El presidente Donald Trump dijo que ha pospuesto las conversaciones comerciales con China y que no quiere hablar con China en este momento.
Cuando le preguntaron en un evento en Yuma (Arizona) el martes si se retiraría del acuerdo comercial con China, Trump dijo que ya vería.
El secretario del Tesoro de EE.UU. Steven Mnuchin, el representante comercial Robert Lighthizer y el viceprimer ministro chino Liu He iban a reunirse para hablar del acuerdo comercial de «fase uno» entre EE.UU. y China, firmado en enero, pero la reunión por videoconferencia que estaba prevista para el sábado se canceló indefinidamente el 14 de agosto, según informaron varios medios.
El acuerdo de la fase uno (pdf) requiere que Beijing importe 200 mil millones de dólares en bienes y servicios adicionales de EE.UU. en los próximos 2 años. Los datos comerciales para solo el primer trimestre muestran que China está muy por detrás del ritmo necesario para cumplir con su objetivo de compra.
Por ejemplo, China tiene que importar por lo menos 80 mil millones de dólares en productos agrícolas de EE.UU. en los próximos 2 años. Pero en los primeros 3 meses, China compró solo 5100 millones de dólares en productos agrícolas.
Trump ha expresado repetidamente su decepción por las compras de China y ha amenazado con «terminar» el acuerdo si Beijing no cumple sus promesas.
Las tensiones entre las dos economías más grandes del mundo se han reavivado en los últimos meses debido a que China no ha cumplido sus objetivos de compra en el acuerdo comercial (que entró en vigor a mediados de febrero), así como por el mal manejo por parte del régimen chino del brote de virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
La administración Trump ha sido extremadamente crítica con los planes del régimen chino para contener el virus del PCCh, comúnmente conocido como el nuevo coronavirus.
La administración también ha expresado su desaprobación por la nueva ley de seguridad nacional de Beijing para Hong Kong. La ley penaliza a las personas por cualquier acto de subversión, secesión, terrorismo y colusión con fuerzas extranjeras, con penas máximas de cadena perpetua.
En julio, Trump firmó una orden ejecutiva que puso fin al trato preferencial de los Estados Unidos hacia Hong Kong para hacer responsable a China de sus acciones opresivas contra los hongkoneses. También firmó un proyecto de ley que impondría sanciones a los funcionarios y entidades chinas responsables de poner fin a las libertades de Hong Kong, así como a los bancos que hacen negocios con ellos.
Reuters y Emel Akan contribuyeron a la elaboración de este artículo.
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