El expresidente Donald Trump emitió un comunicado el viernes diciendo que las audiencias del Senado de Arizona sobre la auditoría electoral del condado de Maricopa muestran suficientes niveles de fraude e irregularidades en la votación como para cambiar el resultado de las elecciones presidenciales.
«Arizona tiene senadores estatales fuertes dispuestos a luchar por la verdad», dijo Trump en una declaración del 16 de julio, y agregó que la audiencia «muestra fraude e irregularidades en la votación muchas veces más de lo que se necesitaría para cambiar el resultado de las elecciones».
El expresidente también apuntó a los medios de comunicación que informaron que «no hubo fraude» en las elecciones presidenciales, al tiempo que citó a varios legisladores que pedían la anulación de la certificación de las elecciones.
El Senado estatal liderado por el Partido Republicano de Arizona llevó a cabo una audiencia el jueves en medio de una auditoría forense de resultados electorales que tomó meses en el condado de Maricopa de Phoenix, dirigida por la firma de ciberseguridad Cyber Ninjas, con sede en Florida. Los equipos que realizaron la auditoría dijeron en la audiencia que encontraron varias discrepancias importantes.
Doug Logan, director ejecutivo de Cyber Ninjas, dijo a los senadores en el Capitolio del estado de Arizona que los auditores no pudieron encontrar ningún registro de que el condado enviara más de 74,000 boletas por correo. También dijo que los auditores descubrieron que aproximadamente 18,000 personas votaron pero fueron eliminadas de las listas de votantes “poco después de las elecciones, 11,326 personas que no estaban en las listas de votantes el 7 de noviembre de 2020, pero aparecieron en las listas el 4 de diciembre de 2020, y 3981 personas que votaron luego de registrarse después del 15 de octubre de 2020″.
El presidente de la Junta de Supervisores del Condado de Maricopa, Jack Sellers, un republicano, dijo en un comunicado después de la audiencia que los auditores eran incompetentes.
“En la sesión informativa de hoy, los contratistas no certificados del Senado hicieron muchas preguntas abiertas, presentando como sospechoso lo que es realmente normal y bien conocido por las personas que trabajan en las elecciones. En algunos casos, arrojaron cifras explosivas que simplemente no son precisas. Lo que escuchamos hoy representa una realidad alternativa que se ha salido de control desde las elecciones generales de noviembre. Los líderes del Senado deberían avergonzarse de que transmitieran las teorías a medias de los espectadores de ‘Deep Rig’ al mundo de hoy”, dijo. “A los líderes del Senado les digo, dejen de acusarnos de no cooperar cuando les hemos dado todo lo que los auditores calificados necesitarían para hacer este trabajo. Termine su auditoría, publique el informe, y esté preparado para defenderlo en los tribunales».
Un portavoz del condado le dijo a The Epoch Times por correo electrónico que no estaba claro a qué conjuntos de datos se referían los auditores para algunas de sus acusaciones. Las aproximadamente 74,000 boletas probablemente se refieren a votantes que fueron en persona a los centros de votación antes del día de las elecciones, dijo.
“A pesar de que están votando en persona, sus boletas se tratan de la misma manera que las que se envían por correo: selladas en un sobre y firmadas por el votante”, dijo el portavoz.
La audiencia se produjo luego de que la presidenta del Senado de Arizona, Karen Fann, cuyo comité republicano autorizó la auditoría a fines del año pasado, dijera que el conteo de votos de los auditores produjo un número diferente del conteo del condado.
El testimonio del 15 de julio, dado frente a Fann y el senador Warren Peterson, presidente del Comité Judicial del Senado estatal, desencadenó un impulso para llevar a cabo nuevas elecciones en el estado, donde los registros oficiales muestran que el presidente Joe Biden recibió alrededor de 10,500 votos más que Trump, de unos 3.4 millones de votos emitidos.
“Hago un llamado para que los electores de Biden sean llamados a Arizona y que se lleve a cabo nuevas elecciones. Los electores de Arizona no deben ser premiados de manera fraudulenta y tenemos que hacerlo bien” , dijo en Twitter la senadora de Arizona Wendy Rogers, una republicana que ha estado siguiendo de cerca la auditoría.
Trump, en una declaración del 16 de julio, citó a Rogers diciendo: “He escuchado suficiente. Es hora de descertificar estas elecciones».
Mientras tanto, Fann le dijo a la OANN que la legislatura estatal carece de autoridad para revocar a los electores, y agregó que los hallazgos de la auditoría serán entregados al Congreso y a los fiscales generales a nivel estatal y federal.
En la audiencia, los auditores dijeron que quieren imágenes de sobres de boletas electorales, imágenes de enrutadores, análisis de registros, discos duros que contengan información sobre las elecciones de 2020 en el condado de Maricopa y detalles sobre las políticas y procedimientos del condado mientras intentan completar su auditoría forense.
Mientras tanto, los funcionarios electorales del condado de Arizona han identificado 182 casos de posible fraude electoral, con cuatro casos que han dado lugar a cargos y, hasta el momento, sin condenas, según el Associated Press. La mayoría de los casos identificados involucraron a personas que votaron por un familiar que había muerto o personas que intentaron emitir dos votos.
“El hecho es que los funcionarios electorales de todo el estado están muy interesados en ayudar a garantizar la integridad de nuestras elecciones y la confianza del público en ellas”, dijo la secretaria de Estado de Arizona Katie Hobbs, una demócrata, según el Associated Press. «Y parte de eso implica tomarse en serio el posible fraude electoral».
Con información de Zachary Stieber.
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