La Administración Biden trasladará a otros 500 niños no acompañados que se encuentran en instalaciones fronterizas bajo la custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. a un centro de acogida de emergencia como parte de los planes para reducir el hacinamiento.
Está previsto que los niños lleguen a la sede de la Asociación Nacional de Iglesias Cristianas en Houston, Texas, que se ha transformado en un centro de acogida de emergencia utilizado por la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de EE. UU.
El HHS hizo declaraciones similares a principios de esta semana para anunciar la apertura de instalaciones adicionales de desbordamiento para hacer frente a la importante oleada de cruces fronterizos ilegales en el sur de Estados Unidos, en particular de menores no acompañados. Los niños han sido ubicados en instalaciones del HHS en Fort Bliss y San Antonio.
Si bien la mayoría de los adultos solos y algunas familias están siendo repatriados, la Administración Biden ha estado aceptando a todos los menores no acompañados (niños que entran ilegalmente en el país sin un adulto). Alrededor de 17,200 menores no acompañados estaban bajo la custodia de la CBP o del HHS a fecha del 29 de marzo, según la Administración del HHS para Niños y Familias.
Actualmente, la administración está tratando de habilitar 13,500 camas, con la posibilidad de aumentar la capacidad para atender lo que ha sido un flujo continuo de menores no acompañados que llegan a la frontera.
La Administración Biden se encuentra actualmente en una carrera contrarreloj para desviar recursos con el fin de gestionar el fuerte aumento de la inmigración ilegal en las últimas semanas. Al asumir el cargo, el presidente Joe Biden revirtió varias políticas de inmigración de la era de Trump, incluido el Protocolo de Protección a Migrantes clave de su predecesor, que buscaba poner fin al problemático sistema de «captura y liberación» de la era de Obama, al que se atribuye el mérito de haber frenado significativamente el flujo de la inmigración ilegal en 2019.
La vicepresidenta Kamala Harris, que lidera los planes de la Casa Blanca para hacer frente a la crisis, centrará sus esfuerzos en abordar las «causas fundamentales» de la migración, «no la frontera», dijo el lunes a los periodistas la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Biden eligió a Harris para liderar el plan de la administración el mes pasado, diciendo que es la persona «más cualificada» para encargarse de la tarea, ya que el presidente confiaba en ella para hablar en su nombre sobre el tema.
Durante el mes de marzo, la Patrulla Fronteriza detuvo a más de 150,000 personas que cruzaron ilegalmente la frontera —50,000 más que en febrero—, según el excomisionado de la CBP, Mark Morgan.
Otros 30,000 eludieron la captura, según Morgan, que ha recibido las cifras provisionales de la CBP de fuentes internas.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza de EE. UU. y las autoridades locales han informado de terribles incidentes provocados por contrabandistas de personas que dejan a los niños no acompañados en la frontera o en el río Grande. Un equipo táctico especial que opera a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México en Texas dijo que los agentes rescataron a un bebé de 6 meses que había sido arrojado de una balsa al río Grande por contrabandistas a principios de marzo.
Del mismo modo, la Patrulla Fronteriza de EE. UU. anunció el jueves que los agentes rescataron a dos niñas pequeñas que habían sido arrojadas desde lo alto de una barrera fronteriza de 4 metros en medio del desierto de Nuevo México esa misma noche. Un video del incidente fue compartido en Twitter por la agente jefe de la patrulla del sector de El Paso, Gloria I. Chavez.
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