Los datos más recientes de VAERS (Sistema de Notificación de Efectos Adversos de las Vacunas) muestran que un niña de 9 años murió en California dos semanas después de recibir una dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech.
La niña no tenía condiciones preexistentes enumeradas y no fue hospitalizada.
Ella experimentó de 2 a 3 días de “dolor de estómago, dolor de garganta y dolor en el pecho; dos semanas después de recibir la vacuna”, afirma la base de datos.
Los datos del VAERS de Estados Unidos desde el 14 de diciembre de 2020 hasta el 22 de julio de 2022 muestran que hubo 12,232 eventos adversos en niños de 5 a 11 años, incluidos 313 casos «graves» y 9 muertes.
Además, la base de datos enumera 24 casos de inflamación del corazón, 47 casos de trastornos de la coagulación de la sangre y 101 informes de convulsiones en el mismo grupo de edad.
Según OpenVAERS, “VAERS es el Sistema de Informe de Eventos Adversos de Vacunas establecido en 1990. Es un sistema de informe voluntario que se estima que representa solo el 1 % de los daños por vacunas”.
El sistema VAERS está diseñado para enviar advertencias de seguridad sobre las vacunas, pero sus reportes no están verificados y “no pueden interpretarse como evidencia de una asociación causal entre una vacuna y un evento adverso”, según su descargo de responsabilidad.
Aumento de reacciones adversas pediátricas
El doctor Lawrence B. Palevsky, pediatra, dijo a The Epoch Times que ha leído sobre «un número cada vez mayor de reacciones adversas, y muertes, en la población pediátrica poco después de la administración de estas inyecciones. Desgraciadamente, no se notifican y se descartan como si no tuvieran nada que ver con las inyecciones de COVID».
“Antes de la implementación de la inyección de COVID en la población pediátrica, era poco común ver a un niño sano de 9 años, sin ninguna condición médica, simplemente morir, de la nada, sin motivo aparente”, dijo Palevsky.
“Hoy en día, escuchamos muchas más historias sobre niños de todas las edades que simplemente mueren, de la nada, sin ninguna otra condición médica, aparte de un historial reciente de haber recibido las inyecciones de COVID. Desafortunadamente, en la cultura actual, y en la narrativa dominante, es inconcebible e insondable que las inyecciones de COVID, cuya seguridad y eficacia se nos dice fueron probadas por nuestras autoridades supuestamente confiables, tengan alguna reacción adversa hasta el punto de causar la muerte de niños, y adultos».
Palevsky cree que las vacunas contra el COVID deberían haber sido estudiadas y haber demostrado que no causan daños antes de ser administradas obligatoriamente a las personas, y especialmente a los niños, a los que, en su opinión, «no tiene sentido» administrárselas, ya que no corren grave peligro por el COVID.
“Lamentablemente, esta niña será enterrada y nadie en una posición de autoridad investigará si [su] muerte estuvo relacionada con una reacción adversa a la inyección de COVID. Y, aunque haya una investigación, no se escuchará ninguna noticia de que [su] muerte estuvo, de hecho, relacionada con una reacción adversa a la inyección de COVID, como ha sido el triste caso de tantos que han muerto, innecesariamente, antes que [ella]», dijo Palevsky.
Los CDC exageraron la amenaza del COVID para los niños
El 23 de junio, el director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. dijo falsamente que la COVID-19 ha sido una de las cinco principales causas de muerte de niños desde el comienzo de la pandemia de la COVID-19.
Además, en marzo, los CDC eliminaron decenas de miles de muertes relacionadas con la COVID-19, incluida casi una cuarta parte de las muertes que había enumerado en menores de 18 años.
La agencia de salud realizó el cambio de forma discreta en su sitio web de seguimiento de datos el 15 de marzo.
The Epoch Times se contactó con Pfizer y los CDC para solicitar comentarios.
Con información de Zachary Stieber.
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