El Fiscal General William Barr defendió la presencia de la policía federal y la Guardia Nacional en la capital de la nación después de que la alcaldesa de Washington Muriel Bowser lo criticara a él y al presidente por «añadir agravios» a quienes protestaban por la muerte de George Floyd.
Barr le dijo al alcalde de la ciudad en una carta del 9 de junio que era necesario traer personal federal y de la Guardia Nacional porque la actividad violenta y los disturbios, que comenzaron el 29 de mayo y culminaron el 31 de mayo, habían alcanzado niveles peligrosos y «daban la impresión de que Estados Unidos estaba a punto de perder el control de su capital».
Durante ese fin de semana, la ciudad tuvo incidentes de saqueo, disturbios violentos e incendios provocados, lo que generó importantes daños en la propiedad federal, incluyendo daños por incendio en la histórica Iglesia Episcopal de San Juan. Barr describió la violencia del 31 de mayo como «el día más violento de disturbios civiles en el Distrito en 30 años».
El fiscal general dijo que el aumento de la presencia de personal federal tenía por objeto ser una «respuesta temporal a una crisis de seguridad cada vez más grave» destinada a garantizar que los disturbios terminaran y que se restableciera el orden público en la ciudad.
«Si las recientes manifestaciones se hubieran mantenido pacíficas y bajo el control de la policía, el Presidente nunca habría tenido necesidad de aumentar los recursos existentes con el fin de restaurar la ley y el orden», escribió Barr.
Observó que se había desplegado personal de represión de varias agencias federales, como la Dirección de Lucha contra las Drogas y la Oficina de Prisiones, para ayudar en la aplicación de la ley federal.
En su carta, Bowser expresó su preocupación por el uso de personal federal que no llevaba insignias de identificación patrullando las calles y por el uso de helicópteros para dispersar a las multitudes.
«El despliegue de personal y equipo de la policía federal está provocando que los manifestantes se enfurezcan y se sumen a los agravios de quienes, en general, protestan pacíficamente por el cambio y por las reformas a los racistas y los sistemas rotos que están matando a los negros estadounidenses», escribió en su carta.
La oficina de Bowser no respondió inmediatamente a la solicitud de comentarios de The Epoch Times.
John Falcicchio, teniente de alcalde en funciones de Planificación y Desarrollo Económico, respondió a la carta en un mensaje de Twitter calificándola de «revisionista en el mejor de los casos», al tiempo que criticaba a Barr por no mencionar ejemplos de «incitación por su» administración y por omitir información.
«Esto es revisionista en el mejor de los casos y en el peor, no menciona ejemplos de incitación por parte de su administración y omite eso: •el despliegue de activos federales no fue coordinado ni solicitado por DC •protestantes pacíficos fueron atacados bajo la dirección de los federales •la policía militar estaba y está en control», escribió Falcicchio.
Muchas de las protestas que piden cambios y reformas en la policía tras la muerte de Floyd han sido pacíficas. Pero varias ciudades de la nación experimentaron actividades violentas como saqueos y destrucción de propiedades en medio de las protestas de grupos externos. Las autoridades federales han culpado de la violencia a organizaciones extremistas como Antifa, diciendo que estaban secuestrando las protestas para llevar a cabo sus propias agendas separadas.
Trump se ha presentado repetidamente como «su presidente de la ley y el orden» y ha prometido restaurar el orden en las calles de Estados Unidos. El 7 de junio, Trump ordenó a las tropas de la Guardia Nacional que comenzaran a retirarse en Washington, señalando que todo está «bajo perfecto control».
Por su parte, Barr ha condenado repetidamente los violentos disturbios en medio de las protestas de Floyd y ha defendido las acciones de los agentes federales de la ley. Él reconoció la indignación sentida por la comunidad nacional, diciendo que se debe abordar la responsabilidad por la muerte de Floyd, pero hizo hincapié en que se debe abordar a través del sistema de justicia penal ordinario.
«Ese sistema funciona y se mueve a una velocidad excepcional. Ya se han presentado los primeros cargos. Ese proceso sigue avanzando. Se hará justicia», dijo Barr anteriormente.
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