El Parlamento lituano celebró una conferencia internacional, el 24 de mayo, para abordar las posibles consecuencias de la coerción económica ejercida por el régimen comunista chino sobre Lituania y sobre los estados de la Unión Europea.
La conferencia se centró en cómo la Unión Europea y Estados Unidos pueden fortalecer su cooperación transatlántica para enfrentar a China. Se compartieron ideas para aunar esfuerzos que detengan las ansias de “dominación del mundo” que tiene China y “prevenir la destrucción del orden mundial actual en ambos lados del Atlántico basados en los valores de la democracia liberal”, dice una declaración del Parlamento lituano.
La vicepresidente del Parlamento lituano y presidente de la Comisión de Asuntos Europeos, Radvilė Morkūnaitė-Mikulėnienė, dijo en la conferencia que «por segundo año, la influencia de China se considera una de las amenazas a nuestra seguridad nacional».
Los aspectos más importantes de cualquier acuerdo de cooperación con China son «los valores comunes de la democracia occidental de [la] Unión Europea, los principios básicos de los derechos humanos [y] el estado de derecho», dijo Morkūnaitė-Mikulėnienė.
Cooperación transatlántica
Reinhard Bütikofer, miembro del Parlamento Europeo en representación de Alemania y presidente de la Delegación del Parlamento Europeo para las Relaciones con China, dijo en la conferencia que, para contrarrestar la influencia de China, Europa no solo necesita cooperar con Estados Unidos sino también con países de ideas afines en la región del Indo-Pacífico como Japón, Corea del Sur, India, Australia o Nueva Zelanda.
Además, Bütikofer aconsejó mejorar las relaciones de Europa con Taiwán fortaleciendo la cooperación económica con la isla, mejorando las relaciones políticas con ella, mostrando solidaridad cuando Taiwán enfrenta provocaciones del régimen chino, apoyando todos los esfuerzos para incluir a Taiwán en el trabajo de organizaciones internacionales como la OMS (Organización Mundial de la Salud) y ayudando a Taiwán a contrarrestar la desinformación china.
Anders Fogh Rasmussen, fundador de la Fundación Alianza de las Democracias y exsecretario general de la OTAN, dijo que «el miedo a la reacción de China ha hecho que Europa congele las relaciones con Taiwán». Recomendó «reabrir las conversaciones políticas para un acuerdo de inversión bilateral [con Taiwán]».
Bütikofer hizo hincapié en la necesidad de aumentar la competencia a China en Europa mediante la participación en proyectos comunes con Taiwán, como la creación de un canal de televisión en mandarín para Europa.
Además de la cooperación transatlántica y el trabajo con los países del Indo-Pacífico, Europa también necesita trabajar junto con el Reino Unido, dijo Rasmussen.
El senador estadounidense Jim Risch (R-Idaho), miembro de alto rango del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, también destacó la importancia de una cooperación sólida entre Europa y Estados Unidos para salvaguardar el sistema abierto de reglas e instituciones que defiende los derechos y libertades individuales, así como la economía de mercado.
Risch dijo que la competencia económica con China es bienvenida, pero solo si es justa. «Debemos exigir una mayor reciprocidad y la adhesión de China al estado de derecho y a las normas internacionales», dijo.
«No podemos continuar con este patrón en el que mantenemos nuestras promesas a China, pero ellos no cumplen su parte del trato», dijo Risch.
Contrarrestar la coerción económica
“A fines de la década de 1990 y principios de la década del 2000, la mayoría de los líderes mundiales asumieron una suposición estratégica: asumimos que, con el compromiso económico y político, China tendría que cambiar. Pensamos que, con el tiempo, China se parecería más a Hong Kong. Lamentablemente, bajo el mando del presidente Xi [Jinping], Hong Kong se parece más a China”, explicó Rasmussen.
Incluso el enfoque que utilizó Europa hace 10 años para tratar con China no se puede aplicar hoy porque «la China de Xi Jinping no es la China de hace 10 años, la China de Xi Jinping es más agresiva internamente y más agresiva internacionalmente», dijo Bütikofer. China es conocida por no cumplir con sus obligaciones internacionales, y especialmente en Europa Central y Oriental no ha cumplido lo que prometió y trató de intimidar a los países, agregó.
China utiliza la coerción económica como una forma legítima de arte de gobierno para lograr sus objetivos políticos, dijo Risch.
Para impulsar a China a cumplir las reglas internacionales y seguir prácticas económicas justas, Bütikofer aconsejó implementar medidas antidumping para evitar que China venda productos importados a un valor inferior al justo, el control de inversiones extranjeras, medidas en contra de subvenciones para evitar la importación de mercancías de productores subvencionados por el estado chino, instrumentos anti coerción para defender a los países europeos de tratos como el que China ejerció sobre Australia y prohibir la importación de productos elaborados con trabajo forzado.
“Si seguimos un camino que construye una alianza de democracias y países de ideas afines, que quieren compartir la defensa del multilateralismo basado en reglas, y si no contraponemos los derechos humanos a los objetivos económicos o al clima, entonces podemos ser exitosos enfrentando a China”, dijo Bütikofer.
Rasmussen propuso desarrollar herramientas similares al artículo cinco del tratado fundacional de la OTAN, que define el principio de defensa colectiva, para abordar la coerción económica utilizada por el régimen chino que busca silenciar a sus posibles críticos.
El artículo cinco estipula que un ataque contra un miembro se considera un ataque contra todos los miembros de la Alianza.
Del mismo modo, todos los países deberían unirse para apoyar a los productores amenazados por denunciar abusos contra los derechos humanos en China, dijo Rasmussen, y agregó que la herramienta debería «incluir una línea de crédito para respaldar a quienes enfrentan coerción».
Europa también debe abordar sus vulnerabilidades estratégicas en cadenas de suministro críticas o materias primas críticas, como elementos de tierras raras, dijo Rasmussen. «China tiene casi el monopolio del procesamiento de estos materiales que forman el ADN de las revoluciones verde y tecnológica».
Europa debería considerar todas las fuentes, incluida Groenlandia, donde existe el deseo de desarrollar una industria de materias primas verde y sostenible y ayudar a construir una alianza tecnológica de democracias, aconsejó Rasmussen.
Risch destacó la amenaza que supone para las nuevas tecnologías emergentes la influencia del Partido Comunista Chino (PCCh) en las universidades de Estados Unidos. Tal influencia también crea oportunidades para que el PCCh difunda su propaganda y suprima los debates sobre temas como el Tíbet o Taiwán, continuó Risch. Dijo que esperaba colaborar con sus colegas europeos para contrarrestar estas cuestiones.
Otra área de posible cooperación entre Estados Unidos y la UE podría ser el control de las inversiones extranjeras del PCCh, dijo Risch.
Tanto Estados Unidos como la UE deberían resolver las disputas en su propia relación comercial para «presentar un frente unido contra las políticas anti-libre mercado de China», aconsejó Risch. “También debemos trabajar para asegurar y fortalecer las infraestructuras críticas, desde las redes de energía y las cadenas de suministro hasta los puertos y los cables submarinos”, agregó.
Lituania se enfrenta al régimen chino
Risch elogió al «gobierno lituano por llamar la atención sobre los riesgos de las inversiones de China en los puertos».
El 22 de mayo, Lituania se retiró de la plataforma «17 + 1» de Beijing, una iniciativa china a la que se unió la nación báltica en 2012.
El régimen chino lanzó oficialmente la plataforma, inicialmente denominada plataforma “16 + 1”, en abril de 2012, para intensificar la cooperación con 11 estados miembros de la Unión Europea en Europa Central y Oriental y en cinco países de los Balcanes. La plataforma pasó a llamarse «17 + 1» después de que Grecia se uniera a la iniciativa, en abril de 2019.
La iniciativa pide a los países participantes que cooperen con China en muchos campos, incluidas finanzas, salud, comercio y tecnología.
El 20 de mayo, el Parlamento lituano adoptó una resolución en la que condenaba enérgicamente las violaciones masivas, sistemáticas y flagrantes a los derechos humanos por parte del régimen chino y el genocidio contra los uigures.
La resolución también enfatizó que la sustracción forzada a gran escala de órganos de presos de conciencia, incluidos los practicantes del movimiento espiritual Falun Gong, son crímenes intolerables contra la humanidad.
El proyecto de ley pedía al régimen que detuviera de inmediato estos crímenes y todas las violaciones de derechos humanos, que pusiera fin al genocidio contra los uigures y que liberara a todos los presos de conciencia.
También afirmó que la nueva ley de seguridad nacional impuesta a Hong Kong por Beijing socavaba las obligaciones internacionales de China en virtud del principio «un país, dos sistemas», y pidió al régimen chino que la revocara.
Bütikofer elogió a Lituania por «atreverse a defender las cuestiones en las que [el] país cree», y agregó que esperaba que «otros países sigan el ejemplo de Lituania» y también se retiren de la plataforma «17 + 1».
Frank Fang contribuyó a este artículo.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.