Beijing parece «más confiada» en su capacidad para influir en las elecciones de Estados Unidos y del resto del mundo, según la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines.
Las autoridades chinas han perfeccionado sus herramientas de operación de influencia a través de la inteligencia artificial y el análisis de big data, dijo la Sra. Haines a los legisladores en una audiencia del Senado sobre las amenazas extranjeras a las elecciones de 2024.
«Sus tácticas a nivel mundial incluyen la financiación de candidatos, ellos prefieren usar engañosas tecnologías encubiertas para generar contenido, recopilando datos de encuestas para determinar objetivos para ellos, llevar a cabo operaciones de influencia en las redes sociales», dijo la directora, agregando que las fuerzas armadas de China, conocidas como el Ejército Popular de Liberación, operan cuentas de redes sociales en múltiples plataformas.
Beijing no solo ha intentado entrometerse en las elecciones estadounidenses con candidatos al Congreso, sino que también ha ejercido influencia en las elecciones de Taiwán, Australia y Canadá.
Los agresivos esfuerzos chinos por influir en los resultados electorales a su favor se pusieron de manifiesto en enero en Taiwán, la isla vecina de China continental.
Durante la temporada electoral, los textos, vídeos y clips de audio generados por IA invadieron Internet, con uno de ellos distorsionando las conversaciones públicas del candidato del gobernante Partido Democrático Progresista, Lai Ching-te, que finalmente ganó, para que pareciera que elogiaba a sus oponentes políticos. En YouTube y TikTok, los agentes de influencia chinos también difundieron otras afirmaciones falsas que sugerían que el Partido Democrático Progresista, más crítico con Beijing, había utilizado «tinta especial y urnas con aberturas secretas» para aumentar el recuento de votos, y que Estados Unidos les ayudaría a «engañar en las elecciones».
En Canadá, una comisión gubernamental sobre injerencia extranjera identificó a principios de mayo a China como la «amenaza de injerencia extranjera más persistente y sofisticada» para el país.
Según el informe de la comisión, en el persistente juego de largo plazo de China para conseguir políticas más favorables a Beijing, el régimen chino despliega el incentivo, como «viajes pagados, oportunidades de negocio, invitaciones prestigiosas o apoyo político», así como el desincentivo —negación de visas, acoso e intimidación— para tomar represalias contra cualquiera que se niegue a alinearse con sus objetivos, ya sea en China o en el extranjero.
Con las elecciones presidenciales estadounidenses cada vez más cerca, crece la preocupación por los intentos de Beijing de jugar este rol.
«Yo creo que seríamos ingenuos si pensáramos que el PCCh o actores alineados con el PCCh no intentarán utilizar parte de esta tecnología aquí en Estados Unidos», dijo el representante Raja Krishnamoorthi (D-Ill.), miembro de alto rango del Comité Selecto sobre el PCCh, en un panel celebrado el 5 de febrero, al citar el uso de deepfake content por parte del régimen en Taiwán.
Tanto el presidente Joe Biden como el secretario de Estado Antony Blinken han expresado estas preocupaciones durante sus recientes conversaciones con funcionarios chinos.
«Hemos visto, en términos generales, pruebas de intentos de influir y podría decirse que de interferir, y queremos asegurarnos de que eso se corte lo antes posible», declaró Blinken en una entrevista con los medios de comunicación en Beijing. Tras la cumbre Estados Unidos-China, de noviembre de 2023, el presidente Biden dijo que había advertido al máximo dirigente comunista chino que «no esperaba ninguna interferencia, ninguna en absoluto».
En un informe bastante tachado, publicado en diciembre de 2023, el Consejo Nacional de Inteligencia indicó que altos dirigentes chinos habían emitido «amplias directivas para intensificar los esfuerzos» para influir en las políticas estadounidenses y en la opinión pública desde 2020. Según el informe, los hackers chinos escanearon más de 100 dominios de partidos políticos estadounidenses a nivel estatal, y los líderes chinos en 2021 tenían una lista de miembros específicos del Congreso para «castigar por opiniones contrarias a China y para recompensar por su apoyo percibido a China».
El oficial del ejército estadounidense Xiong Yan, que se presentó como candidato al Congreso para representar a Long Island, en Nueva York, en 2022, fue una de las víctimas de un intento de campaña de desprestigio china, según el Departamento de Justicia.
En la audiencia del miércoles, la Sra. Haines nombró a China entre «los actores extranjeros más significativos que participan en actividades de influencia extranjera dirigidas hacia Estados Unidos en relación con nuestras elecciones».
Beijing ha seguido «participando en los esfuerzos para promover políticos en todos los niveles, que están tomando posiciones favorables a China en temas clave».
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