El expresidente Donald Trump prometió que prohibirá a los ciudadanos chinos comprar tierras agrícolas estadounidenses u otras industrias críticas si vuelve a ocupar la Casa Blanca.
En un video de campaña de casi tres minutos posteado el 18 de enero, Trump alertó de que la amplia influencia económica de China en el país hace correr el riesgo de que Estados Unidos caiga bajo el control del régimen comunista.
«China no permite que las empresas estadounidenses se hagan cargo de sus infraestructuras críticas y Estados Unidos no debería permitir que China se haga cargo de nuestras infraestructuras críticas», dijo en un discurso grabado desde Mar-a-Lago, haciendo hincapié en la necesidad de «nuevas y agresivas restricciones a la propiedad china sobre cualquier infraestructura vital en Estados Unidos, incluyendo energía, tecnología, telecomunicaciones, tierras de cultivo, recursos naturales, suministros médicos y otros activos nacionales estratégicos».
Los inversionistas chinos fueron el mayor comprador extranjero de bienes raíces de EE. UU. por importe en dólares entre marzo de 2021 y marzo de 2022, ya que gastaron USD 6000 millones durante ese período, según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios.
En los últimos años ha habido una creciente protesta por las adquisiciones de tierras chinas para construir infraestructuras energéticas o ubicadas cerca de bases militares estadounidenses, y los opositores dicen que tales compras pueden permitir que el Partido Comunista Chino (PCCh) tenga la capacidad de interrumpir la infraestructura crítica del país y espiar las instalaciones de defensa.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, un posible rival presidencial de Trump, dijo la semana pasada que está considerando prohibir que las entidades chinas compren propiedades en su estado por razones económicas y de seguridad porque “no necesitamos tener influencia del PCCh en la economía de Florida”.
El Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos (CFIUS, por sus siglas en inglés), un comité federal encargado de examinar las inversiones extranjeras en busca de riesgos para la seguridad, dictaminó en diciembre que no tenía jurisdicción para revisar un controvertido proyecto chino de molienda de maíz en Dakota del Norte, ubicado dentro 15 millas de la base de la Fuerza Aérea de Grand Forks, que aloja tecnología sensible de drones, satélites y vigilancia. El proyecto ha recibido un fuerte rechazo de los legisladores republicanos y la población local que dicen que la planta pone en peligro la seguridad nacional y económica.
Pero centrarse únicamente en la tierra dista mucho de ser suficiente para combatir las amenazas que plantea el régimen chino, dijo Trump.
“El hecho es que deberíamos estar muy preocupados por toda la actividad comunista china en los Estados Unidos”, dijo. “Como he dicho durante mucho tiempo, la seguridad económica es seguridad nacional”.
Además de prohibir las compras chinas en industrias esenciales de EE. UU., Trump cree que Estados Unidos “debería comenzar el proceso de obligar a los chinos a vender cualquier propiedad actual que ponga en riesgo nuestra seguridad nacional”.
“Si no hacemos esto, Estados Unidos será propiedad de China, lo que los haría muy felices. Cuando sea presidente, me aseguraré de que el futuro de Estados Unidos permanezca firmemente en manos estadounidenses, tal como lo hice cuando era presidente anteriormente. Esto volverá a suceder y nuestro país será más fuerte que nunca”.
Durante su tiempo en el cargo, Trump se diferenció de las administraciones anteriores al adoptar un enfoque de mano dura con China, centrado en abordar la variedad de amenazas a la seguridad nacional que plantea el PCCh. La administración Trump impuso restricciones estrictas al gigante chino de telecomunicaciones Huawei por preocupaciones de seguridad, lo que paralizó el negocio global de la empresa, impuso una prohibición a las inversiones estadounidenses en empresas chinas vinculadas al ejército y trató de prohibir las aplicaciones de redes sociales TikTok y WeChat de propiedad china debido a los riesgos de seguridad de datos.
La administración Biden ha adoptado algunos aspectos del enfoque de Trump hacia China, haciendo hincapié en reducir la dependencia de la cadena de suministro de China.
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