Xu Na, poeta, pintora independiente y practicante de Falun Gong en Beijing, fue secuestrada de nuevo de su hogar el 19 de julio de 2020, por tomar y postear fotos en internet sobre la grave situación de la pandemia en Beijing. La acusación oficial contra ella fue «socavar la aplicación de la ley con una organización de culto», que es «un pretexto estándar utilizado por los tribunales chinos para criminalizar a los practicantes de Falun Gong», según un informe de Minghui. No fue juzgada y lleva más de un año detenida ilegalmente.
Su talento en las artes se revela a través de sus pinturas. Dos de sus cuadros fueron premiados por la Sociedad de Pintura al Óleo de China y aún se conservan en sus archivos. Otras de sus pinturas están publicadas en el sitio web China Political Prisoner Concern, que afirma que «lucha por la libertad de todos los presos políticos, presos de conciencia, disidentes y activistas de derechos humanos que están detenidos en China».
Xu sobrevivió a varios tipos de tortura en la Prisión de Mujeres de Beijing y consiguió salir con vida de la cárcel tras ser encarcelada por sus fe en dos ocasiones, en 2001 y 2008.
Ahora Xu se encuentra de nuevo tras las rejas, desde hace más de un año, sin ningún proceso judicial, y se enfrenta a su tercer encarcelamiento por su fe.
«No puedo permanecer en silencio para proteger mis propios intereses. Cualquier persona en la sociedad debe tener un juicio moral sobre las cosas injustas [aunque] no están relacionadas con ella. Esta es la responsabilidad básica de ser una persona. Si me identifico con un gobierno así (el régimen comunista chino), entonces no soy una persona decente», dijo Xu a su abogado, Liang Xiaojun, que la visitó en el Centro de Detención del Distrito Dongcheng de Beijing el 22 de abril de 2021.
Otros diez practicantes de Falun Gong fueron arrestados el mismo día que ella, la mayoría de ellos graduados universitarios de unos 20 años.
El marido de Xu murió después de solo 11 días en custodia policial, un testigo dice que fue torturado hasta la muerte
Recientemente, tanto Estados Unidos como Europa manifestaron su oposición y pidieron el boicot de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing en 2022 debido a la pésima situación de los derechos humanos en el régimen comunista chino.
Beijing tiene un largo historial de represión de activistas de derechos humanos, disidentes y grupos religiosos en China y en el extranjero.
El 26 de enero de 2008, el marido de Xu Na, Yu Zhou, músico talentoso y miembro de la banda de tres personas «Xiao Juan y Residentes en el Valle», popular entre el público por sus canciones folclóricas, fue detenido por la policía que realizaba un «control olímpico» mientras conducía a casa con su esposa Xu Na después de una actuación.
La policía los detuvo y encarceló en el Centro de Detención del Distrito de Tongzhou al descubrir que la pareja es practicante de la disciplina espiritual Falun Gong, que promueve los valores de verdad, benevolencia y tolerancia para el mejoramiento personal. Yu fue separado de su esposa, que no volvió a verlo.
El 6 de febrero de 2008, la víspera del Año Nuevo chino, tras 11 días bajo custodia policial, Yu murió. Solo tenía 42 años.
La policía alegó que su muerte fue el resultado de complicaciones causadas por la diabetes, aunque las autoridades rechazaron la petición de su familia de que se le realizara una autopsia, ya que sus familiares decían que estaba sano y que nunca había padecido diabetes.
Su esposa, Xu Na, fue encerrada en el centro de detención y no se le permitió asistir a su funeral. Fue condenada a tres años de prisión en noviembre de 2008.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, ha sido un objetivo del Partido Comunista Chino desde que el régimen decidió lanzar una campaña de persecución genocida el 20 de julio de 1999. Muchos creen que la persecución y la consiguiente campaña de propaganda negativa fueron una respuesta a la increíble popularidad de Falun Gong debido a los numerosos testimonios de beneficios para la salud y la espiritualidad entre sus practicantes.
La experiencia anterior de Xu al ser torturada en la prisión de mujeres de Beijing
Xu escribió una vez en sus notas sobre su experiencia personal de ser torturada en la Prisión de Mujeres de Beijing cuando fue encarcelada por primera vez de 2001 a 2006, sometida a trabajos forzados, privación de sueño, atada con las piernas cruzadas durante largas horas y congelada en la nieve del invierno.
«En la Prisión de Mujeres de Beijing, era peor estar viva que muerta», escribió en sus notas, publicadas recientemente en la edición en chino de The Epoch Times. «En repetidas ocasiones, pasas por largas sesiones de tortura en las que cuentan con reclusas con conocimientos médicos para comprobar tus condiciones físicas en todo momento. Descubrieron que tenía un ritmo cardíaco irregular después de que no me dejaran dormir durante muchos días. Entonces la policía les ordenó [a las reclusas que la torturaban] que la dejaran dormir una hora y descansar [antes de continuar con la tortura]».
Escribió que «la prisión de mujeres de Beijing inventó varias torturas encubiertas y elaboradas». Un «invento» en particular del que «la policía está orgullosa» se llamaba «los splits» -se separaban las piernas de la persona torturada a 180 grados y se ordenaba a tres reclusas que se sentaran sobre las piernas y la espalda de la persona torturada y la presionaran repetidamente. Los policías estaban contentos con esta tortura «porque el dolor es insoportable, pero no rompe los huesos».
Incluso en medio de tan severas torturas, se negó a abandonar su creencia. Un policía le dijo seriamente, como se cita en sus notas, «[deberíamos] solicitar una craneotomía y hacer que te quiten el cerebro».
Testigo de cómo los medios de comunicación controlados por el partido mintieron sobre la persecución
«La educación más profunda que recibí en materia de medios y comunicaciones no fue en un aula universitaria, sino en una prisión», escribió en sus notas.
Dijo que fue en 2003, cuando Xu Tao, una de sus antiguas compañeras de la Universidad de Comunicación de China, vino a la prisión para una entrevista. El nombre completo de Xu Tao se utiliza aquí para distinguirlas.
Xu Tao era entonces presentadora de la televisión de Beijing y creó un programa llamado «Legal Governance in Progress» en 1999, según Baidu, un popular motor de búsqueda chino similar a Google. El programa de noticias y los posteos en su sitio web estaban sometidos a una estricta censura por parte del PCCh. Más tarde se convirtió en subdirectora de la televisión de Beijing y en delegada de la legislatura títere del PCCh.
Cuando Xu Tao realizaba la entrevista en la prisión, Xu estaba aislada en una oficina de la policía penitenciaria, no muy lejos del lugar de la entrevista. Podía oír claramente a los policías y a las reclusas que la habían torturado «predicar sobre lo civilizados que eran al aplicar la ley», pero no podía emitir ningún sonido, porque «tenía la boca amordazada con una toalla y cuatro reclusas, que hacían la función de esposas, me sujetaban con fuerza», escribió Xu en sus notas.
Poco después de la entrevista, una practicante de Falun Gong, Dong Cui, también conocida como Dong Cuifang, fue torturada hasta la muerte en la prisión de mujeres de Beijing. Las autoridades penitenciarias alegaron que su muerte se debió a una enfermedad. Xu Na fue castigada y aislada en una pequeña celda por denunciar que Dong había sido maltratada y torturada hasta la muerte.
«Si en el futuro alguno de nosotros muere por nuestras creencias, el otro no debe sentirse afligido»
Xu no se entristeció por la muerte de su marido porque habían acordado que ninguno de los dos debía sentirse afligido si uno de ellos moría por defender su creencia.
En abril de 2001, Peng Min, un practicante de Falun Gong que se había alojado en casa de Yu, fue perseguido hasta la muerte tras ser torturado por la policía. Veintidós días después, la madre de Peng, Li Yingxiu, murió en el mismo hospital.
«Cuando el hermano mayor de Min (Peng Min), Peng Liang, y su padre, Peng Weisheng, fueron a presentar sus últimos respetos a sus restos, descubrieron que a Li Yingxiu le habían rapado el pelo, le habían taladrado la cabeza, tenía la nariz y la boca llenas de sangre, y su ropa también estaba manchada de sangre», según Minghui.
Al leer la noticia, Yu le dijo a su mujer con seriedad: «Si en el futuro alguno de nosotros muere por nuestras creencias, el otro no debe sentirse afligido».
No quería morir, pero estaba dispuesto a demostrar su inocencia «a costa de su vida», reportó la edición china de The Epoch Times el 6 de febrero de 2018.
Xu escribió en sus notas que las autoridades del centro de detención afirmaron que Yu murió de una «enfermedad», pero un exrecluso anónimo le dijo que no se atrevió a contarle todo sobre la muerte de Yu, porque tenía «miedo de ser silenciado por la policía».
El testigo anónimo dijo que un policía que practicaba artes marciales torturó a Yu hasta la muerte, dice el reporte de The Epoch Times.
«Él (Yu) es un verdadero hombre», dijo el testigo, «ha sufrido lo que un ser humano no es capaz de soportar». Según el testigo, el policía implicado en la muerte de Yu se llama Dong Yasheng y es un campeón de artes marciales en el sistema de seguridad pública.
Dong Yasheng, nacido en Beijing en 1961, es miembro de la Asociación China de Wushu (artes marciales) y fue galardonado con el título de «Policía Popular Nacional Extraordinario Excelente«, entre otros muchos títulos, según un artículo publicado en mayo de 2020 en 163.com, un popular medio de comunicación del PCCh en China.
La hermana de Yu pidió ver las imágenes de CCTV del centro de detención durante ese periodo de tiempo. La policía accedió y le dijo inicialmente: «podemos dejarle ver una parte». Más tarde le dijeron que «el video grabado ha sido borrado», reportó la edición china de The Epoch Times el 6 de febrero de 2018.
Yu era el orgullo de su familia: en 1985, la Universidad de Beijing lo matriculó para estudiar francés por ser el que obtuvo la mejor puntuación en artes en los exámenes nacionales de ingreso de ese año en su ciudad natal, Changchun, capital de la provincia de Jilin, en el noreste de China. Su talento para los idiomas le permitió cantar canciones en francés, inglés y japonés. Sus amigos aún lo quieren y lo recuerdan.
Liang Xiaojun, abogado chino especializado en derechos humanos, comenzó a representar a Xu en agosto del año pasado. Dijo a la edición en chino de The Epoch Times el 25 de abril que los casos de Xu y de otros 10 practicantes de Falun Gong detenidos el 19 de julio de 2020 han sido transferidos al tribunal, pero que «el momento del juicio aún no está programado» y que «no es posible juzgar» lo que sucederá en la siguiente etapa.
La letra de una canción que Yu solía cantar durante sus actuaciones ,»Un lema de amor», compuesta por el músico taiwanés Luo Dayou, podría darnos una idea de por qué todos ellos defendieron su fe en medio de la cruel persecución del PCCh:
«Te doy mi sinceridad y me quedo con el dolor
Te doy mi juventud y me quedo con la vejez
Te doy mi vida y me quedo con la soledad
Te doy la primavera y me quedo con el invierno».
Como escribió Xu en su blog «Los que se creen libres en China no saben que les han quitado el espíritu y viven en una gran prisión invisible». Dijo que «cada tornillo que se aprieta en esta malvada máquina de persecución es culpable de reforzar el funcionamiento perverso de esta máquina, incluidos los que quieren obtener fama, fortuna y todo tipo de beneficios de ella». Citó a Confucio diciendo: «Cuando un país está mal gobernado, la riqueza y el honor son cosas de las que hay que avergonzarse».
El genocidio del régimen comunista chino contra los practicantes de Falun Gong, los tibetanos, los uigures, los cristianos y otros grupos de creyentes religiosos lleva décadas sucediendo.
El 12 de mayo, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció sanciones contra un funcionario del Partido Comunista Chino por perseguir a Falun Gong. Las sanciones prohibirán la entrada en Estados Unidos a Yu Hui, exdirector de la agencia encargada específicamente de perseguir a Falun Gong en la ciudad de Chengdu, en la provincia de Sichuan. La sanción se extiende también a su familia inmediata.
Con información de Eva Fu.
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