El presidente Joe Biden y el líder chino Xi Jinping no lograron ningún «avance» en los temas que conciernen a ambas naciones, luego de su primera cumbre virtual como jefes de estado el 15 de noviembre.
Biden dijo que Estados Unidos trabajará para «avanzar en un sistema internacional que sea libre, abierto y justo» y planteó su preocupación por el historial de derechos humanos del Partido Comunista Chino (PCCh) y los abusos de los que tuvo conocimiento en Xinjiang, Tíbet y Hong Kong.
Según la Casa Blanca, Biden aprovechó las conversaciones como una oportunidad para «hablar con franqueza y sin rodeos» con Xi sobre las intenciones y prioridades de su administración en diversos de temas.
«No esperábamos que esta reunión fuera una especie de punto de partida fundamental en la relación entre Estados Unidos y China. No esperábamos un avance y no lo hubo», dijo un alto funcionario de la administración a los periodistas durante una llamada informativa tras la conclusión de la cumbre, que duró 3.5 horas.
Según el funcionario, los dos líderes tuvieron una «discusión extensa» sobre Taiwán, un aliado clave de Estados Unidos en el Indo-Pacífico. El régimen chino considera Taiwán, una nación independiente, como un territorio que debe unirse al continente por la fuerza si es necesario.
Con respecto a «Taiwán, no se estableció nada nuevo en forma de salvaguardas o cualquier otro entendimiento», dijo el funcionario.
El funcionario agregó: «La idea de establecer salvaguardas de seguridad específicas con respecto a Taiwán no fue parte de la conversación de esta noche».
Biden le dijo a Xi que Estados Unidos sigue «comprometido con la política de ‘Una Sola China’, guiada por la Ley de Relaciones con Taiwán, los Tres Comunicados Conjuntos y las Seis Garantías».
«Estados Unidos se opone firmemente a los esfuerzos unilaterales para cambiar el statu quo o socavar la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán», dijo la Casa Blanca en un comunicado.
En octubre, el ministro de Defensa de Taiwán advirtió que el régimen chino sería capaz de montar una invasión a gran escala en 2025.
Washington está obligado por la ley de Relaciones con Taiwán a suministrar a la isla equipos militares para su autodefensa.
Según los medios de comunicación estatales de China, Xi le advirtió a Biden que China «tendrá que tomar medidas decisivas» si las llamadas fuerzas independentistas de Taiwán «cruzan la línea roja».
Otros temas que se discutieron durante la reunión incluyeron la crisis climática, los suministros energéticos globales, Corea del Norte, Afganistán e Irán, según la Casa Blanca.
El funcionario no hizo comentarios cuando se le preguntó si los dos líderes también hablaron sobre la estabilidad nuclear o sobre la supuesta prueba de un misil hipersónico chino con capacidad nuclear durante el verano.
Cuando se le preguntó si la reunión aliviaría las tensiones entre los dos países, el funcionario dijo que la reunión debería verse desde un ángulo diferente.
«Así que no creo que el propósito fuera particularmente aliviar las tensiones… queremos asegurarnos de que la competencia entre las dos naciones se administre de manera responsable, que tengamos formas de hacerlo».
«Visiones muy diferentes para el futuro»
Ian Easton, director senior del Project 2049 Institute, dijo que dudaba que la cumbre virtual pudiera disipar las tensiones entre la China comunista y Estados Unidos, en una entrevista con el medio asociado de The Epoch Times, NTD, el 15 de noviembre antes de la reunión virtual.
Easton sospechaba que los dos líderes podrían tener una discusión porque «tienen visiones muy diferentes para el futuro, y especialmente para el futuro de Taiwán».
«Creo que para el presidente Biden, su principal objetivo, sospecho, va a ser la disuasión, comunicar muy claramente al presidente Xi, que, si China continúa actuando agresivamente hacia Taiwán, que esto podría en última instancia obligar a Estados Unidos a avanzar hacia una relación diplomática más normal con Taiwán y a ser cada vez más claro sobre el compromiso de Estados Unidos para defender a Taiwán, si eso llegara a ser necesario», dijo Easton.
En otras palabras, Easton dijo que la reunión se trataría más de «restablecer, restaurar y reconstruir la credibilidad de la disuasión estadounidense».
Los diálogos «no son tan beneficiosos» para EE.UU.
Robert Sutter, profesor de la Escuela de Asuntos Internacionales Elliott de la Universidad George Washington, le dijo a NTD el 15 de noviembre cómo Beijing podría no cumplir sus promesas después de aceptar algo, señalando los registros pasados del régimen sobre el robo de propiedad intelectual, el comercio y el Mar de China Meridional.
“En el Mar de China Meridional, Xi Jinping es conocido por haber dicho que no militarizaría las islas allí. Y entonces Washington sabe que él dijo eso y, por supuesto, nunca sucedió, fue todo lo contrario. Así que este es el registro” de lo que hacen, explicó Sutter.
Advirtió que China utiliza estos diálogos entre altos dirigentes «como un disfraz de lo que es su política». También resaltó: “Dicen que es una cosa, y hacen algo muy diferente».
“Por tanto, este tipo de diálogos no son necesariamente, como las instituciones lo ven, beneficiosos para Estados Unidos”, dijo.
Sutter también dijo que se esperaba que ni Biden ni Xi retrocedieran en sus negociaciones, ya que ambos líderes «tienen fuertes imperativos para mantenerse fuertes», lo que significa que sería «muy difícil ver cómo van a resolver problemas específicos que son sensibles para ambos lados».
“Xi Jinping viene de una actuación muy fuerte en la reunión plenaria, además el congreso del partido se acerca el próximo año. Él expuso toda una serie de políticas que son muy ofensivas para Estados Unidos, pero no creo que se aleje de estas políticas. Quiere parecer fuerte”, dijo Sutter.
En octubre, Beijing emitió un nuevo conjunto de reglas preliminares que exigen que las empresas busquen la aprobación del gobierno antes de poder transferir datos al extranjero, lo que podría afectar a las empresas extranjeras tanto en China como en Hong Kong.
En junio, Beijing aprobó una nueva ley que impide que las empresas cumplan con las restricciones extranjeras impuestas a los ciudadanos y empresas chinos.
Lee Cheng-hsiu, investigador adjunto de la Fundación de Política Nacional de Taiwán, le dijo a The Epoch Times después de la cumbre que era imposible que Biden diera marcha atrás en su apoyo a Taiwán.
Si Biden lo hiciera equivaldría a que Estados Unidos renunciara a su compromiso con toda la región del Indo-Pacífico, dijo Lee
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