La Unión Europea (UE) hizo un llamado al régimen de Beijing tras la detención de una periodista china que trabaja para Bloomberg News, para que libere a todos los reporteros y periodistas ciudadanos china detenidos y encarcelados.
El 7 de diciembre, Fan Haze, ciudadana china, fue detenida en su casa en la capital Beijing por agentes de seguridad de la oficina local del Estado vestidos de civil, presuntamente por sospechar que ponía en peligro la seguridad nacional. Ella trabajaba para Bloomberg desde 2017.
En una declaración del 12 de diciembre, el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), el ministerio de asuntos exteriores y defensa de la UE, instó a que las autoridades chinas permitan que Fan tenga un acceso a un abogado de su elección y el contacto con su familia.
El SEAE también expresó su preocupación por tres periodistas ciudadanos chinos desaparecidos — Zhang Zhan, Chen Qishui y Fang Bin — todos detenidos por su cobertura de la pandemia COVID-19 en China.
COVID-19 es una enfermedad causada por el virus del Partido Comunista Chino (PCCh), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus que apareció por primera vez a fines de 2019 en Wuhan, la capital de la provincia de Hubei en el centro de China. Recientemente, las autoridades chinas dispusieron bajo un estricto bloqueo a varias ciudades, incluidas tres de la provincia de Heilongjiang, en el norte del país, a medida que aparecieron nuevos casos de infección.
«Todos los arrestados y detenidos en relación con su actividad de informadores deben ser puestos en libertad de inmediato», declaró el SEAE.
En respuesta a la declaración del SEAE, la misión China para la UE emitió una declaración el domingo, diciendo que el caso de Fan era «un asunto totalmente interno de China» y que ningún otro país tenía «ningún derecho a interferir».
Zhang, una exabogada de 37 años, llegó a Wuhan en febrero y desapareció en mayo. Más tarde, en junio, las autoridades anunciaron que fue detenida por «buscar peleas y provocar problemas».
A mediados de noviembre, el sitio web de derechos humanos, Weiquan Net, obtuvo una copia de la acusación de Zhang presentada en la oficina del fiscal local en Shanghai. Los fiscales recomendaron para la acusada una pena de prisión de 4 a 5 años por cargos que incluían «distribuir información falsa a través de texto, vídeo y otros medios» en redes sociales como WeChat, Twitter y YouTube.
En el documento del tribunal también se acusó a Zhang de «especular maliciosamente» sobre la pandemia de Wuhan al «hablar con los medios de comunicación extranjeros Radio Free Asia y Epoch Times». Zhang fue entrevistada varias veces por Epoch Times en chino.
De acuerdo con el grupo de derechos humanos chino, Chinese Human Rights Defenders (CHRD), ella se mantiene en huelga de hambre desde septiembre mientras la tienen retenida en el centro de detención del nuevo distrito de Pudong, situado en Shanghai.
Uno de sus abogados, Zhang Keke (sin relación), que visitó a Zhang el 23 de noviembre, declaró que ella mantuvo su declaración de inocencia y que estaba siendo alimentada a la fuerza en la cárcel como una forma de tortura, por lo general a través de un tubo de alimentación o por sus compañeras de celda, según CHRD.
Chen, un exabogado de 34 años, también estaba emitiendo reportes desde Wuhan antes de desaparecer en febrero. Su paradero actual sigue siendo desconocido. Un posteo del 13 de diciembre de la cuenta de Twitter de Chen, actualmente gestionada por su amigo, dice que Chen lleva «fuera de contacto 311 días tras cubrir el coronavirus en Wuhan».
«Todavía estamos esperando el regreso de Chen Qiushi. Hasta que reaparezca, seguiremos contando los días», decía el tuit.
El actual paradero de Fang, un vendedor de ropas, también es desconocido. Está desaparecido desde febrero.
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