WASHINGTON —Al visitar Moscú para estrechar lazos con el presidente ruso Vladimir Putin, el líder chino Xi Jinping está demostrando al mundo su desprecio por las «atrocidades cometidas en Ucrania» y proporcionando al aislado líder ruso una «cobertura diplomática», según el secretario de Estado Antony Blinken.
Blinken hizo estas declaraciones en una rueda de prensa el 20 de marzo al anunciar el informe anual sobre derechos humanos de su departamento, justo cuando Xi realizaba su primera visita a Moscú desde que Putin montó una guerra en Ucrania el año pasado. Ambos se saludaron como «querido amigo» antes de la cena.
Xi fue el primer líder internacional que se reunió con Putin después de que el 17 de marzo la Corte Penal Internacional emitiera una orden de detención contra el presidente ruso, citando los «presuntos crímenes de guerra de deportación de niños de los territorios ocupados de Ucrania a la Federación Rusa».
«Que el presidente Xi viaje a Rusia días después de que la Corte Penal Internacional emitiera una orden de arresto contra el presidente Putin sugiere que China no siente ninguna responsabilidad de hacer que los criminales rindan cuentas por las atrocidades cometidas en Ucrania, y en lugar de siquiera condenarlas, prefiere dar cobertura diplomática a Rusia para que siga cometiendo esos mismos crímenes», dijo Blinken a los periodistas.
El 20 de marzo, Blinken autorizó la 34ª ronda de ayuda militar a Ucrania, enviando un paquete de armas y equipos estadounidenses valorado en 350 millones de dólares.
«Rusia sola podría poner fin a su guerra hoy mismo. Hasta que Rusia lo haga, permaneceremos unidos a Ucrania el tiempo que sea necesario», afirmó en un comunicado.
En la rueda de prensa, Blinken expresó su esperanza de que Xi reitere ciertas partes del plan de alto el fuego que Beijing propuso el 24 de febrero y obligue a Rusia a retirar sus tropas del suelo ucraniano, lo que calificó de «elemento fundamental».
«La propuesta de China incluye elementos que hemos apoyado durante mucho tiempo, como garantizar la seguridad nuclear, resolver las crisis humanitarias, proteger a los civiles y, de hecho, el primer elemento pide defender la soberanía, la independencia de la integridad territorial de todos los países», dijo.
«Pedir un alto el fuego que no incluya la retirada de las fuerzas rusas del territorio ucraniano sería, de hecho, apoyar la ratificación de la conquista rusa».
«El mundo no debe dejarse engañar por ningún movimiento táctico de Rusia, apoyado por China o cualquier otro país, para congelar la guerra en sus propios términos».
John Kirby, miembro del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, ha cuestionado previamente que la propuesta de paz de Beijing sea sostenible.
«Es difícil ver cómo [el plan de paz chino] podría representar una opción sostenible aquí cuando no ha habido conversaciones entre chinos y ucranianos», declaró a The Epoch Times a finales de febrero.
Tras su cumbre de tres días con Putin, Xi tiene previsto llamar al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, lo que supondría su primera conversación desde la guerra.
En la reunión con Xi, Putin acogió con satisfacción la resolución del conflicto ucraniano por parte de Beijing.
«Discutiremos todos esos asuntos, incluida su iniciativa, que respetamos mucho», dijo. «Nuestra cooperación en el ámbito internacional contribuye sin duda a reforzar los principios básicos del orden mundial y la multipolaridad». Dijo a Xi que sentía «cierta envidia» por el rápido desarrollo de China en las últimas décadas, mientras el líder comunista sonreía.
Los expertos han advertido de que los esfuerzos de Xi por presentarse como un pacificador durante este viaje son una mera cortina de humo. En realidad, el régimen chino está interesado en prolongar la guerra de Ucrania para distraer a Occidente de sus ambiciones en el Indo-Pacífico, dijeron.
Los crecientes lazos entre Rusia y China han preocupado a muchos en Occidente, incluido el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, quien advirtió de la formación de un «eje de poder» entre Corea del Norte, China, Rusia e Irán.
«Me preocupa este eje de poder. Pero también tenemos que tener un plan para ganar [en Ucrania]», dijo a los periodistas en el retiro del Partido Republicano de la Cámara de Representantes en Florida el 19 de marzo.
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