prisioneros de conciencia vivos tiene lugar en China en gran volumen; y dado que la mayoría de los órganos de China proceden de practicantes de Falun Gong.

Nota: The Epoch Times se refiere al nuevo coronavirus chino como el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) porque el encubrimiento y la mala gestión del PCCh permitieron que se propagara por toda China y creara una pandemia mundial.

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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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