El presidente Donald Trump sugirió el 30 de abril que podría imponer nuevos aranceles al régimen chino como una forma de castigarlo por haber gestionado mal el brote del virus.
También dijo que la administración se centra en investigar los orígenes del virus del PCCh y el papel de Beijing en su propagación, lo que refleja una postura más dura hacia el régimen desde que se firmó el acuerdo comercial de «primera fase» entre Estados Unidos y China en enero.
«Firmamos un acuerdo comercial en el que se supone que deben comprar, y han estado comprando bastante, en realidad. Pero eso ahora se convierte en algo secundario comparado con lo que ocurrió con el virus», dijo Trump a los periodistas el jueves por la noche. «La situación del virus no es aceptable».
«Salió de China. Y ahora lo que estamos haciendo (…) es averiguar cómo salió», continuó. «Deberíamos tener la respuesta a eso en un futuro no muy lejano. Y eso determinará mucho cómo me siento respecto de China».
Los comentarios públicos se producen en medio de informes de los medios de comunicación, que citan a funcionarios anónimos diciendo que la administración estaba considerando opciones para castigar al régimen por su papel en la propagación del virus, incluyendo sanciones, la cancelación de obligaciones de la deuda de Estados Unidos y la emisión de nuevas restricciones comerciales.
Cuando se le preguntó si Estados Unidos podría detener sus obligaciones de deuda como una forma de castigar al régimen, Trump dijo el jueves: «Bueno, puedo hacerlo de manera diferente. Puedo hacer lo mismo, pero incluso por más dinero, simplemente imponiendo aranceles. Por lo tanto, no tengo que hacer eso».
El presidente se negó a decir que haría responsable al líder chino Xi Jinping de la desinformación sobre el origen del virus, pero añadió que «el [virus] salió de China y pudo haber sido detenido. Y desearía que lo hubieran detenido».
Anteriormente, Trump dijo a Reuters que el régimen chino «hará todo lo que pueda» para que pierda su candidatura a la reelección en noviembre, añadiendo que Beijing estaba ansioso porque gane su oponente demócrata Joe Biden, con el fin de aliviar la presión sobre el comercio y otros asuntos.
Un número cada vez mayor de países ha intensificado las peticiones a una mayor transparencia por parte del régimen, y a una investigación sobre la forma en que Beijing ha manejado el brote. Al mismo tiempo, dos estados de Estados Unidos han presentado demandas contra el régimen, buscando daños y perjuicios por los costos humanos y económicos de la pandemia para los estadounidenses.
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