Boicot diplomático de Biden a los Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 suscita aplausos y críticas

Por Frank Fang
07 de diciembre de 2021 1:42 PM Actualizado: 07 de diciembre de 2021 1:42 PM

Un grupo de legisladores y exfuncionarios estadounidenses están pidiéndole al gobierno de Biden que haga más que simplemente imponer un boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022.

El boicot diplomático fue anunciado por la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, el 6 de diciembre. La secretaria dijo que Washington «no puede seguir adelante como de costumbre» ante el «genocidio y crímenes de lesa humanidad en curso» del régimen comunista. El boicot significa que Estados Unidos no enviará una delegación oficial a China para los juegos, pero los atletas estadounidenses participarán en la competencia.

Está previsto que los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 comiencen el 4 de febrero del próximo año.

Algunos republicanos, incluidos el senador Tom Cotton (Ark.), el representante Mike Gallagher (Wis.) y el representante Carlos Giménez (Fla.), dijeron que la administración Biden debería optar por un boicot total, lo que significa que los atletas estadounidenses no participarían en los juegos.

“Los regímenes autoritarios han utilizado por largo tiempo en la historia los Juegos Olímpicos para encubrir abusos contra los derechos humanos. Estados Unidos debe hacer todo lo que esté a su alcance para evitar que el PCCh [Partido Comunista Chino] se embolse esta enorme victoria propagandística”, dijo Gallagher en un comunicado.

«Para los millones de víctimas del PCCh y para la salud y seguridad de los atletas estadounidenses, un boicot diplomático no es suficiente».

Además, Gallagher argumentó que se ha hecho necesario un boicot total dado que el Comité Olímpico Internacional (COI) «ha perdido toda credibilidad para garantizar el bienestar» de los atletas estadounidenses por la forma en que ha abordado las acusaciones de abuso sexual de la estrella china del tenis, Peng Shuai, sobre un exfuncionario de alto rango del PCCh.

Después de publicar las acusaciones por Internet el 2 de noviembre, Peng desapareció durante dos semanas. Tras su reaparición en los medios de comunicación estatales de China, el COI ha realizado dos videollamadas con ella; la última llamada el 1 de diciembre. Sin embargo, los críticos han dicho que las llamadas no son adecuadas para garantizar su seguridad, ya que puede ser intimidada o coaccionada mientras se encuentra en China.

También el 1 de diciembre, la Asociación de Tenis de Mujeres (WTA) anunció que suspenderá los torneos en China y Hong Kong debido a su preocupación por el bienestar de Peng.

Al menos dos legisladores -el diputado Tim Ryan (D-Ohio) y el Senador Bill Hagerty (R-Tenn.)- están pidiendo que los Juegos Olímpicos de Invierno se trasladen a otro lugar.

«Me alegra ver que la Administración Biden toma medidas para responsabilizar a China, pero este boicot diplomático no va lo suficientemente lejos», escribió Ryan en Twitter, señalando cómo el régimen chino ha continuado «bloqueando» las investigaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los orígenes del virus del PCCh, el patógeno que causa la enfermedad COVID-19.

Ryan agregó: «China ha demostrado una y otra vez que no merece el honor de albergar los Juegos Olímpicos, y los Juegos deberían celebrarse en otro lugar».

Una encuesta reciente del Instituto Ronald Reagan mostró que la mayoría de los estadounidenses apoyaban un boicot total (47 por ciento) o retrasar y reubicar los juegos (60 por ciento).

Exfuncionarios de la administración Trump -el secretario de Estado Mike Pompeo y la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley- usaron Twitter para cuestionar la decisión de la administración Biden.

«Al PCCh no le importa un comino un boicot diplomático, porque al final del día, todavía reciben a los atletas del mundo», escribió Pompeo. «Joe Biden necesita enfrentarse al PCCh».

Una mujer, junto a un grupo de activistas, se concentra frente al consulado chino en Los Ángeles, California, el 3 de noviembre de 2021. Los activistas piden un boicot a los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 debido a las violaciones a los derechos humanos por parte de China. (Frederic J. Brown/AFP a través de Getty Images)

Haley escribió: “Un boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de Beijing es una broma. A China no le importa si aparecen Biden y el equipo. Quieren a nuestros atletas».

En un comunicado, el COI dijo, dada su política de «neutralidad política», que respetaba la decisión de Washington.

El 6 de diciembre, antes de que Washington anunciara su boicot diplomático, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, amenazó a Estados Unidos con «contramedidas resueltas» si se llevara a cabo un boicot diplomático, sin dar más detalles.

Un portavoz de la Misión China ante la ONU calificó el boicot diplomático de Estados Unidos como una «farsa política autodirigida».

Al día siguiente, el medio de comunicación estatal chino CGTN informó en Twitter que Estados Unidos «pagará un precio por su fechoría».

Al momento de escribir este artículo, Beijing no ha anunciado ninguna acción de represalia contra Estados Unidos.

Elogios al boicot diplomático

Varios legisladores estadounidenses aplaudieron al gobierno de Biden por anunciar un boicot diplomático.

“A través de un boicot diplomático, ambos podemos alentar al equipo olímpico de Estados Unidos al oro mientras nos mantenemos fieles a nuestros valores de libertad y derechos humanos”, declaró el senador Edward Markey (D-Mass.), según un comunicado de su oficina.

En una declaración, el senador Chris Coons (D- Del.) escribió: “Me alegra que el presidente Biden esté colocando los derechos humanos en el centro de la política exterior estadounidense, y espero que otras naciones y patrocinadores corporativos consideren unirse a este boicot».

La Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) también acogió con satisfacción el boicot diplomático.

«Las violaciones sistemáticas, continuas y atroces del gobierno chino a la libertad religiosa y a otros derechos humanos de los musulmanes uigures, budistas tibetanos, cristianos, practicantes de Falun Gong y muchos otros traicionan el espíritu olímpico», declaró el vicepresidente de la USCIRF, Nury Turkel, en un comunicado.

«De hecho, a un régimen genocida no se le debería haber otorgado el privilegio de albergar los Juegos Olímpicos en primer lugar», dijo.

Practicantes de Falun Gong participan en una manifestación en Flushing, Nueva York, el 18 de abril de 2021. (Samira Bouaou/The Epoch Times)

Sam Brownback, exembajador general de Estados Unidos para la libertad religiosa internacional, dijo anteriormente que el PCCh está «en guerra con la fe», una campaña que el régimen comunista ha llevado a cabo durante 100 años.

Una coalición de grupos, incluidos el Congreso Mundial Uigur, Estudiantes por un Tíbet libre y el Consejo para la Democracia de Hong Kong, conocidos juntos como No a Beijing 2022, emitieron una declaración conjunta dando la bienvenida al boicot estadounidense como un primer paso.

«Si bien acogemos con beneplácito el anuncio de Estados Unidos como un primer paso importante para garantizar que la comunidad internacional deje de legitimar el genocidio y los crímenes de lesa humanidad del gobierno chino, seguimos instando a los gobiernos de todo el mundo a tomar más medidas bilaterales y multilaterales», dijo la coalición.

Estados Unidos no es el primer país en anunciar un boicot diplomático a los Juegos de 2022. La semana pasada, Lituania anunció que sus diplomáticos boicotearán los juegos.

Lituania está involucrada en una disputa diplomática con China, luego de que la nación báltica decidiera permitir que Taiwán abriera una embajada de facto en su capital, Vilnius, usando el propio nombre de Taiwán. En represalia, Beijing degradó sus relaciones diplomáticas con Lituania.

Human Rights Watch (HRW) también dio la bienvenida al boicot diplomático de Estados Unidos y dijo que Beijing «indudablemente está utilizando el evento para ocultar sus abusos y dar a entender que el mundo lo aprueba».

Sophie Richardson, directora de HRW para China, recurrió a su cuenta de Twitter para decir que el gobierno de EE.UU. necesitaba hacer más.

«Estados Unidos ahora debería redoblar sus esfuerzos con gobiernos de ideas afines para investigar y trazar caminos hacia la rendición de cuentas de los responsables de estos crímenes y dar justicia a los sobrevivientes».


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