Sara Almaraz, una joven residente de Salsipuedes, un pintoresco pueblito situado en medio de las Sierras de Córdoba, Argentina, con tan solo 16 años emprendió un viaje diferente junto a otros compañeros, sin ambiciones de fama, sino por una causa noble y justa.
En una misión diplomática, un grupo de jóvenes de varios países, entre ellos China, Estados Unidos, Alemania, Francia, Austria, India, Rusia, Argentina, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Hungría y Singapur, recorrieron 5000 kilómetros en bicicleta desde Los Ángeles a Washington, iniciando el 1 de junio de 2015, con el propósito de despertar la conciencia en todo el mundo sobre la persecución a Falun Dafa en China y para rescatar a cinco huérfanos del mismo país y traerlos a Estados Unidos.
Los huérfanos, al igual que sus padres también son objeto de persecución, por practicar la disciplina espiritual de la escuela Buda, Falun Dafa (también conocida como Falun Gong), quienes son brutalmente perseguidos desde hace 21 años en China.
Los jóvenes ciclistas cruzaron 13 estados y llegaron a Washington DC. donde los recibieron con un concierto en el Lincoln Memorial.
En el año 1999 el régimen chino realizó un censo y descubrió que los practicantes de Falun Dafa superaban ampliamente en número a los miembros afiliados al partido, allí fue cuando lo consideró una amenaza a su poder, y comenzó una campaña sistemática de difamación y persecución. Ésta incluso llegó a las escuelas donde los niños eran hostigados por sus maestros y compañeros solo por creer en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, principios rectores de esta disciplina.
Sara se sentía conmovida al representar a Latinoamérica en esta importante misión de despertar conciencia y con su voz dulce, pero firme, expresó: “Es una responsabilidad muy grande, pero es emocionante saber que uno puede colaborar haciendo tan poco pero para algo tan grande que es salvar vidas de personas que son inocentes”.
La sonrisa de Sara es franca y genuina, del mismo modo que la humildad que transmite al hablar. En un diálogo con The Epoch Times, comentó las motivaciones que la llevaron a inscribirse en esta carrera que duró un mes y medio y que marcó su vida y la de muchas personas más.
Sara comenzó a practicar Falun Dafa a los 15 años y comentó que desde entonces se siente «una mejor persona porque cuando uno se convierte en un practicante, ve todo diferente, cambia uno internamente y se da cuenta de las cosas malas que ahora ya no hay que hacer. Sinceramente, es difícil de explicar. Los conceptos que antes tenía de la vida ya no son los mismos que ahora”, expresó.
Falun Dafa es un sistema integral de cultivación de mente y cuerpo que consta de 5 ejercicios que se practican libremente en parques de todo el mundo, excepto en China, su lugar de origen. Por ese motivo, los practicantes del resto del mundo llevan adelante acciones de toda índole para que el mundo conozca una verdad que no sale a la luz porque está velada por mentiras e intereses comerciales.
Viaje por la libertad
El proyecto llamado Ride2Freedom (R2F) fue organizado por la Asociación sin fines de lucro Amigos de Falun Dafa. Luego de concluir el recorrido hasta Washington D.C. en busca de apoyo, los embajadores tenían la intención de viajar hasta Beijing para rescatar a 5 niños huérfanos, hijos de practicantes de Falun Dafa internados en un orfanato en China.
Cuando los ciclistas terminaron su recorrido en Washington los esperaba un concierto con música creada por practicantes de Falun Dafa para contar sobre la cruel persecución.
Muy conmovido por el concierto, William Craig, un ciclista amateur, dijo: “La presentación es mágica. El simple hecho de poder escuchar estas canciones que fueron cantadas en esas prisiones y por personas que han sobrevivido al sistema de torturas chino, es extraordinario. Es como si estuviéramos llegando y conectándonos con ellos, aunque estén a millones de kilómetros de distancia”.
Seguidamente, el equipo de Ride2Freedom viajó a la ciudad de Nueva York para hablar ante la Asamblea General de la ONU y para participar de un recorrido por Time Square instando a terminar con la persecución a los practicantes de Falun Dafa.
El grupo logró ganar el apoyo de funcionarios electos y el público en general.
El diputado Alan Lowenthal (Demócrata por California, 47.° distrito) emitió una declaración en muestra de apoyo a Ride2Freedom, al igual que Joan Collins es presidenta adjunta de la Asociación Pacífico de las Naciones Unidas.
También recibieron el respaldo del alcalde y el consejero municipal de O’Fallon, Missouri, entre otros funcionarios.
“Es realmente importante que la gente sepa lo que sucede en China, que era un país con mucha cultura y que con el comunismo lamentablemente se volvió muy perverso” expresó Sara.
En Washington D.C., los ciclistas intentaron reunirse con el presidente Obama para solidificar su apoyo y coordinar una reunión con el líder del Partido Comunista Chino, Xi Jinping. Aunque no lograron reunirse con él, le hicieron llegar su carta que decía:
“Presidente Obama, usted es el líder de la nación más poderosa del mundo, una nación fundada bajo el principio de la libertad de creencia».
«Necesitamos su ayuda para llevar a Jiang Zemin ante la justicia (quien fue instigador de la persecución), facilitando el apoyo de los líderes de los embajadores de todos los países del mundo, y salvando la vida de los cinco huérfanos”.
Sara expresó la esperanza de que este viaje ayudara a los niños huérfanos a encontrar un hogar con Verdad, Benevolencia y Tolerancia. «Necesito del apoyo y aliento de mi país y de toda Latinoamérica para cumplir con esta misión”.
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