Las agencias de inteligencia del régimen chino podrían operar oficialmente en Hong Kong bajo una nueva ley planificada que, según los críticos, podría significar el fin de la autonomía de la ciudad.
La ley de seguridad nacional, fue presentada el viernes en el Congreso Popular Nacional (NPC) de China, la legislatura nominal del régimen, para apuntar a lo que el régimen considera secesión, subversión o influencia extranjera, y ha alimentado los temores sobre el futuro de la excolonia británica que hasta ahora disfrutaba de un alto grado de libertad política nunca vista en China continental.
Wang Chen, vicepresidente del Comité Permanente del NPC dejó en claro el viernes que Beijing no tolerará actividades que desafíen la autoridad del régimen, incluida la promoción de elecciones democráticas, acciones legislativas de gobiernos extranjeros y grupos de defensa que expresen su apoyo a los manifestantes prodemocracia.
Según el proyecto de ley, «las agencias de seguridad nacional relevantes del gobierno central establecerán bases en la Región Administrativa Especial de Hong Kong si es necesario», según los medios estatales Xinhua.
Kennedy Wong, delegado de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, el principal órgano asesor político de Beijing, dijo que la ley podría facultar al Ministerio de Seguridad del Estado de China para establecer sucursales en Hong Kong. Además de recopilar información, se espera que la agencia tenga «un cierto grado de poder directo de aplicación de la ley en Hong Kong», dijo al periódico estatal Global Times.
Wong dijo que Hong Kong no ha establecido un departamento dedicado para la recopilación de inteligencia desde la década de 1990. «Dado que los problemas de seguridad nacional requieren una alta competencia, la policía regular de Hong Kong o los funcionarios del gobierno pueden carecer de las habilidades específicas de investigación», agregó. Dijo que el borrador está en su mayoría completo y describirá reglas específicas, como términos de prisión y multas para cada situación específica.
«Sentencia de muerte»
La ley propuesta ha enviado ondas de choque en Hong Kong y ha generado un gran rechazo de países como Estados Unidos, Australia, Canadá, el Reino Unido y Taiwán.
El viernes, el secretario de Estado Mike Pompeo instó a Beijing a «reconsiderar su desastrosa propuesta», calificando la medida de «sentencia de muerte» para la libertad política y civil de Hong Kong que ha sido garantizada bajo el marco de «un país, dos sistemas» hasta 2047.
Los legisladores locales a favor de la democracia, que recientemente se han enfrentado con el campo pro-establishment por temor a ampliar el control de Beijing, vieron la ley como el trampolín para una campaña de represión en aumento.
“Con una nueva Ley de Seguridad Nacional introducida por Beijing, pronto podríamos tener Gestapos chinos. La persecución política sería mucho más fácil», escribió el viernes en Twitter Alvin Yueng, legislador de Hong Kong y líder del Partido Cívico local.
«La peor pesadilla está sucediendo ante nuestros ojos», dijo Dennis Kwok, legislador prodemocracia local, el viernes en un evento online organizado por el grupo de expertos con sede en Washington The Heritage Foundation.
El plan de Beijing ha provocado una abrumadora sensación de ira y desesperanza entre los residentes que aún se están recuperando de la protesta masiva prodemocracia del año pasado contra un proyecto de ley de extradición ahora descartado, dijo Kwok.
«Es como si no hubieran aprendido nada», agregó.
La indignación por el nuevo proyecto de ley llevó a docenas de miembros del Partido Demócrata a protestar frente a la Oficina de Enlace de Beijing.
NordVPN, con sede en Alemania, que permite a los usuarios evadir la censura web, vio 120 veces más descargas en Hong Kong el jueves en respuesta al plan de Beijing.
El legislador dijo que el régimen está utilizando la pandemia como una «cobertura» al hacer su movimiento durante un momento en que los países de todo el mundo se centran en contener el brote del virus del PCCh en el país.
«Están actuando ahora que el mundo no está mirando», dijo Kwok. «Piensan que pueden aprovechar esta oportunidad para hacer algo tan escandaloso».
Él agregó que no dejaría que el régimen introdujera aún más leyes sin pasar por la legislatura de Hong Kong ahora que ha sentado este precedente.
Kwok espera que haya «grandes enfrentamientos» entre los manifestantes y la policía la próxima semana, cuando se programen protestas contra una nueva ley para criminalizar la falta de respeto al himno nacional chino.
Martin Lee, exlegislador y activista prodemocracia, comparó el control cada vez más estricto del régimen comunista sobre la ciudad con un virus, y lo denominó «virus del Partido Comunista Chino».
«El virus del Partido Comunista Chino (…) ya se ha extendido a Hong Kong y matará nuestras libertades», dijo Lee en el mismo evento.
Él advirtió que es poco probable que la supresión de las libertades del régimen se detenga en Hong Kong.
«Es la naturaleza de un virus propagarse a otro país, otro territorio».
Cathy He contribuyó al informe.
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