La organización sin fines de lucro Reporteros Sin Fronteras (RSF), que aboga por la libertad de prensa, advierte a la gente que tenga cuidado con la continua campaña de desinformación mundial de China en relación con el virus del PCCh.
«Con el pretexto de ‘poner las cosas en claro’ sobre el coronavirus, Beijing está bombeando mentiras e imprecisiones destinadas a desacreditar el trabajo de los periodistas y sembrar dudas sobre lo que están informando», dijo Cédric Alviani, jefe de la oficina de RSF en Asia Oriental, en un comunicado publicado el 18 de abril.
Alviani añadió: «Es importante que el público no se deje engañar por la propaganda china y que dé preferencia a la información de los medios de comunicación que respeten los principios periodísticos».
El comunicado explicaba que la campaña de desinformación de China está diseñada para «acallar a los críticos» que culpan a Beijing por la propagación del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus.
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Los medios de comunicación han señalado la decisión de las autoridades chinas de censurar las advertencias tempranas, como el silenciamiento de ocho médicos, entre ellos el oftalmólogo Li Wenliang, por haber publicado en las redes sociales chinas sobre un nuevo tipo de neumonía a finales de diciembre.
Mientras tanto, ciudadanos chinos periodistas han desaparecido, entre ellos Fang Bin, por informar sobre la situación en Wuhan, el epicentro del brote en China.
RSF señaló el ejemplo de los funcionarios chinos que afirmaron que el ejército de Estados Unidos «llevó la epidemia a Wuhan».
A finales de marzo, la Cadena Global de Televisión de China (CGTN), la rama internacional de la emisora estatal china CCTV, también «distorsionó las declaraciones» hechas por el director de un instituto italiano de investigación en farmacología, Giuseppe Remuzzi, a la emisora de radio pública estadounidense NPR.
«[La CGTN] estaba insinuando que él [Remuzzi] había dicho que la epidemia de coronavirus había comenzado en Italia un mes antes de su aparición en China», según la declaración de RSF.
Desde febrero, los embajadores chinos han estado atacando a los medios internacionales por su cobertura crítica a la respuesta de Beijing a la pandemia.
Más recientemente, el 14 de abril, el embajador chino en Francia, Lu Shaye, fue convocado por el Ministerio de Relaciones Exteriores francés por «publicaciones en el sitio web de la embajada y en la cuenta de Twitter difamando al personal de salud francés y a una coalición parlamentaria francesa», según RSF.
«Ciertas opiniones expresadas públicamente por representantes de la embajada china en Francia no están en concordancia con la calidad de la relación bilateral entre nuestros dos países», dijo el Ministro de Relaciones Exteriores francés Jean-Yves Le Drian en un comunicado sobre su encuentro con Lu, según Reuters.
El 12 de abril, la embajada china en Francia publicó un artículo titulado, «Restaurando los hechos distorsionados—Observaciones de un diplomático chino asignado en París». El artículo citaba a un diplomático sin nombre, el cual indicaba que los cuidadores de residencias de ancianos en Francia habían abandonado sus trabajos, dejando a los residentes morir de hambre y de COVID-19, la enfermedad causada por el virus.
El artículo se publicó solo unos días después de que Francia aumentara el número de muertes por el virus de 8911 a 10,328 en un solo día, según los medios de comunicación locales de France 24, con un fuerte aumento de muertes que producidas en los hogares de ancianos.
El artículo chino también acusaba a las autoridades francesas y taiwanesas de atacar a Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Las autoridades taiwanesas, apoyadas por más de 80 parlamentarios franceses en una declaración firmada conjuntamente, incluso utilizaron la palabra ‘negro’ para atacarlo. Todavía no entiendo qué pudo haber pasado por la cabeza de todos estos representantes electos franceses», decía el artículo.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán, en un comunicado emitido el 15 de abril, dijo que el artículo, que fue tuiteado por la cuenta oficial perteneciente a la embajada china en Francia, era una acusación falsa.
En un artículo, Reuters escribió que no pudo encontrar ninguna prueba de que los legisladores franceses apoyaran tal declaración, ni que las autoridades taiwanesas usaran esta palabra para insultar a Tedros.
Juntos, los embajadores chinos y el periódico estatal chino Global Times, han estado «llevando a cabo una cruzada contra los periodistas occidentales, acusándolos de ‘mentir’ sistemáticamente para culpar a China por la pandemia», según RSF.
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