El presidente Donald Trump dijo el martes que el Partido Comunista Chino proporcionó información falsa sobre el coronavirus COVID-19, que surgió en Wuhan, en sus primeros comentarios críticos hacia el manejo del brote por parte del régimen.
«China está difundiendo «información falsa» sobre el coronavirus asegurando que nuestro ejército les transmitió este [virus]», dijo. «Eso es falso, y en lugar de tener un argumento, tengo que decir de dónde vino. Vino de China».
El presidente estaba respondiendo a una pregunta de un reportero sobre su publicación en Twitter el lunes por la noche, donde se refirió al nuevo coronavirus como un «virus chino».
«No me gustó el hecho de que China dijera que nuestro ejército se lo transmitió», dijo. «Nuestros militares no se lo transmitieron a nadie».
El presidente dijo a los periodistas que el término «virus chino» no crea un estigma contra China y describió el término como exacto.
«Estados Unidos apoyarán poderosamente a las industrias, como las aerolíneas y otras, que se ven particularmente afectadas por el virus chino. ¡Seremos más fuertes que nunca!», dijo el presidente Trump.
En Estados Unidos se han registrado más de 5.200 casos de coronavirus en el país, según las últimas cifras proporcionadas por la Universidad Johns Hopkins. Hasta ahora se han notificado más de 90 muertes.
A principios de esta semana, el Departamento de Estado de EE. UU. citó al embajador de China, Cui Tiankai, por las controvertidas declaraciones de un vicedirector del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Zhao Lijian, quien acusó a Estados Unidos de no ser transparentes en cuanto a lo que saben de COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus. Presionó una teoría de conspiración infundada que asegura que el virus comenzó en Estados Unidos, no en China.
«¿Cuándo comenzó el paciente cero en Estados Unidos? ¿Cuántas personas están infectadas? ¿Cuáles son los nombres de los hospitales?», escribió Zhao en Twitter. Luego afirmó que «podría ser el ejército de EE. UU. el que trajo la epidemia a Wuhan» antes de añadir, «¡Sean transparentes! ¡Hagan públicos sus datos! Estados Unidos nos debe una explicación».
«Difundir teorías de conspiración es peligroso y ridículo. Queríamos advertir al gobierno que no lo toleraremos por el bien del pueblo chino y del mundo», dijo el funcionario chino a los medios de comunicación.
Hace varias semanas, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Robert O’Brien, dijo que el régimen chino silenció a los médicos y a los denunciantes del virus durante las primeras fases del brote, lo que le costó a la «comunidad mundial dos meses para reaccionar».
«La forma en que esto comenzó en China, la forma en que se manejó desde el principio, no fue correcta. Debió haberse manejado de una forma diferente», añadió O’Brien.
Dentro de China, numerosos ciudadanos periodistas y activistas de los derechos humanos han acusado al Partido Comunista Chino de suprimir la información sobre los casos y las muertes, al tiempo que afirman que numerosos disidentes han sido detenidos. Durante el punto álgido del brote en Wuhan, aparecieron inquietantes videos publicados en las redes sociales donde se veía a personas siendo puestas en cuarentena por la fuerza.
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