Se establecerá un tercer mercado de valores en Beijing para ayudar a las pequeñas y medianas empresas a obtener capital, anunció el jueves el líder del régimen chino, Xi Jinping.
“Continuaremos apoyando la innovación y el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, profundizaremos la reforma de la Nueva Tercera Junta, estableceremos una Bolsa de Valores para construir una plataforma primaria que sirva a las pequeñas y medianas empresas orientadas a la innovación”, dijo Xi en un discurso durante la feria internacional de comercio de servicios, en Beijing.
China ya tiene dos mercados de valores, ambos establecidos en 1990. Uno está en Shanghai y el otro está ubicado en Shenzhen, una ciudad cercana a Hong Kong.
La Nueva Tercera Junta que Xi mencionó es un mercado de capitales extrabursátil lanzado en 2013 en Beijing. Su nombre oficial es National Equities Exchange and Quotations (NEEQ). Se ha considerado un canal de financiación más fácil para las pequeñas empresas a causa de sus procedimientos simplificado y menor costo.
Xi no proporcionó más detalles ni el cronograma de la puesta en marcha.
Poco después del discurso de Xi, la Comisión Reguladora de Valores de China publicó un comunicado, diciendo que construirá la nueva bolsa de valores basándose en las empresas que cotizan en bolsa en el selecto sector de la Nueva Tercera Junta.
Los reguladores dijeron que la nueva bolsa de valores se posicionará como una plataforma para servir a las pequeñas y medianas empresas innovadoras, complementando las bolsas de valores de Shanghai y Shenzhen. Al mismo tiempo, será más «inclusiva» y «especifica».
Los reguladores también dijeron que trabajarán con otras agencias para establecer las reglas y regulaciones para la nueva bolsa de valores y brindar apoyo técnico.
Según las últimas estadísticas de la Federación Mundial de Bolsas, la Bolsa de Valores de Shanghai ocupa el tercer lugar del mundo con una capitalización bursátil de 7,27 billones de dólares para el mes de julio de 2021, después de la Bolsa de Valores de Nueva York y el Nasdaq. Mientras que la Bolsa de Valores de Shenzhen ocupa el puesto número 7 con 5,59 billones de dólares después de Euronext y las bolsas de Japón y Hong Kong.
El lanzamiento de la nueva bolsa de valores se produce en un momento en que el régimen comunista ha comenzado a tomar medidas drásticas contra las OPI en el extranjero de los gigantes tecnológicos chinos.
El año pasado, el régimen chino detuvo la OPI de Ant Group, una empresa afiliada de Alibaba Group. En ese momento, Ant Group estaba listo para recaudar USD 34,500 millones, lo que se habría convertido en la OPI más grande del mundo.
En julio, Beijing también se ensañó contra DiDi, el gigante de los transportes privados de China, dos días después de que cotizara su OPI en Estados Unidos, lo que provocó que sus acciones cayeran más del 40 por ciento.
El 24 de julio, Xi prohibió las tutorías con fines de lucro en las materias básicas escolares, dando un gran golpe a la industria de las tutorías en China.
El 17 de agosto, Xi pronunció un discurso de “prosperidad común”, prometiendo reajustar los “ingresos excesivamente altos” y eliminar las ganancias ilícitas, lo que asustó a los chinos ricos.
Un día después, el gigante chino de Internet, Tencent, anunció que donaría 7700 millones de dólares en apoyo a los esfuerzos de redistribución de la riqueza del gobierno. Alibaba Group anunció el 2 de septiembre que invertiría USD 15,500 millones para 2025 en apoyo a la iniciativa.
«Todas las medidas que se han anunciado durante las últimas semanas tienen algo en común: centralización del poder y una supervisión más fuerte», le dijo al Wall Street Journal, Alicia García-Herrero, economista regional en Hong Kong de la firma financiera francesa Natixis.
Emel Akan y Rita Li contribuyeron a este artículo.
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