Casi la mitad de los gobernadores de Estados Unidos han brindado su apoyo al gobernador de Texas, Greg Abbott, diciendo que están listos para ayudarlo a lidiar con el aumento de la inmigración ilegal en la frontera sur.
«La respuesta del gobierno federal ante la expiración del Título 42 ha representado un completo fracaso de la administración Biden», dijo la gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, en conjunto con otros 23 gobernadores republicanos, a través de una declaración fechada el 16 de mayo. «Mientras el gobierno federal ha abdicado de sus deberes, los gobernadores republicanos están listos para proteger la frontera entre Estados Unidos y México y mantener seguras a las familias».
La aplicación del Título 42, basada en una norma de salud pública que permitía la rápida expulsión de algunos inmigrantes ilegales por temor a que portaran COVID-19, expiró a partir del 12 de mayo. Las autoridades estadounidenses habían pronosticado un aumento de la inmigración ilegal cuando expirara el Título 42, además del ya elevado número de inmigrantes ilegales que estaban cruzando la frontera cada día bajo las políticas fronterizas menos estrictas del presidente Joe Biden, sin embargo, el lunes afirmaron que el número de encuentros había descendido.
Las autoridades también anunciaron varias políticas nuevas, incluida una que restringe los requisitos para obtener asilo, pero algunas fueron suspendidas ante los tribunales.
Abbott, un republicano, instó el martes a los gobernadores de todo el país a intervenir para ayudar a su administración en medio de lo que describió como una «ausencia» del gobierno federal.
«Nosotros, como gobernadores, debemos unirnos para combatir la actual crisis fronteriza del presidente Biden y garantizar la seguridad que todos los estadounidenses merecen», escribió Abbot en una carta enviada a cada gobernador. «Únanse a nosotros en la misión de defender nuestra soberanía nacional e integridad territorial y envíen todo el personal y los recursos disponibles de las fuerzas del orden a la frontera entre Texas y México para servir junto a nuestros miles de soldados de la Guardia Nacional de Texas y las tropas del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS)».
Abbott «ha ejemplificado el liderazgo en un momento crítico (…) para prevenir los cruces ilegales y mantener la frontera segura», respondieron los 24 gobernadores en apoyo a sus esfuerzos.
Además de Reynolds, los gobernadores que lo apoyan son el gobernador de Alabama Kay Ivey, el gobernador de Alaska Mike Dunleavy, la gobernadora de Arkansas Sarah Sanders, el gobernador de Florida Ron DeSantis, el gobernador de Georgia Brian Kemp, el gobernador de Idaho Brad Little, el gobernador de Indiana Eric Holcomb, el gobernador de Missouri Mike Parson, el gobernador de Mississippi Tate Reeves, el gobernador de Montana Greg Gianforte, el gobernador de Nebraska Jim Pillen, el gobernador de Dakota del Norte Doug Burgum, el gobernador de New Hampshire Chris Sununu, el gobernador de Nevada Joe Lombardo, el gobernador de Ohio Mike DeWine, el gobernador de Oklahoma Kevin Stitt, el gobernador de Carolina del Sur Henry McMaster, la gobernadora de Dakota del Sur Kristi Noem, el gobernador de Tennessee Bill Lee, el gobernador de Utah Spencer Cox, el gobernador de Virginia Glen Younkin, el gobernador de Virginia Occidental Jim Justice y el gobernador de Wyoming Mark Gordon.
Envío de tropas
Varios gobernadores han enviado tropas a Texas.
El gobernador Reeves indicó que estaba desplegando tropas de la Guardia Nacional para ayudar a combatir el tráfico de drogas y de personas.
«Cada estado se ha convertido en un estado fronterizo, y cada día estamos viendo el terrible impacto de esta crisis humanitaria y de seguridad nacional», dijo Reeves en una declaración. «Lo que ocurre en la frontera no se queda ahí. Las drogas y las personas son traficadas a todos los estados de la nación-incluyendo Mississippi».
DeSantis indicó que estaba desplegando personal policial y de la Guardia Nacional a la frontera en respuesta a la solicitud de Abbott.
«Los impactos de la crisis fronteriza de Biden se sienten en las comunidades de toda la nación, y la abdicación del deber del gobierno federal socava la soberanía de nuestro país y el estado de derecho», dijo DeSantis en una declaración. «Mientras Biden ignora la crisis que él mismo creó, Florida está dispuesta a ayudar a Texas a responder a esta crisis».
El gobierno federal ha desafiado a los críticos que dicen que los funcionarios están ignorando la crisis. El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, declaró que más de 24,000 agentes y oficiales de la Patrulla Fronteriza estaban preparados para hacer cumplir las políticas fronterizas al terminar el Título 42, con el apoyo de miles de tropas desplegadas por orden de Biden.
«No crean las mentiras de los contrabandistas. La frontera no está abierta», dijo Mayorkas en una declaración. «Las personas que no utilicen las vías legales disponibles para entrar en EE. UU. se enfrentan ahora a consecuencias más duras, incluida una prohibición de reingreso de un mínimo de cinco años y un posible enjuiciamiento penal. Junto con nuestros socios en todo el gobierno federal y el hemisferio occidental, estamos preparados para esta transición».
Descienden los encuentros
El número de encuentros con inmigrantes ilegales se redujo a una media de 5000 al día desde que finalizó la aplicación del Título 42, quedando por debajo de los máximos diarios de más de 10,000 personas de la semana pasada, declaró Blas Núñez-Neto, un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional, en una conversación con los periodistas el lunes.
Núñez-Neto describió la situación como «muy fluida» y atribuyó el descenso a varios factores, como el endurecimiento de las condiciones de asilo por parte de la administración Biden y el refuerzo de la seguridad fronteriza por parte de los países del sur.
«Se trata de una situación en continua evolución que estamos supervisando en tiempo real», dijo el funcionario. «Estamos procesando a las personas de forma segura, ordenada y humana, y aplicando rápidamente las consecuencias a aquellos que no establecen una base legal para permanecer en Estados Unidos».
Miles de inmigrantes ilegales fueron deportados durante el fin de semana, dijo Núñez-Neto.
Bajo el mandato de Biden, las autoridades han liberado en repetidas ocasiones a inmigrantes ilegales en el interior de Estados Unidos, incluso a algunos sin fecha de juicio. Muchos solicitantes de asilo son finalmente rechazados, pero las deportaciones se han desplomado bajo la actual administración. El lunes, un juez estadounidense ordenó a la administración que dejara de poner en libertad a los inmigrantes ilegales sin una notificación judicial, y amenazó con declarar en desacato a los funcionarios de Biden después de que algunos inmigrantes ilegales siguieran siendo puestos en libertad tras haber ordenado el cese de esta práctica.
Con información de Reuters
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